Inodoro accesible
La tecnología puede ser una gran aliada a la hora de crear un baño versátil, apto para su uso cómodo para todos los miembros de la familia, también los de más corta edad. Es el caso de la solución Easy Move, que propone la firma portuguesa Oli, y que permite variar la altura de un inodoro usando un mando a distancia. Compatible con todos los modelos de inodoros suspendidos disponibles en el mercado, esta estructura motorizada permite un ajuste en altura de hasta 15 cm, comenzando con una altura mínima de 40 cm, que simplifica así el uso del inodoro por parte de los niños.
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Un lugar para dejar volar la imaginación
Un baño atemporal y en colores neutros es perfecto para disfrutarlo durante mucho tiempo solo cambiando los accesorios, aunque quizá no es lo más atractivo para tus hijos. Adáptalo a sus gustos mediante gestos sencillos como colocar unos vinilos con motivos coloristas, como estos de Tenvinilo para la mampara de la ducha que nos traslada al fondo marino o aventuras de alta mar.
Preparados para aguantar especiales condiciones de humedad, los vinilos ofrecen incluso la posibilidad de personalizarlos con mensajes específicos. Es una propuesta efectista, económica y que, además, no requiere obra alguna.
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Todo siempre a su alcance
Si quieres que el baño de los ‘peques’ se mantenga ordenado, es importante disponer de elementos para ello a los que puedan alcanzar con facilidad, no solo para tomarlos sino también para guardarlos tras su uso. Los accesorios son especialmente prácticos en este sentido y, muy especialmente, los diseñados para fijarse a las paredes sin necesidad de taladrar, como los de la serie Tisken de Ikea.
Realizados en plástico, usan ventosas que ofrecen una sujeción firme sobre superficies lisas y lo mejor es que pueden ir variando su altura a medida que vayan creciendo o cambien sus necesidades.
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Una práctica ducha
Cuando ya son más mayorcitos, el plato de ducha es la opción más práctica, sobre todo si de nuevo el material es higiénico y antideslizante y si, asimismo, está equipado con una mampara especial pensada para su uso.
En el ambiente vemos un modelo de la serie Duscho Familia, de Duscholux, con puertas fraccionadas y abatibles 90º, que permiten un cómodo accionamiento incluso por parte de los niños y hacen posibles echarles una mano desde fuera durante la ducha con solo abrir la sección superior. Además, cuentan con cristales securizados (es decir, si se rompen por un fuerte golpe lo harán en pequeños pedazos, para no dañar al usuario), para una total tranquilidad de uso.
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Una bañera cómoda y segura
Para los niños más pequeños, una bañera es el equipamiento perfecto para su higiene diaria, ya que permite convertir la hora del baño en un momento de juego y relajación. Aunque nunca hay que dejarlos sin supervisión, para evitar posibles accidentes, contar con un modelo de bañera antideslizante y con asas incorporadas aportará una mayor garantía de seguridad, que se verá reforzada con la elección de una grifería termostática en la que el cuerpo se mantiene siempre frío, como esta de la gama Croma E de Hansgrohe. Además, la tecnología SafetyStop del mango del termostato asegura que no salga agua caliente de forma inesperada y elimina el peligro de quemaduras.
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Que fomenten su autonomía pero que sean seguros; que resulten estimulantes pero que también sean capaces de adaptarse a sus distintas (y veloces) etapas de crecimiento e intereses; y, por supuesto, que no requiera estar haciendo obras cada dos por tres. Son muchos los requisitos que plantea un cuarto de baño pensado para los más pequeños de la casa, aunque, el primero y fundamental, es intentar ver el espacio con sus ojos (y su altura). Toma nota de estas claves para crear un espacio adaptado a sus necesidades y capaz de evolucionar con ellos. Así se diseña un baño infantil con acierto.
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El asiento, que sea ergonómico
El primer paso es dejar atrás los pañales y luego, el orinal. Y sí, aprender a ir al baño sin ayuda es todo un hito en el crecimiento de los niños, que puedes favorecer con un equipamiento ajustado a sus necesidades. Por supuesto, hay inodoros especialmente diseñados para uso infantil, aunque, lo verdaderamente importante, es que cuenten con un asiento adaptable, como los que propone Ideal Standard en su serie Contour 21. Realizado en resistente material Duroplastic, está disponible tanto en blanco como en rojo, azul y amarillo e incorpora unos prácticos asideros a los lados.
