¿Los dictados de la decoración dicen unas cosas y tu gusto estético otra? Pues entonces, como suele ocurrir en esta disciplina tan creativa, ten claro que las normas están ahí, pero puedes saltárselas. Respecto a las alfombras, muchos consejos marcan cómo debe ser su tamaño y forma, no obstante, nadie mejor que tú para descubrir si te sientes cómodo con esas reglas o debes romperlas para que se adapten a ti.
Este dormitorio de Banak combina dos tipos de alfombras, una redonda a los pies de la cama y otra rectangular de fibras naturales, a uno de sus lados. No sigue lo establecido ni convencional y, ¿quién dice que el ambiente no resulta fabuloso igualmente?
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Regla 1: Las patas delanteras de los asientos deben asentarse en la alfombra
En principio la norma marca que tanto las patas delanteras del sofá como las de las butacas deben reposar sobre la alfombra, pero no hay motivo de mantener a rajatabla esta regla cuando impide pasos fluidos o abarrota el espacio. La interiorista Pia Capdevila ha diseñado este salón con una amplia alfombra de RugVista y, como vemos, los sillones blancos (de MIV Interiores) no se sitúan sobre la alfombra.
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Regla 2: Se deben separar 45 cm de la pared
Las medidas son muy difíciles de establecer de forma universal, aunque siempre se comenta que hay que buscar que los bordes de tu alfombra estén a una distancia de la pared de 45 a 50 cm. En realidad, lo único imprescindible es que tu alfombra no interrumpa el radio en el que abren las puertas (siempre que estas no sean correderas, entonces no habrá problema).
En la propuesta el colorista diseño es Vérité, de Charlotte Perriand, y que edita Cassina en colaboración con Cc-tapis.
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Regla 3: Las alfombras deben ser rectangulares
Existen infinidad de formas en el mercado que pueden adaptarse a tus necesidades y estilo, en especial se llevan las de siluetas orgánicas que armonizan muy bien con un mobiliario de líneas bold, también a la moda. Un buen ejemplo de una alfombra que huye del tradicional rectángulo es esta novedad de GAN, la primera colaboración de Clara von Zweigbergk con la marca, que además de una forma ovalada sorprende porque muestra las innumerables posibilidades del ganchillo en decoración. Realizada en lana, vemos el modelo Mono Pink que pertenece a la colección The Crochet.
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Regla 4: No hay que poner alfombras en el comedor
Una alfombra es capaz de ‘elevar’ la decoración de cualquier ambiente y no hay que renunciar a ella en el comedor por motivos como su limpieza, tan solo encuentra el material idóneo que no requiera excesivo mantenimiento y, ya sabes, deberás prestar más atención a pasar el aspirador algo más a menudo. Existen modelos confeccionados en algodón y otros tejidos que incluso podrás meter en la lavadora.
Respecto al tamaño de la alfombra, irá en consonancia con el de la mesa y debe sobresalir entre 50 y 80 cm para, de esta forma, resultar práctica y evitar accidentes cuando los comensales la retiran para sentarse o levantarse.
En el ambiente, la mesa de comedor es creación del interiorista que firma el proyecto, Raúl Martins, quien también ha diseñado la alfombra, que fabrica Kaymanta. Completan el conjunto las sillas de líneas geométricas adquiridas en Tocamadera.
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Regla 5: La forma de la mesa de comedor y las sillas deben casar
Asumiendo que, como apuntábamos el punto anterior, las alfombras son aptas para el comedor, ha nacido otra norma no escrita que apunta que si la mesa es redonda también debe serlo la alfombra, en el caso de una mesa rectangular, conjugará una mesa rectangular y, cuando es cuadrada, puede optarse por cualquiera que tenga líneas rectas (cuadrada o rectangular). Pues bien, se puede regalar al ambiente una imagen muy dinámica si huimos de esos corsés, como demuestra este ambiente de La Redoute Interieurs.
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Regla 6: En espacios abiertos, coloca alfombras (casi) idénticas
Es cierto que en decoración siempre se trata de encontrar la armonía y, en los ambientes conectados visualmente como en el caso del salón comedor diáfano, es habitual que se instale una alfombra en cada ambiente para zonificar. Pero ¿diseños iguales? Ni siquiera tienen que ser parecidos… Solo deberás procurar que las cromáticas coordinen bien unas con otras, como en esta propuesta que firma Lázaro Estudio en un piso en Bilbao.
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Regla 7: Un suelo con una rica gráfica, no lo vistas
Los mosaicos hidráulicos y algunos porcelánicos con bonitos dibujos, así como otros muchos materiales resultan muy vistosos y, en un principio vale la pena lucirlos en todo su esplendor. No obstante, existen varios argumentos a favor de colocar alfombras más allá de la mera estética: arropan, ofrecen un tacto muy cálido y, además, ayudan a insonorizar la casa.
Por si no lo sabías, las elaboradas en lana son las que mejor actúan como aislante acústico y térmico. En esta casa centenaria de estilo modernista en Barcelona, el salón cuenta con una alfombra de estilo vintage precisamente en este material; está de venta en Luzio, distribuidor oficial de Vintage Carpets.
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Regla 8: Son incompatibles con tener ‘peludos’ en casa
Es un prejuicio infundado que no hay que colocar alfombras cuando se tienen perros o gatos viviendo en casa, pero sí que habrá que cuidar muy bien la elección del material idóneo en el que no queden atrapado los pelos y, también, que no resulte un 'arañador' para los felinos. Selecciona un diseño resistente y plano, por ejemplo, confeccionado con fibras sintéticas.