Aunque creas que es muy difícil, cultivar y cuidar un bonsái no difiere mucho de los cuidados que les das a tus plantas con regularidad. Cierto que se trata de una técnica que requiere de mucha paciencia (se necesitan entre 3 y 5 años para ver resultados) y ciertas atenciones más delicadas, pero la esencia es la misma. Los árboles bonsái son muy populares en la decoración de jardines. Esta técnica se basa en hacer que un árbol que brota de semillas comunes o esquejes se desarrolle hasta cierta altura y vaya adquiriendo distintos diseños según las preferencias de quien lo cuida. Para sacarte de dudas –y animarte a cultivar tu propio bonsái– te contamos lo básico sobre esta antigua técnica.
Leer: Las claves para saber en qué invertir y en qué ahorrar al decorar el jardín
De dónde procede el arte de los bonsáis
El arte del bonsái es una técnica que fusiona la horticultura con ciertos principios estéticos. Aunque el término bonsáis procede del japonés (bon-sai significa “plantado en un contenedor”), fueron los chinos los que comenzaron a plantar estos miniárboles hace más de 2.000 años, recreando paisajes en miniatura. Después, fueron los japoneses los que lo popularizaron hace unos 700 años, cultivando ciertas especies de árbol en pequeños contenedores y de forma individual. Ahora, es un arte símbolo de la paciencia y la incomparable belleza de estos pequeños ejemplares de árbol.
Leer: 9 cosas básicas que todo amante de las plantas debería saber
Primeros pasos para cultivar tu propio bonsái
Si nunca has cuidado un bonsái, lo más recomendable es comprar uno en un vivero e ir cuidándolo y dándole la forma deseada. Pero si, realmente quieres aprender, puedes empezar desde cero plantando una semilla o mediante un esqueje de una especie autóctona y leñosa. Lo más adecuado es que los bonsáis se cultiven en exterior, por lo que las especies tropicales seguramente no sean las más indicadas. Y es que lo ideal es que se encuentren en una ubicación en la que puedan recibir sol directo, aire, el agua de la lluvia y la humedad del rocío.
Leer: Descubre las tendencias en paisajismo para 2023, con un diseño de jardines muy fresco
Qué especies de árbol elegir para bonsái
Aunque dependerá del clima de tu zona, hay varias especies de árboles con las que puedes empezar a cultivar tu bonsái:
- Olivo: se trata de una especie perfecta para iniciarte en el arte del bonsái. Siempre será mejor una especie silvestre, como el Acebuche, con pequeñas hojas y muchas ramas. Ahora, al tratarse de una especie de clima templado, si vives en una zona fría, deberás protegerlo de las heladas.
- Espino blanco: muy resistente al frío y al calor, este árbol ofrece pequeñas hojas y es muy fácil de trabajar como bonsái.
- Higuera: este especie procedente de Oriente Medio se adapta muy bien a los climas mediterráneos. Debido al gran tamaño de sus hojas, la técnica del pinzado es fundamental para evitarlo.
- Junípero: este tipo de coníferas es ideal para iniciarse en el cuidado del bonsái. Sus ramas se pueden podar, pinzar y alambrar con facilidad y tienen un crecimiento rápido.
Leer: Aprende a cuidar un olivo (también en maceta) y disfruta de su belleza dentro y fuera de casa
Qué herramientas se necesitan para cultivar bonsáis
Hay muchas herramientas que puedes emplear para el cuidado de los bonsáis, pero para iniciarte en esta técnica, solo hay algunas que son fundamentales. Ten en cuenta que, según vayas aprendiendo, podrás ir ampliando tu kit. No es necesario que compres las mejores ni muchas herramientas, solo las necesarias.
- Tijera pinzadora: ha de ser una herramienta ligera y manejable, con buen cierre y las hojas bien afiladas. La utilizarás para dar forma al bonsái, accediendo cómodamente al interior del árbol y cortar los brotes que no te interesen.
- Tijera de podar: encontramos dos tipos: rectas y cóncavas. Las primeras sirven para cortar ramas gruesas que no se pueden eliminar con la tijera de pinzar. Su tamaño dependerá del tamaño de tu bonsái, aunque puedes empezar con una de 20 mm. Las tijeras de podar cóncavas hacen una pequeña hendidura en la rama, de manera que cuando el árbol cure se cubrirá el hueco sin dejar abultamientos.
- Tijeras de defoliar: sirve para eliminar pequeños brotes y eliminar las hojas.
- Alicate de jin: esta herramienta la usarás durante el trasplante y sirve para sujetar la planta.
- Rastrillo para raíces: servirá para descompactar la tierra, especialmente si el bonsái es comprado.
- Alicate de corte de alambre: como su propio nombre indica, te servirá para cortar el alambre que usarás para alambrar las ramas del bonsái. También ayuda a agarrar el árbol durante el alambrado.
- Alambre de varios tamaños: servirá para ir guiando tu árbol según quieras que sea su forma.
Leer: 'Slow gardening', una forma diferente de entender el cuidado de tu jardín
La maceta y el fertilizante
Puesto que el bonsái se cultiva en macetas muy pequeñas, la cantidad de sustrato que alimenta la planta es muy reducido. Y debido a esta poca cantidad, tu bonsái se alimentará rápidamente de los nutrientes. Por eso, es necesario aplicar fertilizante que dote a la planta de todo lo que necesita para crecer sana. Eso sí, la frecuencia, cantidad y tipo de abono dependerá de la especie de tu bonsái. Recuerda también elegir una maceta para bonsáis, que suelen tener unos agujeros de drenaje de mayor tamaño.
Leer: Jardineras, macetas y maceteros: cuál es cuál, qué modelo elegir y qué se lleva
Cuidados del bonsái a tener en cuenta para iniciados
Antes de empezar con el cuidado del bonsái has de tener en cuenta varios factores. El primero es que este tipo de plantas se desarrollarán mejor en el exterior, con cierto cuidado de las temperaturas extremas, ante las cual deberás proteger tu mini árbol. También debes tener especial cuidado con el riego y tratar de no encharcar la planta, uno de los errores más comunes en principiantes. Si eliges una especie autóctona será mucho más fácil saber cuándo necesita agua.
Leer: Plantas de interior tan fáciles de mantener que casi se cuidan solas
La poda: la técnica más básica para principiantes
Puerto que lo habitual es que te hayas hecho con un bonsái de vivero para iniciarte en este arte, una de las técnicas que debes conocer es la poda. Esta es fundamental para dar forma a tu mini árbol y mantenerlo en el tamaño que deseas, tanto si quieres imitar la forma del árbol en la naturaleza (lo más común cuando se está empezando), como si quieres dotarlo de un porte original. Entre algunas de las acciones que debes llevar a cabo las más comunes es la poda de ramas con crecimiento desproporcionado o antinatural. Y lo mismo si nacen dos ramas a la misma altura, siendo necesario eliminar una de ellas.
Leer: Qué tipos de poda hay y cuándo y cómo debes realizarla
El alambrado: da forma a tu bonsái
Junto con la poda, el alambrado es otra técnica básica para dar la forma deseada al bonsái. Consiste en colocar el alambre enrollado alrededor de las ramas que quieras doblar y así darles forma. Lo ideal es hacerlo en las ramas más flexibles y eliminar el alambre antes de que comience a clavarse en las mismas según vayan aumentando su grosor. Poco a poco irás aprendiendo cuáles son las ramas más adecuadas para el alambrado, lo cual dependerá también de la especie y forma que quieras dar a tu bonsái.
Leer: 10 plantas trepadoras con flor para tu jardín que te van a cautivar