Aunque el concepto abierto es cada vez más común en los hogares, hay otras opciones que conceden la amplitud del open concept, pero que delimitan los espacios y diferentes usos. Una de estas opciones son los cerramientos acristalados, un recurso muy decorativo y que permiten un mejor aprovechamiento del espacio y mantener las estancias separadas sin perder luminosidad. Descubre por qué este tipo de solución decorativa es la mejor opción si quieres espacios unificados, pero con cierta separación.
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Unen los espacios pero los mantienen separados
Si estás pensando reformar tu casa y quieres unir la cocina al salón y el comedor, pero no te termina de convencer lo de tirar todos los tabiques, los cerramientos acristalados son la solución perfecta. Bien sean puertas o paredes de cristal, permiten separar diferentes estancias sin renunciar a que la luz viaje libremente entre ellas. Además, dependiendo de cómo sea la solución que elijas, podrás abrirlos completamente para disfrutar del concepto abierto cuando sea necesario.
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Permiten que la luz viaje entre estancias
En casas y pisos en los que luminosidad escasea, los cerramientos acristalados pueden ser una alternativa perfecta para conseguir más luz natural. Por ejemplo, al colocarlos entre el salón y la cocina, ambas estancias se verá beneficiadas por la luz natural que recibe cada una de ellas dependiendo del momento. También son habituales en dormitorios con los baños en suite, generalmente sin luz natural.
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Amplían los espacios
Al eliminar los tabiques cerrados y sustituirlos por paredes o puertas de cristal, la sensación de amplitud aumenta. Y no solo se trata de una percepción visual, sino que también ayudan a comunicar las estancias de una manera elegante, decorativa y funcional. Son un recurso estupendo para unir una cocina pequeña al salón y que esta parezca más grande, pero también pueden emplearse para separar el recibidor de la zona de día.
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Encajan en cualquier estilo
Hay muchas opciones a la hora de elegir el tipo de pared de cristal que puedes instalar en tu casa. Los que cuentan con barrotillo negro ofrecen un look moderno, con ciertos tintes industriales. También son muy comunes en blanco, de manera que no restarán luminosidad y con ellos se consigue potenciar la luz. Pero también los puedes encontrar en dorado, de manera que suba su nivel decorativo, aportando un aspecto más elegante y sofisticado. Pero, sin duda, nuestros preferidos son los que cuentan con barrotillos de madera. Estos ofrecen las mismas ventajas que los demás acabados, pero, además, se garantiza la calidez propia de este material.
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Cerramientos a media altura
Puedes instalar una pared completa de cristal o destinarlos tan solo a la mirad superior. Con esta propuesta te beneficiarás de todas las ventajas de este tipo de cerramientos. Son una gran solución para mantener las estancias separadas sin renunciar a la luminosidad ni al gran poder decorativo de este recurso cada vez más popular.
Además, estas paredes con ventanas a media altura, pueden servir de soporte para otras instalaciones, como la encimera de la cocina o un banco adosado a la pared.
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Cerramientos correderos o plegables
A la hora de elegir el tipo de cerramiento acristalado que quieres instalar en tu casa tendrás que tener en cuenta el tipo de uso y el efecto que quieres conseguir. Si quieres poder disfrutar del concepto abierto, elige cerramientos acristalados que puedan plegarse. Así las estancias permanecerán unidas cuando las puertas estén completamente abiertas, pero podrás diferenciar los espacios (e impedir que los olores de la cocina viajen por tu casa) cuando estén cerradas.
¿Más opciones? Los que cuentan con un panel fijo y otro corredero, que permite abrir el espacio, aunque no completamente. Lo ideal en estos casos es que toda la estructura tenga el mismo diseño, de manera que tanto cuando estén abiertos o cerrados, el resultado sea decorativo y estiloso.
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Cerramientos fijos: cuando las ventanas están dentro de casa
Además de los cerramientos correderos o plegables, hay otras opciones si quieres una pared de cristal en tu casa que permita ampliar los espacios y que la luz viaje libremente entre las estancias sin renunciar a su independencia. Se trata de las paredes de cristal fijas. Este recurso ofrece una unificación visual de las estancias, aunque no física, de manera que podrás seguir manteniendo las habitaciones separadas. Pueden ser de suelo a techo o instalarse a media altura.
Sin perfiles, una opción aún más ligera
Aunque lo habitual es ver este tipo de cerramientos con barrotillos y perfiles bien blancos, negros, dorados o de madera, también hay soluciones mucho más ligeras que pasan casi desapercibidas. Y manteniendo su funcionalidad. Puedes instalar una pared de cristal fija sin perfiles y una puerta corredera de las mismas características. Una de sus ventajas es que son mucho más sencillos de limpiar y con un efecto mucho más ligero. Elige este tipo de cerramiento si lo que te van son los ambientes modernos y luminosos.
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Colócalo en el dormitorio
No solo son habituales los cerramientos acristalados en las estancias de la zona de día. También puedes instalarlos en el dormitorio para separar el baño de la zona de descanso y que el primero cuente con luz natural. O bien a modo de cabecero para separar físicamente la zona del vestidor y garantiza la luz natural.
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