Muchas viviendas modernas son algo frías, con arquitectura brutalista o de formas rotundas y fachadas que emplean materiales como el cristal, la piedra de color gris, el hormigón o el metal (aunque sea en su versión oxidada). Para contrarrestar este efecto se suele recurrir a mobiliario y elementos de sombra (como estas sombrillas prácticas y con el mejor diseño) que aporten una nota de calidez y de estilo a los exteriores. Pero ¿cómo deben ser los jardines que acompañen a estas casas? El paisajista de Lansdcapers (landscapers.es) Francisco Díaz Ramos, ofrece todos estos consejos para aportar calidez a los exteriores.
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Claves de estilo
Francisco considera que pueden aportar calidez mediante un colorido cálido. Propone, por ejemplo, jugar con algún revestimiento en suelo, o con algunos detalles en pared en materiales naturales.
Asimismo, combinar plantas de distintas texturas rompe las líneas duras, y estratégicamente colocadas pueden aportar calidez sin perder la esencia del proyecto.
En este ambiente amueblado con piezas de Maisons du Monde, este jardín secreto cuenta con una alfombra que viste y arropa el suelo y decoraciones espléndidas con plantas entre las que destacan las de porte colgante, que seducen por su cascada natural lánguida.
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Los árboles que mejor encajan
El paisajista de Landscapers comenta que, “con este tipo de arquitecturas utilizamos los olivos (Olea europaea) centenarios. En el otro extremo, nos gusta emplear árboles propios de los jardines zen, como el arce japonés (Acer palmatum) en cualquiera de sus variantes”. Por último, unos buenos ejemplares de guillomos (Amelanchier lamarckii) pueden ser espectaculares en estos ambientes.
En la foto, un olivo centenario dispuesto a ser el centro de atención del proyecto de paisajismo.
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Así debe ser el pavimento
Las texturas en el suelo son un buen sistema para romper con estos estilos fríos, pero sin perder el espíritu del proyecto. “Para nosotros es muy importante que los distintos materiales que aportan estas texturas estén muy marcados. Para ello usamos separadores metálicos preferentemente, en lugar de plásticos. También utilizar bordillos de pizarra natural aporta textura y separación a la vez”, afirma el diseñador de exteriores.
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En cuanto a materiales, se pueden mezclar gravillas cambiando calibre y color (como se aprecia en la imagen), maderas, pasos de piedra u hormigón, césped o plantas tapizantes. Y añade, “últimamente estamos proponiendo también jugar con aceros en el suelo en zonas que no sean de paso. Esto nos permite seguir en la línea brutalista, pero como elemento conector entra un estilo más conectado a la naturaleza”.
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Acertar… ¡a todos los niveles!
El suelo está en lo que se denomina nivel bajo del jardín, pero en los niveles medios y altos, ¿qué funciona bien en estos casos? De igual modo, aportar texturas con plantas. Si son lugares muy a la vista, la iluminación indirecta puede crear una atmósfera muy teatral que haga que la propia arquitectura brutalista pase más desapercibida. Además, resulta recomendable trabajar con luces cálidas.
En la imagen la lámpara de exterior es el modelo Akane, diseño de Pepe Llaudet para Faro Barcelona. Se trata de un diseño de inspiración oriental con pantalla de fabricación artesanal en polipropileno.
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Aportar color si domina el blanco, el gris o el negro
En estos casos, el paisajista aconseja apostar por plantaciones de la misma especie, o lo que es lo mismo, monoespecíficas. Y sugiere el verde del pitósporo enano (Pittosporum tobira nana) u otras plantas verdes de crecimiento contenido.
Y si tenemos gravillas oscuras o elementos de tonalidades fuertes, se puede jugar con hiedras, o el rojo de las hojas de algunos árboles de hoja caduca, como el arce ‘sango kaku’ (Acer palmatum 'sango kaku'). Otra planta que da buen contraste “negro-rojo” es la nandina (Nandina gulf stream), que mezclada con agracejo rojo (Berberis atropurpurea nana), consigue que tengas rojo todo el año.
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Conseguir intimidad y sombra
Cuando se desea conseguir privacidad y rincones sombreados, lo primero que hay que hacer es definir con el usuario del jardín su capacidad de mantenerlo. No es lo mismo ocuparse de setos de jardinería topiaria, que realizar diseños informales con plantas rústicas. Todo depende de cómo se pueda cuidar el jardín y con qué medios (personalmente o llamando a jardineros). “Una vez sabes el rango de mantenimiento puedes definir estos elementos”, señala Francisco.
En la propuesta, los setos de este jardín decorado con una estatua no precisa de podados constantes.
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El diseño de las vallas
En cuanto a vallados, una buena idea puede ser utilizar materiales naturales pero que sigan en la línea del alma del proyecto arquitectónico. Siempre se percibirá como más acogedor. Si encima dispones unas trepadoras aleatoriamente y las dejas que vayan colonizando el vallado, tendrás la sensación de estar en un espacio ‘duro’, pero que está siendo conquistado por la naturaleza. Como en la propuesta, en un proyecto conjunto de Lanscapers y +Fotogénica.
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Respecto a los setos, “hay una caña que utilizamos como separadora de ambientes y que se adapta muy bien a este estilo. Hablamos de la cola de caballo (Equisetum hyemale). Es una planta durísima y resistente que, además, si consigues matarla vuelve a brotar. Lo malo de esto es que hay que plantarla confinada en una jardinera enterrada (si la quieres en el suelo) para que no te invada el resto del jardín”. Si se planta habrá que hacerlo siguiendo los consejos de Francisco para que esta especie invasora no se haga dueña y señora del jardín.
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Relajante agua
Todo lo que sea aportar naturaleza a estos entornos les hará cobrar vida, y con ello calidez. Así que resulta muy adecuado incorporar fuentes. Dan mucho juego ya que se pueden hacer a medida en acero para no desentonar con la arquitectura, pero ayudarte a desconectar y relajarte con el sonido de los chorros, como vemos en la propuesta, en un proyecto de Landscapers en el que, aparte, encontramos bordillos de pizarra y distintas texturas en el suelo.
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En cuanto a las piscinas, por sí solas pueden ayudar a suavizar ese brutalismo o arquitectura dura y fría, aunque sobre todo lo logran si se añade alguna planta en su perímetro. Estos ejemplares botánicos se van a reflejar en la lámina de agua y van a aportar muchísima profundidad al conjunto arquitectónico. En esta vivienda donde el hormigón es protagonista, The Room Studio apuesta por plantas muy variadas alrededor de la piscina, como las gramíneas de estética vaporosa situadas tras las hamacas.
Otras estructuras que funcionan bien en estos ambientes son los jardines verticales con fuente. “Bien diseñados se pueden percibir minimalistas y la verdad que la imagen del agua saliendo de una pared vegetal te transporta directamente a un entorno natural”, concluye Francisco.
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