Flores preservadas, la alternativa 'low cost' para decorar tu casa todo el año

Tenemos una conexión biológica con la naturaleza, de ahí que un paseo por la playa o una pradera o disfrutar en casa del color y aroma de la flor fresca recién cortada nos produzca bienestar. A pesar de que cuentes con un jardín con decorativas plantas con las que componer ramos o arreglos, al cabo de unos días las flores se marchitarán y dejarán de lucir su mejor cara. ¿Cómo disfrutar de ellas durante muchos meses? Con las flores preservadas o secas. Potenciarás así un diseño biofílico con una inversión mínima.

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Cómo se captura la belleza efímera de las flores

La diferencia de este tipo de propuestas frente a las variedades artificiales es que proceden totalmente de la naturaleza y las flores son tratadas mediante procesos ecológicos.

• Para eleborar flores secas se necesita que unas frescas hayan sido sometidas a una técnica de secado al aire. Durante este proceso pierden el agua y se deshidratan. Estas proceden de Vivie y proceden de campos de cultivos ecológicos.

• Las flores preservadas han estado sujetas a otro tipo de proceso de conservación para perdurar sin la ayuda de luz y de agua. Se trabajan con técnicas complejas remplazando la savia propia de la planta por un compuesto a base de glicerina junto con otras sustancias.  

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¿En qué se diferencian?

¿Quieres un ramo de inspiración rústica? Entonces lo tuyo son las flores secas, en las que los colores quedan algo desvanecidos (como se aprecia en la propuesta, el ramillete Rory de Maisons du Monde). Por el contrario, si quieres que la composición conserve la viveza de sus tonalidades, deberás escoger flores preservadas. De hecho, en ocasiones puedes confundirte con unas frescas, a simple vista.

Su textura también varía, siendo más acartonadas las primeras y más suaves las segundas.

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Las preferidas

No todas las flores pueden ser conservadas por medio de alguna de las dos técnicas, pero las tratadas te podrán durar meses e incluso años perfectas. Entre las más populares se encuentran los girasoles, que te traerán el verano a casa durante todo el año, las margaritas o los claveles. Entre las opciones más románticas encontramos las rosas y las hortensias y, entre las que evocarán la primavera y aportarán un colorido llamativo, las amapolas.

Los elementos principales de este centro de venta en Auro son las rosas y las ramas de eucalipto.

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Mil y una aplicaciones

Tanto las flores secas como las preservadas lucen perfectas en jarrones, conformando bellos ramos de los que destaquen también ramas con hojas verdes (las del olivo o del eucalipto, por ejemplo, secan bien y son también duraderas) o con delicados detalles, como las ramas de algodón.

En el salón de la imagen, los jarrones de pez se decoran con flores preservadas de Funny How Flowers Do That.

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¿Qué te parece incorporarlas en una elegante corona? En este caso el elemento decorativo es escultural y tiene perlitas en madera, hojas y flores blancas; se trata de Anduza, de Maisons du Monde.

Además, no las pierdas de vista para realizar con estas flores centros de mesa en ocasiones especiales, como durante las fiestas navideñas.

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Sigue la regla del 3

Si vas a combinar distintas variedades, para conseguir un resultado espectacular te recomendamos que emplees tres o, como mínimo números impares: 5, 7… Es lo que hace aquí Hannun con su ramo de flores secas Aneu, compuesto por Broom rosa, Achillea amarilla y Confeti blanco. Dinámico, colorido, este ramillete resulta muy atractivo a la vista también por el distinto tamaño de sus flores.

Obviamente, si lo prefieres, puedes mezclar flores con los dos métodos de conservación pero no frescas, porque estas últimas te pedirán ponerlas en agua.

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¡Crea una bella colección!

Las flores secas resultan económicas y las preservadas, dado al proceso al que son sometidas, por lo general un poco más costosas. En todo caso, con ellas tres, cuatro o hasta una decena de composiciones nunca serán multitud, siempre que cada propuesta ofrezca un colorido o bien textura diferente.
Fíjate además en otro aspecto estético, ¿no necesitarás jarrones ni bases impermeables, al no tenerse que conservar en agua. Unas cestas de fibras o unas cajas de madera pueden ser el recipiente ideal. Y también pueden envolverse en papel, para dar un aire informal al conjunto, como vemos en este comedor de Maisons du Monde.

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El mantenimiento perfecto

Recuerda que son flores naturales sometidas a distintos procesos para capturar su belleza, por lo que serán sensibles a ciertas cosas, como la luz directa, una fuente de calor cercana (como un radiador) o el agua. Para quitarles el polvo en lugar de un trapo húmedo es mejor que emplees una pequeña brocha. Ten especial cuidado con la flor seca, dado que es fácil que se le desprendan hojas o pétalos. Así que haz esta tarea de forma delicada. Si lo prefieres utiliza un secador de pelo con aire frío, pero situado a unos 30 centímetros.

El Broom blanco de la propuesta es de SecondFlor.

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