Si estás pensando en una planta para alegrar tus interiores estas fiestas, la ardisia o baya de Navidad (Ardisia crenata) es muy buena opción. También si lo que quieres es obsequiar a alguien y salirte de las opciones más tradicionales, como la flor de Pascua y el cactus de Navidad.
Es un hermoso arbusto con hojas largas y estrechas en un tono verde intenso que logran resaltar el vibrante rojo de los frutos en forma de baya que aparecen desde el otoño y se mantienen en casi todo el invierno (los vemos en el ejemplar de la imagen, de Be.Green); por cierto, no son comestibles. También produce flores blancas en forma de estrella a finales de verano, aunque de poco valor ornamental sí deleitan con un delicado perfume. La ardisia es muy fácil de cuidar, te contamos las claves para que logre un desarrollo óptimo y disfrutes de su alegre presencia.
Leer más: Plantas y flores decorativas que alegrarán tu casa durante la Navidad
De interior y exterior
Oriundo de zonas cálidas del Asia y África, este arbusto de pequeño tamaño se cultiva en el exterior cuando los inviernos son templados (como en las islas Canarias), de lo contrario es una planta que se adapta muy bien a la vida en maceta y que deberás mantener en el interior cuando las temperaturas bajan. Ten en cuenta que, aunque soporta hasta los -1º C, lo cierto es que si el mercurio baja de los 7º C la ardisia no se sentirá muy cómoda. De hecho, la mejor temperatura para su bienestar es entre los 15 y los 21º C.
Leer más: Cuidados del acebo, un arbusto que dará una nota festiva al jardín en invierno
Claridad, pero no sol directo
La ardisia ama la luz y hay que procurarle un rincón con mucha claridad, no obstante estar expuesta directamente a los rayos del astro rey podría ser muy dañino para sus hojas, llegando a quemarla. En casa hay que situarla resguardada del sol (especialmente en el verano cuando la intensidad es muy fuerte), y, en exterior, en una zona de semisombra.
Leer más: Las mejores plantas de interior con flor para los meses de frío
Así se siente feliz en los interiores
Es un arbusto que quiere un interior fresco, a ser posible sin calefacción o muy ligera y también necesita estar resguardado de las corrientes de aire.
Como se trata de una planta tropical, no le convienen los ambientes secos. Si percibes que falta humedad, pulveriza regularmente su follaje.
Leer más: 10 plantas de interior muy exóticas para decorar tu casa
Riego de la ardisia
No en todas las épocas del año tiene la misma ‘sed’. Cuando está en pleno crecimiento tiene que regarse abundantemente, pero deberá hacerse de forma moderada y menor frecuencia el resto del año, especialmente en invierno.
El agua que más le agrada es la de lluvia o una libre de cal.
Leer más: Los errores más habituales a la hora de regar las plantas y cómo evitarlos
Calidad del suelo
Dos aspectos son claves en el correcto desarrollo de este arbusto de lento crecimiento, por un lado, que el agua encharcada provocará problemas como la pudrición de las raíces, así que en la selección del sustrato hay que mezclar tierra para macetas, turba y arena. Por textura prefiere suelos pesados y medios.
Otro aspecto importante es que nunca estará de más aportarle nutrientes: el periodo para fertilizar a la ardisia, es desde la primavera hasta finales del otoño y conviene emplear un abono para plantas verdes.
Leer más: ¿Sabes cómo elegir el mejor sustrato para tus plantas?
Reclama más atenciones en primavera
Si la ardisia crece demasiado ancha, puede podarse para darle una forma más equilibrada y estética. Además, esta tarea contribuye a promover su crecimiento. El momento idóneo para emprender está labor es a inicios de la primavera. Además, esta estación del año es también la adecuada para el trasplante, para que crezca más sana y bonita. Eso sí, al tratarse de una planta de lento crecimiento puede hacerse cada dos años.
Leer más: Qué tipos de poda hay y cuándo y cómo debes realizarla
Métodos de propagación
Puedes optar por multiplicar la ardisia por semilleros (la siembra se realiza en primavera) o bien realizar esquejes de tallos laterales (en este caso, en verano). Si te decides a emplear semillas, estas debes obtenerlas en invierno de las bayas maduras como las de la imagen, que inicialmente poseen un color verde y conforme maduran se tornan rojas. En concreto es su interior cada fruto guarda solo una semilla.
Con muy buena salud
Por suerte, la ardisia no es una planta delicada y casi nunca sufre enfermedades. Respecto a las plagas, sus enemigos más habituales son las cochinillas y los pulgones.
Por cierto, que no te preocupe su salud si sus frutos son blancos, en la Ardisia crenata son de un rojo encendido pero existe la variedad Ardisia ‘Alba’, en la que las bayas se tiñen de este otro color.