Falso ciprés, una preciosa conífera que, si la mimas, lucirá espléndida

El falso ciprés (Chamaecyparis) es una conífera que, como habrás podido adivinar, se asemeja al ciprés. Se trata de un árbol ornamental que puede sustituir al abeto tradicional que decora muchas casas en Navidad, al tener menor envergadura. Para una decoración más cuidada una buena idea es forrar el tiesto con una tela de yute rústica.

Esta bella conífera siempreverde suele cultivarse en exterior incluso en zonas con inviernos gélidos, dado que resiste bien el frío y soporta bien temperaturas bajo cero. ¿Necesitas claves sobre su cultivo y mantenimiento? Te contamos todo acerca del falso ciprés, una planta muy fácil de cuidar.

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Variedad de formas y tamaños

¡Existen 74 especies de falso ciprés! Todas proceden de América del Norte y el este de Asia. Si te estás preguntando si presentan la misma silueta, la respuesta es no.

Entre los árboles piramidales encuentras la Chamaecyparis lawsoniana ‘Ellwoodii Gold’ y Chamaecyparis thyoides ‘Red Star’; con formas ovaladas existen muchos de los Chamaecyparis lawsoniana, en versión enana el ‘Minima Glauca’, ‘Minima Aurea’ y ‘Pixie’; entre los columnares está, por ejemplo, la Chamaecyparis lawsoniana 'Columnaris'; y, por último, globosos, existen la Chamaecyparis lawsoniana ‘Globosa’ y ‘Silver Tip’; Chamaecyparis obtusa ‘Nana Gracilis’ (que como su nombre indica es enano) y ‘Nana Variegata’ (enano con hojas variegadas), y Chamaecyparis pisifera ‘Sungold’. Alguna de estas variedades enanas las incorpora Landscapers en las jardineras de esta terraza.

Por cierto, dentro de casa es habitual verlos crecer también en forma de bonsáis.

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Algo caluroso y nada friolero

El falso ciprés tiene un aspecto muy decorativo y además de poder presentar una gran variedad de formas, también su follaje puede ser de distintos verdes: claro, intenso, grisáceo, amarillento... Se asemeja al ciprés (Cupressus) porque ambos pertenecen a la misma familia, la Cupressaceae. Ambos coinciden también en ser resistentes a los diferentes climas y fenómenos meteorológicos y ser capaces de aguantar heladas. Soportan sin problemas temperaturas de hasta -15° C y lo que no le gusta tanto es la canícula.

Los ejemplares en maceta de la imagen proceden de Bauhaus.

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Usos en exteriores

Plantado en el terreno el falso ciprés bien se coloca suelto, para convertirse en punto focal o, en su variedad columnar se agrupan varios y se emplean como seto o cortavientos. En tal caso los hay que soportan unas horas a pleno sol y otros que prefieren una situación de semisombra, selecciona la especie que mejor se adapte a tus necesidades.

Por cierto, la mejor época para plantarlos es de octubre a febrero.

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Aportes de agua y nutrientes

El riego del falso ciprés requiere que sea al menos semanal, manteniendo siempre el sustrato ligeramente húmedo, espaciándolo más en invierno. Eso sí, durante sus tres primeros años de vida es necesario aportarles agua de forma regular y abundante, algo que podrás evitar cubriendo la base con corteza de árbol, es decir, proporcionándole un acolchado el riego podrá ser menos habitual.

Respecto al abono, deberá aplicarse un fertilizante de formulación específica para coníferas, enriquecido con magnesio y microelementos para proteger contra carencias específicas de estos árboles. Favorecerás el buen desarrollo de los plantados sobre el terreno con un aporte anual, mientras que los cultivados en maceta deberán abonarse mensualmente en primavera y verano, que es su periodo de crecimiento.

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Su suelo preferido

El sustrato debe ser rico y, sobre todo, bien drenado. Para conseguir lo primero, en un suelo pobre añade humus. Y respecto al segundo aspecto, no hay nada mejor que mezclar tierra con arena y grava, consiguiendo así evitar encharcamientos.

Para el cultivo en contenedores, forra la maceta o jardinera con un drenaje, como las bolas de arcilla o la grava, de nuevo para evitar la acumulación de agua.

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Puedes podarlos durante todo el año

Aunque los falsos cipreses no requieren podas de mantenimiento, sí puedes recortarlos para darles forma. La buena noticia es que puedes hacerlo dos veces al año y en cualquier estación. Respecto al corte de las puntas, los denominados pinzamientos, hay que realizarlos en primavera y otoño.

Si detectas hojas secas (sobre todo en el interior) debes ir retirándolas.

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Complicado de multiplicar

La reproducción por siembra resulta bastante complicada porque las semillas deben mantenerse en unas situaciones climáticas y de humedad muy concretas. Propagarlos por esquejes tampoco es una tarea fácil, así que lo más sencillo es adquirirlos directamente en viveros.

Si están en maceta deberás trasplantarlos con poca frecuencia, al ser de crecimiento lento. Esta tarea debe realizarse a inicios de la primavera y tan solo cada de 3 a 5 años.

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Vigila su salud

El filtrado del exceso de agua, como decíamos, es vital para la salud del falso ciprés que de faltar puede morir, es un árbol que teme los encharcamientos. Y es que como consecuencia de estos la planta puede tener problemas para absorber tanto el agua como los nutrientes, y su follaje se teñirá de una tonalidad amarillenta, para luego secarse. Con la debilidad del árbol es posible que ataque el chancro de los cipreses, un hongo que puedes prevenir con tratamientos fungicidas.

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