Las plantas son grandes aliadas de la decoración de interiores, dan un toque de color, aportan vitalidad, decoran las estancias, purifican el aire y aportan frescura con su sola presencia. Pero, además, hay especies que ayudan a reducir la temperatura de casa, creando una especie de microclima más fresco que el del exterior. Con esto, no decimos que hagan milagros, sino que aportan su granito de arena, como hacen el aire acondicionado o el ventilador de techo, a tu bienestar, creando una atmósfera más agradable durante los meses de verano. ¿Cómo lo logran? Por un lado, con su sola presencia, al crear un vergel (evidentemente la sensación no es la misma con un único ejemplar) ya logras cierta sensación de frescura y después por el propio proceso de fotosíntesis en el que, al liberar oxígeno y vapor de agua, purifican el aire y dan frescor.
Condiciones favorables
Evidentemente, además de la especie, influyen ciertas condiciones como el número de ejemplares y las dimensiones de la habitación. Aunque no se trata de abarrotar la estancia de plantas, tampoco se trata de colocar una sola y pensar que ya está todo solucionado. Cuantos más metros, más plantas serán necesarias. Y mejor grandes y frondosas que pequeñas y poco exuberantes.
Relacionado: Cómo integrar las plantas en la decoración para que sean las 'reinas' de la casa
Ficus
Estamos ante una de las plantas con más tirón dentro de casa, especialmente el Lyrata una auténtica estrella en Instagram, sin olvidar el benjamina y el elástica, dos clásicos de las viviendas actuales. Al llenar de oxígeno tus estancias, reduce la temperatura, al mismo tiempo que elimina toxinas, proporcionando un aire más limpio. Como se trata de una especie tropical, les encanta el sol, aunque no directo, y disfrutan con un ambiente cálido. La clave para que crezca feliz, algunos pueden alcanzar los dos metros, está en el riego. Este debe ser moderado en invierno, basta con un día a la semana, y más frecuente en verano, dos días. Además, agradecerán que pulverices sus hojas con agua templada durante los meses más calurosos.
Relacionado: Así debes cultivar el ficus para que crezca espectacular
Areca
Esta popular palmera es una buena aliada para reducir la temperatura y crear una especie de selva en tus interiores, ya que absorbe el aire caliente, regula la temperatura del ambiente y controla la humedad. Además es, según un estudio de la NASA, la mejor planta para purificar el aire, debido a que elimina, entre otras sustancias, el tolueno y el xileno (compuestos nocivos presentes en ciertos productos de uso doméstico). Aunque le gusta el sol, procura ubicarla en un rincón en semisombra donde los reciba, pero no de forma directa. Le encanta el agua, por lo que debes regarla de forma abundante, hasta tres riegos semanales en verano, siempre que mantengas el suelo sin encharcar, para lo que puedes colocar en el fondo de la maceta, guijarros o grava. Vigila sus hojas, es la mejor manera de controlar su estado. Si cambian de verde a amarillo. actúa deprisa para atajar el problema en sus inicios.
Relacionado: La areca, una preciosa palmera tropical para tu casa
Sanseviera
La sanseviera o o lengua de suegra es una de nuestras plantas preferidas, ya que es tan fácil de mantener que sobrevive, incluso, si te olvidas de ella. Además, es una auténtica ‘tres en uno’, ya que produce gran cantidad de oxígeno por lo que refresca, humidifica y limpia el aire. Necesita poco agua, evitando siempre que el sustrato se encharque, y no tiene problemas de adaptación, ya que se amolda a la temperatura del ambiente, sin hacer ruido ni causar problemas. Aunque le gusta la luz indirecta, sobrevive en ambientes con poca luz, baños incluidos.
Espatifilo
Muy decorativa, la virtud del espatifilo, cuna de Moisés o lirio de la paz va mucho más allá, ya que absorbe el exceso de humedad de otras plantas, logrando un clima agradable, libre de moho. Motivos por los que la NASA la eligió como una de las cinco mejores especies para purificar el aire. Le encanta la luz, aunque no el sol directo, es fácil de cuidar (ideal para principiantes) y necesita un riego moderado, más abundante en verano, para tener la tierra siempre húmeda. Eso sí, es tóxica para las mascotas, así que vigila dónde la colocas.
Relacionado: Consigue un espatifilo espectacular con estos cuidados
Poto
Una de sus mayores virtudes, además de la decorar, es su capacidad para purificar el aire. Resistente y fácil de cuidar, parece que crece sola, siempre que no reciba el sol directo y la riegues con moderación, dejando secar el sustrato entre riego y riego. Perfecta para colgar, luce perfecta en un macetero colgante de fibras vegetales, en la estantería del salón o sobre un mueble bajo.
Relacionado: Poto, una planta de interior muy fácil de cultivar para alegrar la casa
Aloe vera
Esta planta lo tiene todo: posee propiedades curativas, entre las que destacan sus cualidades calmantes e hidratantes, purifica el aire, regula la temperatura, evitando el recalentamiento de los espacios y, por supuesto, decora y aporta un toque ‘salvaje’, que personaliza cualquier estancia. Sin olvidar que es muy fácil de cuidar, le gusta la luz y se conforma con tan poco agua, basta regarla una vez cada 15 días. Por cierto, la bebida de aloe es perfecta para deportistas, debido a sus muchos nutrientes.
Cinta o malamadre
Muy agradecida, la cinta, también llamada malamadre o lazo de amor, es una de las plantas de interior, aunque también puede colocarse en la terraza o el balcón, más sencillas de cuidar. Además de por sus largas hojas puntiagudas, destaca por su capacidad para reducir la humedad, por lo que es perfecta para baños y cocinas, y por su acción purificadora, capaz de absorber hasta un 95% de monóxido de carbono del ambiente. Adora la luz y se trata de una especie fácil de multiplicar, por lo que podrás llenar tu casa con ella, sin apenas darte cuenta.
Relacionado: Cinta, lazo de amor o malamadre: una planta resistente, ideal para principiantes
Helecho
Al pensar en los helechos, siempre piensas en bosques o en un ambiente húmedo y fresco y no te equivocas, porque actúa como un humidificador natural, absorbe el calor y purifica el aire. Eso sí, necesita agua (si es de lluvia o ha reposado 24 horas, mucho mejor) para lucir bonito y frondoso y potenciar al máximo sus virtudes, y un rincón a salvo de corrientes de aire y de temperaturas extremas, alejado tanto de los radiadores como de los aparatos de aire acondicionado.
Relacionado: Todas las claves para cultivar helechos como plantas de interior