Si eliges tu ropa de acuerdo con tus necesidades y tu estilo personal, ¿por qué no hacerlo también con el armario en el que la guardarás? Un armario a medida es, sin duda, la opción que saca el mayor partido al espacio, aunque, para rentabilizar la inversión (mayor que la que requieren los modelos estándar o modulares), se hace necesaria una exhaustiva planificación. Toma nota de todo lo que debes considerar para diseñar el armario o vestidor de tus sueños.
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Adaptados como un guante
Los armarios a medida no solo se pueden ajustar al milímetro al hueco disponible, sino que su diseño interior permite adaptarse prenda por prenda a nuestro vestuario. Si bien los sistemas modulares de armarios integran una gran variedad de módulos, que permiten realizar todo tipo de combinaciones, un mueble realizado expresamente para nosotros es la mejor solución para aprovechar rincones difíciles, zonas con columnas o techos inclinados, en los que los modelos prefabricados no tienen ninguna opción.
El de la imagen, ubicado en el recibidor de una vivienda proyectada por el estudio Egue y Seta, no solo convierte toda la pared en espacio para guardar, sino que incorpora elementos tan útiles en esta área como el banco para descalzarse o los estantes abiertos para dejar a mano los zapatos de uso diario.
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Perfectamente integrados en la estancia
Otra de las principales ventajas de los armarios a medida es que se pueden diseñar para que se integren de forma total en cualquier ambiente. Un acabado, por ejemplo, con frentes lisos y sin tiradores a la vista, en el mismo color de las paredes, permite aligerar el peso visual de una pieza voluminosa como es un armario ropero; mientras que uno con espejos, como este que hemos visto en la habitación de invitados de una vivienda obra de Tinda’s Project, no solo confiere profundidad, sino que resulta también muy práctico y aporta una nota de estilo a un espacio, por lo demás, esencial.
Además, el hecho de realizarse de suelo a techo y de pared a pared, sin que queden zonas muertas o ranuras en las que se pueda acumular suciedad, crea espacios no solo más diáfanos, sino también más higiénicos y fáciles de limpiar.
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Pueden sustituir a las paredes
Las posibilidades de los armarios a medida no se limitan a su capacidad de almacenaje, sino que abarcan otras funcionalidades como, por ejemplo, convertirse en separadores de ambientes en viviendas de planta abierta, tipo loft.
¿Quién necesita un tabique si puede tener un armario que cumpla el cometido de este y, además, haga más cómodas las distintas zonas de uso? En esta propuesta de Mobalpa, el dormitorio de un miniapartamento en Lyon (Francia), se independiza del salón mediante una composición de módulos con perfil irregular, que tanto hacen servicio en una zona como en otra. Al fondo, un armario empotrado de suelo a techo garantiza la capacidad de almacenaje necesaria en la vivienda.
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Son capaces de convertirse en piezas únicas
La personalización de un armario realizado a medida abarca tanto el interior como el exterior. Dentro, la clave es la adaptación a nuestro guardarropa (previo análisis, puesto que no será igual el de una amante de los vestidos largos que el de alguien que viste de traje a diario) y, por fuera, las opciones son tan diversas como nos dicte nuestro gusto personal.
Un ejemplo es este original diseño que propone Vicaima y que resulta perfecto para crear sofisticadas ambientaciones vintage, inspiradas en el esteticismo de los felices años 20’, con elaborados motivos geométricos e insertos que emulan piedra natural (ya sabemos que el estilo art déco es una tendencia que pisa fuerte todavía hoy).
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¿Son muy caros los armarios a medida?
No vamos a negar que el precio de un armario a medida es bastante superior al de uno prefabricado, aunque no tiene por qué tratarse de una cifra desorbitada. Expertos consultados al respecto sitúan entre los 1.200 y los 1.800 euros el precio de un armario a medida de tres cuerpos (el más habitual para ropa) realizado en melamina tanto por lo que respecta a los interiores como a las puertas. Por supuesto, con la instalación incluida.
Tener en cuenta que, al fin y al cabo, unos armarios a medida ajustados al espacio son una manera más de revalorizar nuestra vivienda, en caso de que queramos venderla, y asegurarnos de que los diseñamos para que nos acompañen toda la vida en perfectas condiciones, son algunos recursos para considerar una obra de este tipo como una inversión, más que como un gasto.
La composición en ‘L’ de la fotografía equipa una zona de vestidor anexa al dormitorio en un proyecto que firma Pia Capdevila. De él destacan tanto el enmarcado de las puertas, como los pomos en bronce y piedra, además de todo lo que no se ve: una distribución interior personalizada y con iluminación que mejora el confort.
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¿Vale la pena ahorrarse las puertas?
