Cocinas blancas: 10 razones por las que son las más populares

¿Qué tienen las cocinas blancas que enamoran? Es uno de los colores estrella para los muebles, gracias a que no pasan de moda, son muy versátiles y luminosas y tienen la virtud de ampliar el espacio. ¡No es de extrañar que sea una de las opciones más populares al elegir los muebles de la cocina! Aunque las cocinas de color con más personales, también es cierto que se trata de una apuesta más arriesgada. Por eso, si estás pensando renovar la cocina, estas 10 razones te convencerán para decantarte por una blanca. 

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Las cocinas blancas son atemporales

Es lo que tiene el blanco, que nunca pasa de moda. Al elegir una cocina blanca, te aseguras de que, pasen los años que pasen, se mantendrá en tendencia. Y no importa si los muebles cuentan con tiradores, uñeros o sistema push-pull. Una cocina blanca te permitirá disfrutar de un espacio actual, incluso con el rápido cambio de las modas. 

Además, aunque no lo creas, una cocina blanca puede ser también muy personal. La clave está en elegir elementos que dejen que su belleza se luzca. Unos estantes en madera para dar calidez, un antepecho con acabado marmolado, unos tiradores dorados… 

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Es el mejor color para cocinas pequeñas

Porque el color blanco tiene la virtud de ampliar los espacios. Por eso, si tu cocina es pequeña, nuestra recomendación es que te decantes por un modelo con muebles blancos. Puedes incluir pequeñas dosis de color mediante los complementos que lo decoren sin miedo a que roben el protagonismo al blanco de tu cocina. 

Ahora, las cocinas blancas pueden pecar de ser un poco frías. ¿Cómo evitarlo? Con un material tan versátil como es la madera. Una manera de incluirla es en el suelo. Y no tiene que ser madera natural. Hay porcelánicos con acabado en madera que aportan esa calidez visual y que combinan genial con el blanco. 

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Son sinónimo de luminosidad

Por eso son también una buena opción para cocinas que cuentan con poca luz natural o que son cerradas. Una cocina blanca multiplicará toda la luz que reciba, sea mucha o poca. Aunque, si quieres sumar más luminosidad, siempre puedes elegir un acabado brillo, que multiplicará la luz, en lugar de mate o satinado, opciones también muy luminosas, pero que no reflejarán tanto la luz.

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Son muy versátiles

Porque el blanco combina con todo (o con casi todo). Por eso, si quieres darle un poco de color, no te equivocarás elijas el color que elijas, o incluso el material. Así, si quieres un toque más moderno, puedes pintar el antepecho de azul intenso; mientras que si lo que buscas es un matiz más clásico, decántate por uno de color negro. ¿Buscas una cocina blanca con un toque glam? Entonces combina los muebles blancos con una encimera con acabado marmolado y unos tiradores de cocina dorados. Pero también hacen buenas migas con otros materiales, como la piedra, para un toque rústico moderno; la madera, para darle calidez; o el ladrillo visto si buscas un puntito industrial. 

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Pueden ser muy modernas

Aunque el blanco sea un color muy versátil, para darle un punto más moderno, la clave es el estilo de los muebles. En este caso, la mejor opción es decantarse por frentes lisos, evitando todo tipo de florituras, y con tiradores uñeros o push-pull, que no se ven y no restarán protagonismo al estilo de la cocina. Para darle más pureza, lo mejor es elegir también los electrodomésticos panelados, que darán a la cocina un aspecto más limpio y depurado, así como campanas empotradas. ¿Y la calidez? Inclúyela en la decoración mediante tablas de cortar de madera, unos taburetes de fibras naturales, alguna cesta de rafia…

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Pero también rústicas

Relacionamos las cocinas rústicas con pesados muebles de madera, pero el blanco también es una opción para cocinas de este estilo, aunque con un toque más campestre. Para conseguir una cocina rústica, nada como unos frentes acanalados, con tiradores tipo concha (¡tan atractivos!) y una encimera de madera. Así tu cocina se verá atemporal, luminosa y con un puntito rústico que funcionará igual de bien tanto en una casa de campo como en un apartamento urbano. 

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¡E industriales!

Y es que el estilo industrial se caracteriza por dejar los materiales a la vista, como los conductos del aire o el ladrillo visto y el hormigón en las paredes. También el color negro es propio de este estilo que surgió en los años 50 en los lofts neoyorkinos. Pero lo cierto es que este estilo puede ser un poco ‘recargado’ para decorar un piso, por lo que el blanco puede convertirse en tu mejor aliado si no quieres renunciar a la luz. Y no tienes que destinarlo a todos los muebles. Si la cocina es abierta, con una isla de color blanco conseguirás luminosidad y amplitud sin renunciar al una cocina de estilo industrial.  

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O incluso con carácter clásico

Unos frentes de armarios con molduras darán a tu cocina blanca el estilo clásico que andas buscando. Y no solo tienen que estar en los muebles, también puede extenderse por las paredes, dando al blanco un toque clásico muy atractivo. Para potenciarlo, puedes añadir ciertos toques de color mediante accesorios, como los tiradores, la grifería o las lámparas. 

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Son el mejor acompañante de la madera

Puesto que el blanco puede resultar un color un poco frío cuando se abusa de él, nada como incluir la madera en la decoración para que el espacio gane en calidez. Como hemos comentado anteriormente, puedes subir la temperatura colocando este material en el suelo, pero también en algún estante de la cocina, en el sobre de la mesa del office, en la encimera o con complementos como las tablas de madera. 

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Ideales para cocinas abiertas

Cada vez más se llevan las cocinas que no parecen cocinas. De hecho, la madera de nogal es el material más popular actualmente para cocinas abiertas. Pero si eliges un color blanco para los muebles de una cocina lineal y abierta al salón, el resultado hará de punto focal, ampliando visualmente el espacio y fundiéndose con el resto de la decoración con estilo. 

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