Los propietarios de esta acogedora vivienda victoriana pasan gran parte del año en Grecia, pues son unos enamorados de la luz y el clima del Mediterráneo. Por eso, cuando confiaron su proyecto de interiorismo a Belén White, de Studio Beleta, fijaron como premisa que su decoración plasmara el ambiente típico de las casas de las Islas Griegas. Y a la vista está que lo logró. La interiorista, además de crear espacios relajantes, acogedores y cálidos, ha inundado de sensibilidad mediterránea esta casa en la cual, la sensación de estar en un lugar entre Londres y Atenas lo invade todo nada más cruzar el umbral de su puerta.
Situada en un típico edificio londinense de fachada victoriana, a un paso de Victoria & Albert Museum y del Royal Albert Hall, la casa cuenta con más de 200 metros cuadrados de superficie distribuidos en dos alturas. En la planta baja, se encuentran la cocina y el salón-comedor desde el cual se accede a una estupenda terraza, y la primera planta se destinó a los dormitorios y cuartos de baño.
Conectada con el exterior
La planta baja es el corazón de la casa. El salón cuenta con unas vistas privilegiadas al jardín a través de frentes acristalados con carpintería de color azul Bluebird en un acertado guiño a la estética mediterránea. El espacio que queda justo delante de un gran ventanal, a modo de mirador, se reservó para ubicar el comedor, con la mesa Tulip, de The Conran Shop, y sillas de madera y rejilla, de The Contract Chair Company.
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Ambiente fresco y ecléctico
La mezcla de materiales, estilos y toques de color da un carácter muy especial a la vivienda. Así, en el salón destaca una exquisita combinación de muebles lacados en azul y rojo, con un sofá tapizado con lino blanco de Pierre Frey, sillones en amarillo mostaza, pinceladas rosas y butacas de fibras naturales para aligerar la decoración. Las mesitas auxiliares son de la firma Julian Chichester y la lámpara de techo, de Hector Finch.
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Piezas especiales
Los muebles de madera lacada tienen un papel importante en la decoración, no solo por su estética, sino porque sirven de hilo conductor a lo largo de toda la vivienda, especialmente las piezas de color azul como el aparador del salón, de la firma Julian Chichester. Sobre él, lámparas de Vaughan Designs con pantallas de Fermoie. La pared se decoró con una dinámica composición de láminas con marcos de diferentes colores, de The London Framing Studio.
Confort máximo
La chimenea original del salón fue todo lo que Studio Beleta necesitó para completar la sensación de calidez y relax, y contrarrestar el clima a veces poco templado del Reino Unido. Aparte de eso, estos interiores transportan instantáneamente al verano en las costas más soleadas. "Es un hogar que se siente cálido, relajado y acogedor", afirma la interiorista Belen White Campos.
Dos estanterías bajas, de la misma altura, flanquean la chimenea y suman almecenaje. Además, para potenciar la sensación de armonía y equilibrio, se colocaron dos lámpara de mesa idénticas a cada lado, así como apliques de pared gemelos, de Hector Finch. El frente se animó con una obra pictórica de gran formato en los colores de la decoración.
Otra vista del salón
Dos sillones tapizados en amarillo mostaza y una pareja de pufs redondos de terciopelo azul completan la zona de asientos del estar, que se organizó en torno a dos mesas de centro de color blanco. En la pared, destacan distintos platos de cerámica pintados a mano, que quedan unificados a través del color.
Separar sin tabiques
Una cortina amarilla, a modo de puerta corredera, separa la cocina del salón. En esta estancia, de algo más de 6 metros cuadrados, muebles y electrodomésticos se concentraron en el mismo frente. Los armarios, con puertas blancas y de líneas sencillas, se combinaron con una encimera de acero, el mismo material de los tiradores, grandes y planos. El resultado es un espacio cómodo, funcional y muy bien aprovechado.
Muy personal
Para la decoración del dormitorio se apostó por un look mediterráneo, ecléctico y muy chic. En este caso, a la hora de crear el fondo, se jugó con distintas tonalidades de color azul. Así, el tono suave de paredes y techo se contrastó con otro más fuerte en carpintería y molduras decorativas. Esta paleta cromática se combinó con telas y tapicerías rosas. En cuanto al mobiliario, se siguió la misma línea que en el resto de la vivienda: muebles de madera, fibras naturales y muchos detalles que aportan carácter y personalidad.
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Rincón de tocador
La decoración del dormitorio incluye piezas que la interiorista Belén White encontró en distintos anticuarios. Entre ellas, el sillón de ratán que aparece sobre estas líneas. La mesa es de la firma Julian Chichester.
Con paredes y cortinas de la misma gama cromática, se logró un conjunto muy armónico e integrado, además de ampliar visualmente el espacio. La pared se revistió con un papel pintado con discretos motivos florales y se utilizó un tejido de la misma colección para confeccionar las cortinas.
La zona de vestidor
Studio Beleta rehabilitó el armario empotrado original del dormitorio principal y logró que quedará integrado en la decoración. La carpintería se pintó en azul oscuro (el mismo tono de las cornisas del techo) y las puertas de cristal se forraron con una tela de rayas blancas y rojas.
El baño también se tiñe de azul
El color del cielo, del agua, de los espacios mediterráneos, es el hilo conductor que conecta todas las estancias de la casa. En el baño que aparece sobre estas líneas fue el tono elegido para pintar las paredes, y logra que el techo, en blanco, parezca más alto. Los detalles en madera y fibras vegetales aportan la necesaria nota de calidez.
La interiorista
La diseñadora hispano-británica Belén White, alma mater de Studio Beleta, firma el interiorimo de esta vivienda, que nos traslada automáticamente a las Islas Griegas. Materiales naturales como la madera, la piedra, las fibras, la cerámica y los textiles orgánicos y estampados se han convertido en su sello de identidad. Aquí la vemos posando junto a una de las plantas de gran altura que forman parte de la decoración, elementos también muy presentes en el estilo mediterráneo.
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