De todas las plantas que puedes cultivar en verano, las aromáticas son de las más apetecibles. Además de ser resistentes y fáciles de cuidar, aportan al jardín todo un repertorio de sensaciones gracias a su belleza, a su rico perfume y a su apariencia campera y natural.
Un rincón de campo
Son frescas y naturales, con un aspecto silvestre que nos encanta. Las plantas aromáticas, en general todas ellas, poseen un aire muy natural que resulta perfecto en cualquier jardín.
Si las incluyes en alguna zona adecuada, te seducirán con su aroma. Además, el verano es la época ideal para cultivarlas. Solo tienes que planificar si quieres sembrarlas en grupo, en un rincón determinado o emplearlas para crear borduras que delimiten una zona del jardín. Sea como sea, lucirán muy atractivas.
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Perfectas en jardines naturales
Hay mil estilos diferentes de jardín, en función de numerosos factores. El clima, el factor geográfico, la extensión del terreno o sus características, el tipo de suelo, el estilo que queramos darle al espacio exterior…
Las plantas aromáticas son perfectas para jardines de estilo mediterráneo, ya que las características de estos van perfectamente con la tipología de estas plantas. Como son resistentes y poco exigentes, también tienen cabida en jardines de bajo mantenimiento.
Se integran de maravilla en espacios verdes de aire silvestre y natural, aunque también pueden encajar en jardines clásicos, siempre que las plantemos siguiendo una estructura ordenada y crezcan en zonas delimitadas.
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Ventajas de cultivar aromáticas
No podrías haber tomado una decisión mejor que la de hacerle un hueco a las aromáticas en tu jardín, ya que su cultivo tiene un sinfín de beneficios.
- Para empezar, tu jardín se llenará de aromas ricos y embriagadores que durarán todo el verano.
- Se trata de plantas que atraen a los insectos polinizadores, lo cual es un gran beneficio para tu jardín y para el ecosistema.
- Algunas aromáticas como la hierbabuena son capaces de alejar las plagas, por lo que tu jardín estará más sano.
- Te proveerán de riquísimos y frescos condimentos para cocinar. ¿Se puede pedir más?
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Encuentra el lugar adecuado para ellas
Aunque son plantas muy resistentes a las que no tendrás que hacer mucho caso, sí necesitan ciertas condiciones básicas para crecer y desarrollarse. Una de las más importantes es la exposición solar. La mayoría de ellas necesitan unas 6 horas de sol para estar saludables. A la hora de elegir una ubicación para tu rincón de aromáticas, busca un espacio muy soleado.
Cómo plantar las aromáticas
Una vez que ya hayas decidido la ubicación de las aromáticas, llega el momento de plantarlas. Puedes hacerlo a partir de semillas, aunque es más rápido partir de pequeñas plantas que puedas trasplantar al jardín.
- El primer paso consiste en asegurarte de la calidad del terreno. No debe estar demasiado compacto, ya que el drenaje no sería el adecuado. Puedes tratar de mejorarlo añadiendo estiércol o arena. Ten en cuenta que este punto es esencial, ya que las aromáticas no toleran los encharcamientos.
- Haz agujeros de plantación lo suficientemente grandes como para que quepa el cepellón de la planta. Se muy cuidadoso con las raíces para evitar que se deterioren.
- Una vez hayas colocado la planta rellena con tierra y presiona ligeramente. Riega abundantemente.
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Haz grupos según sus características
Hay muchas formas de establecer la estructura que tendrá nuestro rincón de aromáticas en el jardín. Una forma lógica de agrupar las plantas es hacerlo según las necesidades de riego que tengan, de forma que sea más sencillo si cabe cuidarlas. A la hora de regar, todas necesitarán la misma cantidad de agua. Para ello es importante conocer cuáles son las necesidades hídricas de cada especie.
La composición más decorativa
El color de las plantas y su tamaño pueden ser también criterios que nos sirvan para crear la composición perfecta en nuestro rincón de aromáticas.
Juega con los tonos de verde de las hojas y con los colores de las flores para crear grupos de plantas. También el tamaño es una cuestión a tener en cuenta. En general, siempre es recomendable colocar las especies que más crecen detrás y delante las que son más pequeñas, ya que así todas se benefician de una mayor exposición solar.
Un consejo: intercala plantas de hoja verde y otras de flor, como la lavanda, para crear espacios dinámicos y dotarlos de interés visual.
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¿Y si las cultivas en maceta?
Plantar las aromáticas en contenedor puede ser una buena idea por varios motivos. Para empezar, podrás trasladarlas de un lugar a otro para disfrutarlas donde quieras. Además, crear un conjunto de macetas de hierbas puede resultar muy atractivo.
Es la solución perfecta para ciertas especies como la menta (Mentha x piperita), ya que es bastante invasiva y de esta manera la tendrás bajo control, limitando su crecimiento y propagación. Otras aromáticas perfectas para cultivar en maceta son la albahaca (Ocimum basilicum), el perejil (Petroselinum crispum) y el tomillo (Thymus vulgaris). ¡Úsalas en tu cocina!
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Las mejores aromáticas de flor
Aunque muchas plantas aromáticas no son de flor, hay otras especies que sí florecen de forma atractiva y especial. Entre las aromáticas de flor destaca la lavanda (Lavandula angustifolia) que se llena de flores de color malva azulado en primavera y destila una fragancia intensa y muy especial.
También merece la pena cultivar eneldo (Anethum graveolens) por sus pequeñas flores amarillas dispuestas en umbelas. Otra aromática que florece en primavera es el tomillo (Thymus vulgaris). Sus flores, de color violeta y a veces blanco, surgen en racimos de gran belleza.
La salvia (Salvia officinalis) se llena de flores acampanadas de color azul a finales de la primavera. El cebollino (Allium schoenoprasum) hace gala de unas atractivas flores rosadas, mientras que el romero (Rosmarinus officinalis) y la hierbabuena (Mentha spicata) también florecen en verano.
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