Plantear correctamente la iluminación de la casa es uno de los capítulos más importantes en la decoración de interiores. Por eso, conviene tener claras ciertas pautas que te ayudarán a iluminar tu casa como un profesional. Toma nota y ponlas en práctica.
La luz natural es un tesoro
Nos gusta la luz del día cuando entra por una ventana e inunda todo el interior. Los espacios se ven más amplios, alegres y acogedores cuando están bañados por la luz del exterior. Por eso, si tienes la suerte de contar con una buena orientación para tu casa y mucha luz natural, deja que entre libremente por la ventana. No pongas cortinas pesadas y gruesas que obstaculicen su paso, ni muebles muy voluminosos en el centro de la estancia. Aprovecha ese tesoro durante el día y diseña estrategias de iluminación para seguir disfrutando de interiores acogedores por la noche.
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Diferentes niveles de iluminación
Los profesionales del interiorismo lo tienen claro. En una misma habitación se necesitan varios tipos de luz artificial y no solo uno. Hace falta contar con una iluminación general o ambiental para dotar de suficiente luz al espacio, pero también se requiere una iluminación puntual o de tareas en determinadas zonas.
Esto significa que la iluminación de un espacio se va organizando en distintos niveles, y aporta dimensión e interés al espacio. Además de la luz ambiental y la de trabajo, está la iluminación de acento, que busca añadir interés en ciertos puntos clave: puede ser, por ejemplo, resaltar los cuadros de la pared en un salón.
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¿Cómo crear iluminación ambiental?
Recurrir a diferentes tipos de lámparas es la solución para crear una iluminación ambiental adecuada. Las lámparas de pie, por ejemplo, aportan altura, equilibrio y calidez al ambiente, y resultan muy decorativas.
Por otro lado, las luces colgantes y los apliques de pared emiten luz en todas direcciones por lo que son geniales para crear una iluminación ambiental. No provocan demasiadas sombras, lo que siempre es positivo.
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¿Cómo iluminar una casa diáfana?
Cuando el objetivo es dotar de luz a un espacio diáfano, de concepto abierto y sin tabiques que compartimenten el espacio, la iluminación artificial puede ser una gran ayuda para definir las diferentes áreas de la casa.
El hecho de que no existan tabiques que separen las habitaciones, no quiere decir que no haya zonas distintas en el espacio. Cada zona ha de contar con su propia fuente o fuentes de luz, de forma que podamos encender o apagarlas según estemos en un área o en otro.
Un consejo: asegúrate de iluminar las cuatro esquinas de la habitación para minimizar las sombras que se puedan producir.
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Utiliza reguladores de intensidad
Esta es una regla clave para los profesionales de la decoración: es esencial utilizar reguladores de intensidad que nos permitan elegir la cantidad de luz en cada momento.
El simple hecho de instalar un mecanismo de este tipo, fácil de colocar, ofrece muchas posibilidades decorativas, ya que los espacios cambian completamente en función de la luz.
Ten en cuenta, a la hora de comprar las bombillas que estas han de ser regulables, para que funcionen con el mecanismo.
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Claves para elegir las bombillas
Las recomendaciones de los fabricantes de lámparas y sistemas de iluminación son escasas. Se limitan a indicar la potencia máxima de las bombillas que podemos poner en cada luminaria para no causar un sobrecalentamiento que pueda provocar un accidente. Sin embargo, puede que no haga falta llegar al máximo de la potencia recomendada, sobre todo porque contaremos con distintas fuentes de luz, y no con una sola.
Por otro lado, hay otro factor a tener en cuenta: la temperatura de color de la luz. Es un aspecto clave, ya que puede modificar por completo el ambiente en un espacio determinado. Como norma general, piensa que las luces cálidas resultan más acogedoras y atractivas para zonas de estar, mientras que las neutras o frías van mejor en la cocina y el baño, por ejemplo.
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Ten en cuenta el tipo de espacio
Aunque las recomendaciones que hemos dado hasta el momento son tips generales que se aplican a cualquier habitación de la casa, lo cierto es que cada espacio tiene sus propias circunstancias a la hora de iluminarlo y es necesario tenerlas en cuenta. Las necesidades de cada una son diferentes, y esto hace que la iluminación tenga que adaptarse a ellas en cierto modo.
En la cocina, por ejemplo, se requiere una iluminación de tareas más específica: en la zona de preparación de los alimentos, en la zona de cocinado, en el espacio del fregadero, etc. ¿Cómo se consigue? Con luces LED instaladas bajo los armarios superiores (en caso de que existan) o con focos empotrados en el techo.
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Combinar diferentes tipos de lámparas
Mezclar lámparas distintas es buena idea para crear un efecto lumínico muy decorativo. Puedes compaginar una lámpara de mesa y otra de pie, aunque no sean el mismo modelo ni pertenezcan a la misma serie. O dos lámparas de pie diferentes en la zona de estar. La clave para acertar está en elegir modelos de materiales y estilos que armonicen entre sí.
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Apuesta por la iluminación oculta
Las últimas tendencias en iluminación proponen un tipo de iluminación oculta que, además de añadir luz al espacio, resulta muy decorativa. Es perfecta para complementar la iluminación ambiental, evitando las luces directas y muy intensas.
Consisten en tiras de luces LED que se instalan detrás de molduras decorativas en el techo, en zócalos en la pared o en la contrahuella de los peldaños de una escalera.
Las luces LED de hoy son mucho más modernas, cálidas y brillantes que las de antes, y además ofrecen la posibilidad de decidir el tono, la temperatura y la intensidad de la luz.
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