Qué tienen las cocinas nórdicas para ser de las más deseadas. Un estilo inconfundible que las hace tan acogedoras y apetecibles con trucos que se repiten en cada diseño. Nos hemos fijado en cocinas de estilo nórdico de verdad, en las que están creadas en la cuna, en los países escandinavos. Y a través de ellas, como inspiración, hemos analizado las claves y cómo han sido llevadas a otros diseños que podrían pasar por nórdicos aún con el sello made in Spain.
Cocinas sencillas
La sencillez es una de las claves del estilo nórdico y también se aplica a las cocinas nórdicas. Son sencillas y perfectas al mismo tiempo. No hay demasiada mezcla de materiales, ni puertas con diseños marcados o distinguidos, tampoco originales a rabiar. Sí se juega más con los revestimientos, aunque sin perder de vista lo básico. Así que lo mejor de todo, es que lo sencillo nos gusta y es básico para nivel principiante de decoración. Esta cocina es un diseño de Ikea, con muebles en tono crema, puertas con hendiduras verticales, suelo y encimera de madera y una vitrina iluminada sobre la zona del fregadero.
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Mucho blanco
No es el único color, aunque hace décadas el estilo nórdico apareció en nuestras vidas de la mano del blanco. Era el color por excelencia. En busca de la luminosidad y claridad, los nórdicos abusan del blanco. Pero hoy no solo de este color se visten las cocinas. Los tonos neutros en general comparten ya espacio con él. Tierra, topo, gris piedra, beis, arena… En este piso de del portal Historiskahem la cocina se diseña en blanco con encimera veteada y tiradores en negro. Destaca la altura excepcional del techo aprovechada con módulos altos en dos filas.
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Y si no es blanco… ¿De qué color que no pierda la esencia escandinava?
En el lado opuesto: gris más intensos, negro, verde y azul son los colores a los que más recurren las cocinas atrevidas de inspiración nórdica. Se compensa la fuerza de estas tonalidades con paredes y suelos claros, pero la mezcla resulta muy agradable y actual. Esta cocina se ubica en una zona donde el techo pierde altura, por lo que se evitan los muebles altos. El frente se reviste con paneles con textura y apliques de diseño sobre la zona de trabajo. Con una distribución abierta en forma de L, un módulo de fondo reducido completa el almacenaje en paralelo.
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Y, por supuesto, madera
Nunca falta la madera como material estrella del estilo nórdico y natural. Los escandinavos ven en la madera el nexo de unión con la naturaleza, tan presente en su decoración. Siempre en tonalidades claras y poco trabajadas, aunque en las últimas temporadas, han caído rendidos al uso de una madera más intensa en tono nogal. Esta es una propuesta con una gran isla central con placa de cocción y fregadero así como zona de comidas, de la marca danesa de diseño de mobiliario Kvik.
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Patrones geométricos
Otra de las claves que seducen y atraen tanto de las cocinas nórdicas es el uso de patrones geométricos atrevidos, presentes en el revestimiento de paredes o suelos. Baldosas hidráulicas y otros acabados repetitivos y marcados, que levantan el conjunto más neutro y sencillo de mobiliario. Sin colores estridentes, eso sí; más bien tonos lavados, mucho beis y gris. También se usan los textiles de la cocina para introducir esos patrones geométricos. Esta cocina es una propuesta con mobiliario de la firma Cubro.
Paredes con textura
En este artículo ya has visto un par de cocinas de inspiración nórdica con paredes con textura. Y es que ellas también han caído rendidas a esta tendencia. Precisamente, como en el caso de los patrones geométricos, la textura de las pintas a la cal, estuco, arenisca, tadelakt, etc. compensa la sencillez de los frentes de los muebles que suelen ser lisos o con alguna moldura o hendidura muy discreta. Esta cocina está diseñada por el estudio Conti, Cert.
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Muy bien aprovechadas
Las cocinas nórdicas gustan porque son un ejemplo de funcionalidad. Siempre tan bien aprovechadas, tanto las que son amplias como las que no gozan de muchos metros. El mobiliario se diseña para aprovechar cada recoveco y sacar partido a la altura de los techos. Pero también se piensa en el almacenaje vertical con soluciones de pared, se juega con estantes abiertos en los que tener a mano lo que más se usa, y auxiliares que completan como carros. Nunca faltan los muebles diseñados para los contenedores de reciclaje, porque las cocinas nórdicas tienen muy en cuenta la sostenibilidad. Cocina de una de las viviendas del portal sueco Stadshem.
La iluminación es muy importante
Y se usa en el diseño de la cocina más allá de lo convencional. Las cocinas nórdicas suman lámparas colgantes y apliques de pared. No solo focos empotrados en el techo o tiras led debajo de los módulos altos. Se trata de llevar luminarias que creen un efecto de iluminación puntual pero agradable y muy cálida. Porque si por algo destacan las cocinas inspiradas en los países escandinavos es por su ambiente confortable y hogareño, muy familiar, en el que tienen un peso importante las lámparas.
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Suelos de madera en la cocina
Otra de las claves de las cocinas nórdicas es el uso de suelos de madera en este ambiente. Madera, madera. Sin miedos. Madera natural, poco tratada y también teñida o pintada. Se nota su efecto de recuperación, imperfecto. Es parte del encanto en el conjunto, como sucede en esta cocina vista en uno de los pisos de la agencia sueca Entrancemakleri.
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Otros materiales del estilo nórdico: piedra, ladrillo, cemento…
Además de la madera, en una cocina nórdica aparecen (y se repiten con frecuencia) otros acabados y materiales, que son característicos de la tendencia, como son la piedra, el ladrillo visto y el cemento o microcemento. Con ellos se introducen matices diferentes en las paredes y suelo, siempre con idea de aportar el carácter natural, artesanal y la textura al conjunto. Este diseño es de la firma Molbalpa.
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