Dejar el armario abierto, lógicamente, nos permitirá ahorrarnos un buen pellizco del presupuesto, pues el precio de las puertas es elevado (y va incrementando a medida que se emplean materiales más costosos como la chapa de madera natural, el vidrio templado o las lacas). No obstante, teniendo en cuenta que, de este modo, la ropa no se encuentra protegida frente al polvo o los olores, conviene reservar esta solución a vestidores independientes, como este en paralelo, ubicado en el acceso entre el dormitorio y el baño de la suite, obra de Susanna Cots, que aprovecha al máximo el espacio disponible.
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Un magnífico expositor
Pese a la menor protección que ofrecen de las cosas guardadas en su interior, los armarios abiertos presentan la ventaja de dejar todo a la vista, además de ser más cómodos en espacios estrechos. Si quieres disfrutar de estas características de los modelos sin frentes, pero sin ninguno de sus inconvenientes, una opción es optar por armarios con puertas de vidrio translúcido. La oferta actual incluye piezas tan decorativas como los vidrios ahumados de este vestidor de Egue y Seta, cuya iluminación interior lo hace aún más cómodo y funcional. No obstante, en esta solución al igual que cuando se trata de armarios sin puertas, hay que tener en cuenta que nos obliga a no descuidar el orden, dado que todo queda totalmente expuesto.
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Un interior completo ¡y a medida!
Seguro que has oído miles de veces que la belleza empieza desde el interior y, en el caso de los armarios a medida, no es una excepción.
Plantarse frente a nuestro (nuevo) armario y ver que su distribución interior se ajusta a nuestra cantidad, tipo y tamaño de ropa (y accesorios), no solo puede resultar de lo más gratificante, sino que nos simplificará mucho la vida en nuestro día a día.
Un punto de partida será realizar un análisis de qué echas de menos y qué no utilizas en tu armario actual y, a partir de ahí, empezar a planificar qué tipo de accesorios interiores son los más adecuados para tu caso. Y es que, si bien es cierto que lo que más incrementa el presupuesto de un armario son los accesorios que se instalen, no lo es menos que algunos de ellos son básicos para optimizar la capacidad de almacenaje.
¿El truco? Alternar elementos económicos (como las barras o las baldas fijas) con otros más específicos (cajoneras, bandejas extraíbles, pantaloneros o barras telescópicas), como se ha hecho en esta composición realizada con la serie Walk In, de la firma italiana Scavolini.
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Toma medidas
Para planificar el interior, es básico tener en cuenta las medidas necesarias para cada tipo de elemento interior. Así, por ejemplo, para la ropa colgada, los expertos aconsejan huecos de entre 130 y 180 cm de alto para vestidos largos y abrigos; de entre 90 y 130 cm para camisas, blusas, chaquetas cortas y cazadoras, y de entre 60 y 90 cm para faldas y pantalones.
En el caso de la ropa doblada, se recomiendan baldas con una separación de no más de 30-40 cm (para evitar acumular); preferiblemente extraíbles, o sustituirlas por cajones.
Por último, coloca los zapatos y complementos en la parte inferior del armario y reserva la zona superior (bastará un hueco de entre 35 y 50 cm), de más difícil acceso, para guardar ropa de cama, maletas o prendas de otras temporadas.
La composición de la imagen, realizada con la serie Axial Systems, de la firma Dielle, rentabiliza al máximo el espacio con elementos ajustados a los distintos tipos de piezas. Aparte, al tratarse de un diseño con soporte de postes, se ofrece ligereza visual al conjunto, potenciando la luminosidad del ambiente de vestidor.
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¡No estás solo!
Aunque te recomendamos que, antes de decidirte a encargar un armario a medida, dediques el tiempo suficiente a reflexionar sobre tus necesidades de almacenaje, ten presente que un proyecto de este tipo requiere el trabajo de un equipo de profesionales (de diseñadores a instaladores), que pueden aportarte muchos consejos e ideas valiosas durante el proceso. Al fin y al cabo, se trata de una solución personalizada al 100%, que debe ajustarse tanto al espacio (la toma de medidas por parte de un experto es vital), como a nuestros hábitos de vida (con una distribución interior adecuada) y, por supuesto, a nuestro estilo personal (con frentes adaptados al resto de nuestro hogar). Tómate tu tiempo para planificarlo y consulta con más de un experto, hasta que des con el que 'conectes' mejor.
El armario de la imagen es una propuesta de Tegar, perteneciente a su serie The Smart Flat.
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¿Cuánto se demorarán en fabricar el armario?
Antes de realizar el encargo en firme (es decir, pagando un porcentaje del presupuesto antes de la instalación), consulta el tiempo que tardarán en tener listo el armario a medida. A este respecto, si bien unos plazos razonables son de 2 a 3 meses, la escasez de ciertos materiales (frentes, bisagras, rieles…) en las que nos encontramos inmersos en esta época, puede hacer que se prolongue algunas semanas más.
La espera, en todo caso, valdrá la pena. Este vestidor abuhardillado realizado a medida en una vivienda en Bratislava (Eslovaquia), por ejemplo, se adaptada por completo al espacio permite optimizando hasta el último centímetro.
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