Además, puede combinarse con el pulsador de la cisterna empotrada a juego, para un acabado más decorativo.
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Equipamiento a prueba de golpes
Resbalones y caídas son algunos de los accidentes más habituales en los cuartos de baño que, en el caso de los niños y las niñas, pueden multiplicarse por el uso de alzadores o la necesidad de llegar a objetos de difícil alcance. Elegir pavimentos antideslizantes y taburetes con buena adherencia es el primer punto para evitarlos, aunque, si quieres un extra de seguridad, siempre puedes decidirte por un lavamanos con un cierto grado de flexibilidad, como el modelo Bounce de Ever Life Design, fabricado en poliuretano. Para garantizar la seguridad en el baño también destaca su silueta: de líneas suaves y sin ángulos marcados.
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Complementos funcionales
Aparte de que para ellos resulte fácil acceder a la apertura y cierre del agua, también lo es que el chorro de agua esté a mano. A este efecto puedes incorporar extensores en el grifo, generalmente fabricados en silicona. Este de Boori destaca por su divertida forma de cangrejo y la animada combinación de colores.
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¿Cómo tiene que ser un grifo para niños?
Aunque los grifos monomando son fáciles de usar, no está de más hacerse con un modelo que incorpore algunas prestaciones extra como, por ejemplo, apertura siempre en frío (que, además, ayuda a ahorrar energía pues cuando el grifo está en posición central, se abre siempre con agua fría, evitando el innecesario encendido del calentador) o protección contra quemaduras mediante un ajuste personalizado de la temperatura máxima.
La grifería de la línea O Novo Kids, de Villeroy & Boch, no solo cumple estos requisitos, sino que ofrece un manejo sencillo e intuitivo gracias a su mango ergonómico especialmente diseñado para niños en tres alegres colores: rojo (Cherry Red), amarillo (Sunshine Yellow) y azul (Ocean Blue).
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Da la vuelta al taburete de toda la vida
El clásico escalón para que nuestros ‘locos bajitos’ alcancen la altura de los muebles de baño convencionales se ha diversificado hasta adoptar todo tipo de formas y colores especialmente pensados para ellos. ¿No quieres otro trasto dando vueltas en un baño pequeño? Hazte con un mueble que lo integre en su estructura, como este de la serie Aqua e Sapone de la firma italiana Birex. Cuando ya no le haga falta a tu hijo, basta con darle la vuelta y se convierte en un práctico contenedor para guardar artículos de higiene o toallas.
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Su primer lavabo Montessori
Si no deseas pasar por tener que emprender obras al cabo de pocos años, pero quieres que el baño sea un espacio tan a su medida como a la tuya, hay muchas opciones que puedes ir incorporando en las distintas zonas de uso. Por ejemplo, puedes instalar junto al lavabo un módulo de higiene inspirado en la filosofía educativa Montessori como este de #lavieenROS, de la firma de muebles Ros. Fabricado con melamina hidrófuga para que no se estropee con las salpicaduras, lleva una cubeta de plástico para rellenar con agua y tirarla cuando termine su uso y un espejo de polimetil metacrilato totalmente irrompible y homologado para el uso en productos infantiles. Equipado con ruedas y sin conexión a la toma de agua, cuando ya no sea necesario en el baño, basta con reubicarlo en su dormitorio infantil.
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En miniatura y con diseños especiales
Son muchas las firmas que ofrecen colecciones de equipamiento para el baño específicamente diseñadas para niños. Generalmente, incorporan sanitarios de tamaño reducido y accesorios que facilitan su uso por parte de los ‘peques’, así como acabados coloristas y que llamen su atención.
Es el caso del ambiente de la propuesta, con lavabos en forma de flor de la colección Florakids de Laufen, disponibles en blanco, rojo o verde.
Sus ventajas son indiscutibles en sus primeros años de vida, aunque también hay que tener presente que, antes de que nos demos cuenta, esa etapa habrá pasado y nos encontraremos con un baño en miniatura que habrá que reformar para adaptarlo a las nuevas dimensiones, habilidades y gustos de nuestros hijos.
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