Esta cocina lo tiene todo. No es ni demasiado grande ni lo suficientemente pequeña como para tener que prescindir de algo fundamental. Su planta cuadrada ha permitido distribuir el espacio y crear diferentes zonas que encajan. Cuenta con espacio de trabajo y almacenaje, una península que se convierte en barra y un confortable y actual office. Al propietario de esta cocina "no solo le gusta disfrutar de las mejores recetas, sino que además le encanta llevarlas a cabo él mismo", como explican desde Mugarri Interiorismo, estudio artífice del proyecto.
Con muebles en blanco y detalles en color negro
"Antes siquiera de comenzar la obra, definimos un aspecto que los propietarios de la vivienda tenían más que claro: querían que su cocina fuera de color blanco", señalan desde el estudio ubicado en Bizkaia Mugarri Interiorismo (www.mugarrideco.com). Se ha equipado el espacio con muebles modelo Narai de la firma Saitra (Saitra.com) en blanco brillo y con tiradores integrados, lo que potencia la sencillez visual del espacio. El objetivo era diseñar una cocina cómoda para el día a día donde no faltara ni superficie de encimera para preparar ni espacio de almacenamiento.
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Estado 'antes' de la reforma
Antes de la intervención, la cocina estaba desaprovechada y algo desactualizada. Resultaba más caótica estéticamente, sin zonas tan definidas. Además, la ausencia de muebles altos dejaba desnuda la pared de la zona de cocción y perdía capacidad para guardar.
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Las claves de la distribución de la nueva cocina
La distribución del mobiliario a la hora de diseñar una cocina "supone un aspecto de vital importancia para su funcionamiento", indican desde el estudio encargado del proyecto. Es importante cuidar la estética y armonía visual, pero al mismo tiempo respetar el triángulo de trabajo y crear soluciones funcionales. Aquí, el mobiliario se distribuye en L en dos paredes contiguas y se suma una península que se convierte en barra con taburetes y que aporta espacio para guardar, encimera de apoyo y delimita el espacio de trabajo.
Los dos frentes principales son diferentes. Uno equipado con muebles altos y bajos -donde se instalan placa y fregadero-, y otro formado por muebles en columna, donde se encuentra el frigorífico y congelador y horno y microondas, de la marca Bosch, en columna.
Un elemento polivalente: límite, encimera, barra y almacenaje
La península central sirve como zona extra de apoyo para el día a día en la cocina y se convierte al mismo tiempo en una barra. Para ello, se prolongó la encimera, todo en blanco. Se ha jugado en el diseño con las alturas, ya que la medida convencional para los muebles bajos es de 90 cm desde el suelo y la de una barra es de 105 a 110 cm. De ahí que haya una diferencia de 15-20 cm en el extremo pegado a la pared de la ventana. En el lateral se ha creado una zona de almacenaje abierta con estantes.
Solo contrastan dos elementos aquí presentes: las tres lámparas colgantes de forma cilíndrica en color negro, que caen sobre la barra; y los dos taburetes de diseño de Stua en el mismo tono.
El comedor de diario antes de la reforma
Esta imagen muestra cómo era la cocina en la zona reservada para comedor de diario. Se solucionó con una mesa redonda y sillas de plástico. Todo con una estética muy alejada del aspecto actual y confortable que presenta en la actualidad.
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En el mismo espacio que ocupaba el 'office'
El nuevo comedor de diario se ubica adosado a la pared que comunica con la puerta de acceso a la cocina. Pero es la única similitud con el ambiente que había antes. Aquí los colores oscuros zonifican el office, marcando el contraste con el resto del mobiliario del espacio en blanco. "Queríamos dejar nuestro característico sello Mugarri en la cocina y para ellos empapelamos todas las paredes con un papel lleno de encanto", declaran. Se trata de un diseño estampado formado por siluetas de casas londinenses, todo en blancos y grisáceos. La mesa de comedor es de Ondarreta.
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Durante el proceso de reforma…
Una reforma integral es la que ha propiciado el llamativo cambio de esta cocina. Durante el proceso se modificaron las instalaciones para llevar cada toma al lugar planificado en la nueva distribución. Y crear además los puntos de luz (empotrados) del techo y enchufes que dan servicio en la encimera de trabajo. La estancia presentaba dificultadas que debieron ser solventadas, como ángulos totalmente irregulares y encuentros diferentes entre las paredes. Estas características llevaron a realizar un minucioso planteamiento.
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La cocina, un espacio que aprueba con muy buena nota
El resultado final es una cocina perfecta que cuenta con todo lo que puede desear un amante de la cocina y de las reuniones. El papel pintado está presente en todas las paredes -incluso puede verse en la parte alta de la pared, sobre los muebles de la cocina hasta el techo-, salvo en el frente o salpicadero de la zona de trabajo que se reviste con el mismo material que la encimera. De esta manera se crea una superficie sin juntas y cómoda para la limpieza. Ese material se prolonga como un zócalo en el extremo de la zona de trabajo para proteger el papel pintado de esa zona. El suelo contrasta en gris pizarra. Otro detalle que crea unidad es la ausencia de tiradores vistos, la integración de los electrodomésticos y la elección de horno y microondas que tienes que quedar a la vista en cristal blanco.