Trucos para que tus geranios luzcan espectaculares a pesar del calor

Las predicciones meteorológicas así lo están anunciando: nos espera un verano con días de mucho calor. De hecho, en algunas zonas de España se puede hablar ya de la primera ola de calor del verano. Ante la llegada de las altas temperaturas, es normal que nos preocupemos por realizar un buen mantenimiento de nuestras plantas para procurar que sobrevivan lo mejor posible ante el aumento de los termómetros. Es verdad que los geranios son de las plantas que mejor resisten las altas temperaturas, sin embargo, no está de más conocer algunos trucos para que estén bonitos en verano, precisamente cuando tienen una floración más espectacular.

El geranio es la planta del verano

Protagonistas de la decoración de terrazas y balcones, el geranio recupera su esplendor, aunque quizás nunca lo había perdido del todo, y el favor de muchos paisajistas como Fernando Pozuelo que reivindican su encanto, especialmente de variedades de olor, la gitanilla o las tapizantes. Estamos ante una planta resistente tanto a la sequía como al calor, muy fácil de cuidar, por lo que es perfecta para ‘jardineros’ principiantes. Tampoco podemos negarles su valor decorativo tanto colgando de la barandilla como ‘subidos’ a la pared como sobre un mueble o creando un colorido rincón. Por eso si eres una fan declarada de esta especie, la tienes en todos los colores y quieres que luzca bonita en los meses estivales, toma nota de estos consejos de experto.

Un 'todoterreno'

En los días calurosos y las noches tropicales, la evaporación aumenta. Si el suelo está demasiado seco, el metabolismo se detiene. Las plantas florecen y crecen más débilmente de lo que deberían. Si el suelo permanece seco durante mucho tiempo, tienen que recurrir al agua almacenada. Se vuelven flácidas porque el suministro se agota y la presión celular interna disminuye. Si esta condición (plasmólisis) dura demasiado tiempo, ya no se puede revertir. Sin embargo, los geranios pueden soportar sequías temporales sin sufrir daños permanentes porque sus tallos y hojas carnosas almacenan agua. Por eso, esta especie, originaria de Sudáfrica, es una magnífica embajadora veraniega.  

Riega a su debido tiempo

Los geranios necesitan agua para florecer y crecer, pero sin abusar. Por eso es importante asegurarse de que la tierra está suficientemente húmeda. “Si el abono está fresco, no es necesario regar. Si está seco y caliente, echa mano de la regadera. Que la tierra se esté separando del borde de la maceta, es una llamada de socorro en toda regla”, afirman desde Pelargonium for Europe. Respecto a cuándo regarlos, mejor por la mañana o a última hora de la tarde, para que la planta aproveche mejor la humedad y evitar que el agua se evapore rápidamente. Un consejo: evita el agua fría del grifo.

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Cómo regar

La clave está en regar directamente en las raíces y evitar que la tierra se seque o se empape completamente. Para ello, “lo mejor es sujetar la boquilla de la regadera entre las plantas, muy cerca del suelo, para que el agua llegue donde es necesaria. Resulta más fácil plantar en recipientes con depósito. Así, solo hay que llenarlo y los geranios se sirven solos. Piensa que el exceso de agua debe poder escurrirse, pero la tierra seca también necesita tiempo para hincharse. El geranio no absorbe bien el agua, por eso recomendamos hacerlo a sorbos”, dicen desde la iniciativa de marketing de los criadores europeos de geranios.

Cuánta cantidad

El objetivo debe ser empapar la tierra. Para lograrlo “añade aproximadamente un diez por ciento del volumen de la maceta en cada riego. En concreto, esto significa que una jardinera de 80 cm de largo necesita unos 2,5 litros”, señalan desde Pelargonium. Si quieres saberlo con exactitud, en Internet puedes encontrar varias calculadoras de volumen para diferentes formas de maceta que te ayudarán a determinar la capacidad exacta. Otra fórmula que funciona es utilizar simplemente un vaso grande de agua por planta como regla general.

Y ¿si está en una zona de sombra?

En el caso de que tus geranios estén en un lugar a la sombra o protegidos bajo una sombrilla o una pérgola, lo más conveniente es reducir el agua. Otros factores para regarlas con menos frecuencia son el material y el color de las macetas. Así, las de color claro se calientan menos que las oscuras y las de arcilla vidriada evaporan menos humedad que las no vidriadas.

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Si la tierra es buena…

La cantidad de agua cambia. “La calidad del abono para macetas influye en gran medida en la cantidad de agua disponible para los geranios. Un buen compost retiene muchas veces su propio peso en agua y sigue siendo estructuralmente estable, gracias a una proporción equilibrada de poros gruesos y finos. Por tanto, uno de alta calidad es bueno para las raíces”, indican desde Pelargonium for Europe.

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Fertiliza adecuadamente

El universo de los fertilizantes es muy variado y debe ajustarse a cada especie, ya que cada planta necesita uno distinto. Debido a la alta tasa de evaporación en épocas de calor, desde Pelargonium for Europe lo tienen claro “es mejor abonar dos veces por semana con la mitad de la dosis de abono líquido que una vez con la cantidad completa. Recuerda no verter nunca abono líquido en un suelo seco, ya que puede dañar las raíces”. 

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Manual de cuidados

Los geranios aman el sol, incluso el del mediodía. Por eso, cuanta más luz reciban, más abundantes serán sus flores. Para certificar que reciben luz por todos los lados, gira tus macetas 90 grados cada semana. Otra buena idea es podarlos y ‘limpiarlos’ a menudo, recortando los brotes y las hojas muertas. De esta manera, las nuevas flores podrán salir con más fuerza.

Ración de nutrientes extra

Los geranios tienen una gran necesidad de nutrientes, por lo que nunca tienen suficiente. Una buena idea, además de un abono prefertilizado durante las primeras semanas, es enriquecer el agua con uno líquido o uno de liberación lenta. También puedes crear tu propio fertilizante: “Los posos de café son un magnífico abono natural, ya que contienen la mezcla justa de potasio, nitrógeno y fósforo. Para hacerlo en casa, disuelve una pequeña cantidad de café en agua (una cucharada por cada 10 litros) o seca los posos y mézclalos con cuidado en la tierra, alrededor de las raíces”, aconsejan desde Pelargonium for Europe.

Haz esquejes

Si eres una fan declarada de esta planta y nunca tienes suficientes, porque se te ocurren mil y una manera de incorporarlas a la decoración de tu terraza o balcón, haz esquejes. El verano, o al final del invierno, es un buen momento para hacerlos. Para ello, selecciona los tallos más sanos y gruesos y corta esquejes de 8-10 cm de longitud, justo por encima de donde brotan las hojas. Clava dos o tres en macetas con turba y arena y no los cubras. 

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