Las casas de madera resultan sostenibles, ligeras, saludables y los tiempos de construcción se aceleran, en el caso de las industrializadas, porque parte está prefabricada, y en los modelos modulares, porque todo está listo para montarse rápidamente (siendo prefabricada en su totalidad). Todo parecen ventajas, ¿verdad? Pues todavía tienen detractores, por ejemplo, quienes opinan que son sensibles al fuego, precisan un mayor mantenimiento o, incluso, pueden tener problemas con las termitas o la carcoma. Son prejuicios falsos, que vamos a desmontar junto a Ander Echevarria, director técnico comercial de 100x100biopasiva (www.100x100biopasiva.com).
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1. Temor al fuego
El miedo al fuego es una cuestión ineludible cuando las construcciones son de madera. Existe un Código Técnico de la Edificación que exige que la resistencia al fuego tiene que ser de 30 minutos en residencial, siempre que no esté adosado a otras viviendas (sino, 120 minutos), con lo cual obedeciendo ese requisito ya cumplirían. Se pide lo mismo para viviendas de ladrillo, hormigón o de acero (este último colapsa al alcanzar los 538º C y se hunde mientras que en la madera el comportamiento no es similar).
“De todos modos, las casas de madera superan esas cifras y arden en más tiempo, pues resulta muy habitual que se protejan con varias capas de materiales incombustibles, como la lana mineral”, detalla Ander.
AEDAS Homes construirá dos promociones con madera en Baleares de la mano de Arquima, vemos un render de una de ellas. El CEO de la constructora, José Antonio González, comenta que “el crecimiento del sector será exponencial los próximos años y la madera será, sin duda, el material constructivo del siglo XXI”
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2. Se la pueden ‘comer’ los insectos xilófagos
¿Pueden la carcoma o las termitas atacar la madera? Solo podría ocurrir si la construcción está mal ejecutada y la humedad llega a tocar este material natural, a pudrirlo y ello debería de prolongarse en el tiempo.
“En nuestras construcciones traemos a obra la madera y normalmente la ponemos cuando hay entre un 7 y un 11% de humedad. Y cualquier madera por debajo del 19% de humedad es inmune al ataque los insectos xilófagos. Posteriormente aplicamos las capas anticapilaridad para evitar que la humedad suba”, comenta Ander.
Además, 100x100biopasiva emplea maderas laminadas (pegadas con cola por láminas) y esas colas no les resultan apetecibles a la carcoma y las termitas, por lo tanto, no se van a comer la estructura.
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3. Precisa mayor mantenimiento
Este es otro de los grandes temores y es sobre todo porque cuando el cliente piensa en una casa de madera imagina que lo tiene que ser, no solo en la estructura, también en los revestimientos de suelos y paredes, techos, etc., cuando no es así.
En fachada no hay por qué dejar acabados de madera, de este modo, se puede hacer la vivienda con ningún mantenimiento, si se desea. En la envolvente se suele aplicar mortero (es lo más común), piedra, cerámica, acero o incluso ladrillo cara vista. El mortero de silicato no requiere mantenimiento, a lo sumo, si al cabo de los años uno quiere cambiar el color de la pintura, se puede dar una capa con otra tonalidad.
“Para evitar el mantenimiento en las ventanas ya no optamos por las íntegras en madera sino las mixtas, que van forradas en aluminio y así no requieren tratamientos ni envejecen mal”, detalla el experto.
En la propuesta, una vivienda sostenible en el municipio mallorquín de Esporles construida por Arquima con un entramado ligero de madera y con carpinterías de altas prestaciones. La casa se construyó en fábrica en dos semanas y el montaje de la envolvente se realizó in situ en tan solo cinco días.
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4. El viento la destruirá
Hans Christian Andersen y su cuento de Los tres cerditos ha calado hondo y en el imaginario popular una casa de madera puede volar. Ander detalla por qué eso no sucede: “debido al espesor del muro y las estructuras potentes, con pilares y vigas principales en madera muy pesada, que llevan unos sistemas de anclaje a la cimentación que son calculados para la situación de viento de esa zona concreta (con registros de hace más de 100 años) o probabilidad de movimientos sísmicos”.
De lo que no cabe duda es que las viviendas resultan más ligeras, lo que ofrece la ventaja de que las cimentaciones son más económicas porque soportan menores cargas.
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5. Puedo instalarla hasta en un terreno rústico
La normativa marca que en un terreno rústico no se puede construir absolutamente nada, ni vivienda prefabricada (o modular) ni industrializada (lo único prefabricado son los muros exteriores), es más, ni tan siquiera se puede instalar una autocaravana. Está prohibido por ley.
Vemos el proyecto Casa Sophia en construcción (que ha contado con tableros de entramado ligero de Finsa), la vivienda-showroom de 100x100biopasiva que es de la modalidad industrializada y cuyo proyecto firma Zink Arquitectura. Actualmente ya está terminada y es muy eficiente, así que ha obtenido el certificado passivhaus.
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6. No me darán una hipoteca
En este caso depende de si la construcción de la casa unifamiliar es industrializada, con lo cual se trata de un bien inmueble y por lo tanto conceden hipotecas, o bien se trata de una prefabricada. “En el segundo caso, como me puedo llevar la vivienda en un camión y trasladarla íntegramente o por partes, son consideradas bienes muebles y, por lo tanto, no accederían a créditos hipotecarios”, aclara el experto. Por su parte, en los edificios de viviendas, no hay problema alguno para que concedan este tipo de créditos.
En la imagen, una vivienda de obra nueva diseñada por Energiehaus. Es una casa de madera situada en Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
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7. Resulta fácil de trasladar
Las prefabricadas o modulares, que hemos comentado en el punto anterior que se consideran bienes muebles, no son tan fáciles de mover pues, el transporte especial como máximo permite 4 m de ancho en y hasta 11 m de largo, es decir, 44 metros². Para casas de mayores dimensiones se necesita emplear más camiones y, en ese caso dejas de ser sostenible, por el impacto medioambiental de los camiones.
Este render muestra la zona de día de Vibio.land, en Higuera de las Dueñas (Ávila), un proyecto inmobiliario de Distrito Natural en una urbanización pensada para la covivienda, es decir, los espacios compartidos entre familias. Ha diseñado las casas ecológicas y sostenibles sAtt Arquitectura.
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8. Es más económica que una convencional
Por último, otro falso mito acerca de las casas de madera es que sean más baratas que las convencionales. De entrada, Ander afirma que “el metro³ de madera puede ser hasta 15 veces superior al de ladrillo. Sí es cierto que abaratamos por la ejecución rápida que reduce los costes de obra”.
Respecto a esos plazos, una vivienda de 150 metros² en 4 meses, máximo 5, está totalmente lista para entrar a vivir. Del otro modo se puede llegar a los 12 meses e incluso superar el año. En definitiva, si comparamos dos casas iguales, una de madera y otra de construcción tradicional, el coste de los materiales de la primera sería superior, sin embargo, terminaría saliendo más económica, compensado por necesitar menor tiempo de construcción.
Este piso forma parte del bloque 6x6, construido en Girona a base de paneles de madera contralaminada, un proyecto del estudio de arquitectura Bosch Capdeferro.
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