Aunque durante el resto del año, lo echas de menos cuando se queda alguien a dormir en casa y tienes que recurrir al colchón hinchable del trastero o ‘desalojar’ a tu hijo más pequeño para que duerma en vuestra cama, cuando llega el verano, muchas veces también durante las Navidades, no solo lo echas de menos, sino que además, lo necesitas porque siempre hay alguien que viene a pasar unos días al apartamento de la playa o la casa de campo. Estas 10 ideas de decoración te ayudarán a elegir el modelo ideal, para que tus invitados estén cómodos y la decoración del salón no se resienta con un mueble que, en la mayoría de las ocasiones, debe sustituir al tradicional.
1. Según el uso
Evidentemente, no es lo mismo que lo uses de forma puntual que ejerza las funciones de cama extra a menudo. Mientras que en el primer caso, puedes apostar por la estética en aras de un menor confort, en el segundo, debe ser muy cómodo, para que tus invitados no terminen con dolor de espalda, resistente y de calidad, para que no sufra el ajetreo de abrirlo y cerrarlo cada día. Así, es recomendable que el relleno de los almohadones sean de espuma HR, para que no pierda firmeza a lo largo de su (larga) vida.
2. Bien acompañado
Y esto no significa que llenes el espacio alrededor de auxiliares, sino que tengas las piezas justas para la vida familiar y que pienses, además, en un lugar para dejar los cojines o los respaldos, cuando sea necesario. Piensa que, durante unas noches, el salón será una habitación de invitados, por lo que no puedes olvidarte de poner una mesa auxiliar cerca que haga las veces de mesita de noche, o una silla a modo galán o descalzadora.
3. Tan cómodo abierto… ¡como cerrado!
Aunque durante el verano lo usarás muchas veces como cama extra para invitados y familiares, lo habitual es que esté más tiempo cerrado, ejerciendo las funciones propias de un sofá. Es decir, ofreciendo un asiento cómodo, amplio y confortable donde ver la televisión, relajarse después de comer o echarse una siesta. Para que, en modo cama, resulte cómodo el colchón debe ser alto, a partir de 18 cm empieza a parecerse a la del dormitorio. Por cierto, no olvides nunca el lugar que le corresponde en la decoración del salón.
4. Fácil de convertir
Necesitas que tu sofá cama sea fácil de abrir y que no tengas que realizar un cursillo cada vez que lo usas porque se te ha olvidado cómo lo hiciste la última vez. El sistema cli-clac o tipo libro es el más sencillo ya que basta con empujar el respaldo y que se abra. Ten en cuenta, eso sí, que no es igual si se abre hacia delante o desde el respaldo, ya que en este caso requerirá un espacio extra detrás para no tener que moverlo cada ve que lo abras.
5. Que entre bien y sin estrecheces
Y no haya que hacer un 'Tetris' cada vez que tengas que abrirlo. Muchas veces quieres que sea tan grande y amplio que se te olvida que ha nacido para ser una cama y que necesita espacio suficiente delante para poder abrirlo sin necesidad de sacar todos los muebles y distribuirlos por el recibidor y otras habitaciones. Esto supondrá, además de un desbarajuste en la vida familiar, que te dé pereza usarlo como cama y que hayas hecho un gasto poco práctico a la larga. Lo ideal es que haya libre unos 60 cm alrededor para moverse cómodamente.
6. Que comparta estilo con el salón
Se trata de un mueble de salón, en la mayoría de las ocasiones, por lo tanto, su diseño y tapicería debe encajar con el resto de la decoración y formar parte de ella. No se trata de una pieza que puedas ocultar, por lo tanto debe ir acorde con las piezas que le rodean, como la mesa de centro y las cortinas, y no desentonar. Aunque las fundas pueden ser una opción, no abuses de ellas, ya sabes que nosotras no somos partidarias de su uso y que es difícil encontrar una que encaje.
7. Poco voluminoso
En las segundas residencias no suelen sobrar los metros, ya que se trata de apartamentos en la playa o casitas en el campo, por lo tanto es preciso elegir un modelo a la medida del espacio. De manera que, no ocupe todo el salón ni sea tan voluminoso que parezca un pegote, en lugar de un mueble bonito. No decimos con esto que tengas que elegir un diseño XS, que los hay y pueden ser una alternativa, sino que procures que su tamaño impida crear un salón moderno y funcional.
8. Resistente y para muchos años
Aunque se use como cama, debes tener en cuenta que se trata del sofá del salón, por lo que debe contar con una buena estructura de calidad, unas patas bien fijas a una base de madera o de acero y una tapicería a prueba de manchas, niños y mascotas, con al menos 30.000 ciclos de Martindale (la prueba de resistencia de las tapicerías). Es importante que tengas en cuenta que, los modelos que tienen el colchón escondido duran más tiempo, ya que no ‘sufren’ el trote diario.
9. Convertible
Y con capacidad de ‘Transformers’ donde puedan dormir una o dos personas, tener ‘chaise longue’ para que se pueda usar solo una parte, contar con un arcón contenedor para guardar los almohadones… Aspectos que facilitan la convivencia con las otras piezas del salón y, al mismo tiempo, hacen la estancia más sencilla a los invitados y, de paso, a ti como anfitriona.
10. Con la cama hecha
Puestos a elegir, adquiere el modelo que te lo ponga más fácil y haga que no te dé ninguna pereza abrirlo. La apertura italiana es nuestra preferida, ya que tiene el colchón dentro y no tienes que quitar asientos ni respaldos. Además, tiene la cama hecha para que no tengas que poner y quitar sábanas todos los días y tus invitados tengan la sensación de que no duermen en el salón, sino en un dormitorio.
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