Dos espacios conectados con diferentes zonas de trabajo. Esta cocina es un despliegue de metros (aproximadamente 30 metros en total) y de estilos decorativos, pues en ella se dan cita la sobriedad del negro, su modernidad y el clasicismo de los techos artesonados. La distribución también sorprende. ¿Preparado?
La cocina principal
Esta primera zona, donde se encuentra un área de cocción y de fregado con isla, conecta con un comedor de gran capacidad, presidido por una chimenea. Los ventanales bañan de luz un espacio con suelos de madera, los techos artesonados con molduras en color blanco resaltan los acabados del mobiliario y una zona concreta de baldosas hidráulicas entre la isla y el área de fregadero protege y delimita. Desde Rekker Cocinas (https://cocinasrekker.com) se han encargado de diseñar una cocina como un espacio de vida en un proyecto sobrio, moderno y elegante.
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La distribución de los espacios
En la zona abierta al comedor, la cocina cuenta con un frente adosado a la pared que integra el fregadero, almacenaje y armario desayunador. La isla es zona de cocción integrada en la encimera, cuenta con campana decorativa sobre ella y barra con taburetes. En un segundo espacio al que se accede por un vano sin puerta se encuentra otra cocina con zona de cocción con quemadores de gas, fregadero, almacenaje, frigorífico y congelador y despensa en esquina independiente.
Dos zonas, dos cocinas en una, separadas por un vano
"Hasta hace algunos años, el espacio destinado a la cocina tenía menos importancia que el dedicado a otras áreas de la casa. Solo era un lugar físico donde preparar alimentos. Pero en la actualidad es un lugar donde elaborar, crear, experimentar y compartir", declaran desde Rekker Cocinas. Ese cambio ha llevado a proyectar cocinas como espacios en los que pasar mucho tiempo acompañados. Es un lugar que debe reunir confort y comodidad. En esta cocina se ha jugado con el acabado negro y madera con mobiliario de las colecciones Roka y Rekto de Rekker.
Grandes ventanales y un banco corrido
El espacio se divide en dos zonas. La abierta, que se ve aquí, cuenta con vistas al jardín. Para disfrutar de ellas se crea un banco corrido con rejilla para permitir que se distribuya el calor. Destaca por el acabado en color negro que enlaza con el mobiliario de la cocina y aporta actualidad a un suelo en madera con veta marcada y efecto rústico. En un extremo de la isla, se diseña una barra en L en madera, de Suar de Dareels, con taburetes bajos a medida.
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Una gran isla con zona de cocción invisible
La isla central cobra gran protagonismo en esta cocina por funcionalidad y decoración. Con ella se organiza el espacio y separa la zona de trabajo de la de comedor, donde se encuentra la llamativa embocadura de chimenea. La isla acoge una placa de cocción invisible, de las que se integran en la propia encimera (TPB Tech), de manera que se puede cocinar y preparar alimentos sin elementos que entorpezcan. Es una superficie continua. Solo la campana XXL -de Frecan- desvela que allí se halla una zona de cocinado. Y es que "cocinar sobre la encimera ya es una realidad. En esta cocina planteamos dos zonas de cocción. La primera la encontramos en la isla: el sistema de inducción está integrado en la encimera y prácticamente invisible", señala el equipo de Rekker.
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Mucha organización con elementos específicos
En la isla de cocina se han diseñado anchos cajones con acabados artesanales en madera de roble, que incorporan elementos interiores organizadores. Rekker ha optimizado el espacio de almacenaje en toda esta zona con diferentes combinaciones para organizar todos los productos y elementos necesarios en una cocina como cubiertos, botes de especias, vajilla, cacerolas…
Suelo de baldosa artesanal para zonificar
El mobiliario en color negro predomina en esta zona de la cocina y se aligera con detalles de frentes en madera natural. De esta manera se enlaza con el suelo que solo abandona la madera en la zona que queda entre la isla y el frente del fregadero, con un pavimento de mosaico artesanal que favorece la zonificación del espacio. Es el modelo Habana Soul de Roca. El conjunto o resulta sobrio y sofisticado gracias a la combinación de colores, acabados, elementos y diseño. El fregadero se integra en la encimera de este frente, todo a través de la serie Roka de Rekker, realizada con el mismo material Silk negro abujardado de Inalco Oficial).
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Armario desayunador
Se ubica en esta primera zona de la cocina, cerca de la barra de comidas rápidas e informales y del comedor. "En el diseño y decoración de una cocina entran en juego muchos factores que ayudan a garantizar la comodidad del día a día", comentan los diseñadores. Como ejemplo, el mueble desayunador con frentes en madera de roble. Cuenta con puertas escamoteables (se ocultan en los laterales) y con baldas, cajones y encimera en el interior. "Es más que una zona donde tener ubicados todos los utensilios para empezar el día. Es una columna con superficie para trabajar y almacenar", añaden. Cuenta con enchufes para los pequeños electrodomésticos, iluminación propia y dispensadores de café para tener las cápsulas a mano.
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Enchufes móviles
Este sistema es una apuesta de Rekker. Se trata de un sistema de enchufes móviles que dan mucha libertad a la hora de configurar la zona de trabajo. Mediante un canal electrificado se pueden añadir, quitar y mover en cualquier momento los enchufes y con total seguridad. Grifería de Schok.
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La segunda zona de cocción
Cuando se atraviesa el vano desde esta primera cocina que acabamos de ver se accede a la segunda, que cuenta con fregadero, frigorífico y zona de cocción. Se trata de un espacio más ideado para el día a día con todas las áreas necesarias, también horno y microondas en columna. La zona de cocción queda frente al acceso, con tres quemadores a gas de gran potencia sobre la encimera (de Pitt Cooking). Campana de Frecan con iluminación en negro, un mueble de persiana en el lateral y de nuevo el canal con los enchufes móviles.
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Una despensa en esquina con mucha capacidad
En esta cocina, el suelo escogido es el de baldosa artesanal y los muebles combinan igualmente el acabado negro y madera. Es este último el que predomina en la despensa en esquina tras las dos grandes puertas en roble. Un armario diseñado por dentro en negro con estantes e iluminación. Con esta solución se organizan en cajas, cestas y botes los alimentos y se cede espacio para guardar menaje y utensilios para cocinar en los cajones de los muebles bajos de cocina. Rekker aprovecha así la esquina con una solución de máximo aprovechamiento. Además, en esta cocina se han escogido electrodomésticos meticulosamente diseñados -de Subzero y Gaggenau- para que encajasen en estética y calidad con el entorno.
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