El Leptospermum, también conocido como manuka o árbol del té, lo tiene todo: es resistente, fácil de cultivar y muy atractivo. Buscarle un hueco en el jardín es una gran idea, ya que nos regalará belleza y color a cambio de unos cuidados muy sencillos. ¡Te los explicamos!
Una especie de bajo mantenimiento
El Leptospermum pertenece a la familia de las Myrtaceae. Procede de Australia y Nueva Zelanda, donde crece de forma silvestre. Este arbusto de tallos leñosos es tan resistente que se adapta fácilmente a cualquier entorno, por lo que en España se cultiva sin problemas. Se trata de una planta de hoja perenne y posee flores de un precioso color magenta, aunque también pueden ser blancas, rosadas o rojas.
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La belleza de las plantas pequeñas
Aunque el tamaño del Leptospermum varía de unas especies a otras, en general no es muy grande, alcanzando por lo general de 1 a 1,5 metros de altura. Sus hojas son pequeñas y puntiagudas, de un tono verde mate que a veces muestra matices grises. Su abundante floración es espectacular, con flores pequeñas de un bonito color entre rosado y rojizo.
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La floración, abundante y primaveral
El mayor aliciente para cultivar Leptospermum en el jardín es su floración, aunque no es el único. Cuando llega el mes de abril estos arbustos se cubren de flores pequeñas de cinco pétalos y un color intenso, rosa fuerte, rojizo o también blanco.
Las flores duran hasta junio, pero cuando desaparecen el arbusto sigue siendo bello gracias a su hoja perenne que perdura todo el año.
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Un amplio abanico de variedades
El género del Leptospermum comprende numerosas especies distintas (superan las 80), aunque todas ellas necesitan los mismos cuidados y se cultivan de la misma manera. Algunos ejemplos son: Leptospermum scoparium, Leptospermum myrtifolium, Leptospermum lanigerum, etc.
Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellas, como el tamaño, por ejemplo. Mientras que la mayoría de las especies de Leptospermum no superan el metro y medio, algunas de ellas pueden alcanzar hasta cuatro metros de altura. Además, las especies más altas son también más voluminosas, llegando a medir un metro de anchura.
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Plántalo a pleno sol
A la hora de fijar la ubicación del Leptospermum en tu jardín hay ciertos aspectos que debes considerar, si quieres que se desarrolle en toda su belleza y esplendor.
- Debes colocarlo en un lugar soleado. Aunque también puede vivir en semisombra, florecerá más y mejor si está al sol.
- Además, necesita un suelo neutro, levemente ácido, fértil y, sobre todo, bien drenado. Esto último es esencial ya que esta planta no tolera los encharcamientos porque sus raíces se pudren con suma facilidad.
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La temperatura adecuada
De todos los aspectos que debes cuidar en el cultivo del Leptospermum, la temperatura es realmente el menos importante, ya que se trata de una planta capaz de soportar el frío intenso y las heladas, siempre que no sean extremas.
Esto favorece el cultivo del Leptospermum incluso en zonas de clima frío. En cuanto al calor, tampoco es ningún problema, ya que resiste muy bien las altas temperaturas.
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No te pases con el riego
Regar adecuadamente el Leptospermum es, seguramente, uno de los cuidados más importantes que debemos procurarle, y también uno de los más complicados. El riego debe ser moderado, con aportes de agua espaciados en el tiempo. De hecho, entre riego y riego es necesario comprobar que el sustrato se haya secado.
A esta planta no le gusta en absoluto el exceso de riego, ya que las raíces son muy sensibles a la pudrición. Y, como tolera bien la sequía, siempre es mejor quedarse corto de agua que pasarse.
Un consejo: al Leptospermum no le gusta el agua con alto contenido en cal. Si es posible riégala con agua de lluvia.
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Que no le falten nutrientes
Si quieres que tu Leptospermum crezca sano y se desarrolle al máximo es importante proporcionarle los nutrientes que necesita para hacerlo. De esta manera florecerá abundantemente.
Tendrás que comenzar a fertilizar la planta a principios de la primavera, aportando un abono orgánico como, por ejemplo, humus de lombriz. En otoño deberás suspender el abonado hasta finalizado el invierno.
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¿Le atacarán las plagas?
Ya hemos comentado que el Leptospermum es una planta muy resistente, también en lo que se refiere al ataque de los insectos dañinos. Por regla general, si la planta está en buenas condiciones, no se verá afectada por las plagas.
Sin embargo, si sufre alguna enfermedad o una consecuencia negativa de algún problema, como una carencia de luz o una pauta de riego incorrecta, entonces sí puede ser más sensible al ataque de determinados insectos como el pulgón, la araña o la cochinilla algodonosa.
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