Este verano convierte tu balcón en un auténtico vergel y llénalo de plantas

El balcón es uno de los bienes más preciados si vives en la ciudad y aún están lejos las vacaciones. Por eso, además de una decoración acorde con los metros y tus hábitos, es imprescindible llenarlo de plantas y convertirlo en tu pulmón urbano preferido, donde sentirte en la naturaleza sin salir de casa. Sin olvidar que también es un escaparate desde la calle y que resulta muy agradable mirar hacia un edificio y ver un precioso rincón lleno de flores. Estas ideas de decoración te dicen qué especies elegir, dónde colocarlas, cómo cuidarlas y qué macetas funcionan mejor.

No elijas a la ligera

Aunque su elección parece más sencilla que la de planificar un jardín o una terraza, lo cierto es que tampoco debe hacerse a la ligera. Es importante que diseñes un espacio armonioso capaz de lucir siempre, o durante el máximo tiempo, bonito. Para ello, ten en cuenta tanto la orientación y las horas de sol al día como el tiempo que puedes dedicar a cuidarlas, ya que aquí no tenemos riego automático y es preciso sacar hacerlo (casi) a diario.

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Combina plantas con o sin flor

La mejor manera de dar color, pero también de crear volumen, es combinando plantas con flor y sin ella. Puedes elegir especies de diferentes necesidades, pero todas deben coincidir en ser fáciles de cuidar, ya que, uniendo esfuerzos, lograrás que estén bonitas, sin dedicarles demasiado tiempo. Mezcla también variedades grandes y pequeñas y, para que al empezar el otoño no se vea algo deslucido, incorpora plantas de exterior resistentes, que aporten siempre sensación de follaje con su color verde.

Dónde colocarlas

Por muy pequeño que sea, es preciso que diseñes cómo quieres configurar el espacio para que convivan en armonía plantas, muebles y decoración. Sin duda, las dimensiones de tu balcón definirán tanto el número de macetas que puedes poner como el lugar donde ubicarlas. En este espacio exterior, barandillas, alféizar, paredes e, incluso, techo son tus mejores aliados, si no quieres llenar el suelo de plantas y no dejar ni un hueco libre para una mesa con sillas o una tumbona en modo relax. Además, así aportarás más dinamismo al conjunto que si las ubicas en fila en el suelo. La clave está en jugar con la altura y el volumen.

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Soportes decorativos

Para ayudarte con el diseño, hay muchas soluciones a tu alcance que puedes comprar o recurrir al DIY. Lo importante es que seas ingeniosa y veas en una balda, un cubo de hormigón, un cajón viejo o un palé colgado en vertical el mejor soporte para exponer tus plantas. Accesorios como el típico carrito con ruedas, una caja de madera (tanto bocarriba como bocabajo a modo de bandeja) o una escalera también pueden dar un aire fresco y moderno a tu balcón.

Macetas y maceteros

Tan importante es elegir la planta idónea como encontrarle su lugar ideal y su contenedor idóneo. Algo que debes tener en cuenta, si no quieres que, al regarlas, todo el agua caiga al suelo o a la calle, es elegir una maceta con plato, los hay en una gran variedad de colores para que vayan a juego, o un macetero, que permita que puedas regarla sin escapes. Como los hay de todas las formas, tonalidades y precios (algunos cuestan más que la planta) es importante que pienses en ellos como un jarrón y no subestimes su poder decorativo.

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Plantas de temporada: las infalibles

Petunias y surfinias (conocidas como petunias colgantes) son dos de las especies con más tirón por el efecto colorido y alegre que crean. Además, son baratas por lo que puedes hacerte con una gran cantidad de ellas, sin gastar demasiado. Eso sí, necesitan muchas horas de sol, así que olvídate si tu balcón vive en sombra, y un riego constante. En función del efecto que buscas, elige unas u otras. Así, las petunias pondrán la nota de color con sus tonos rosas, morados o blancos, mientras que las surfinias aportarán frondosidad, gracias a sus ramas colgantes.

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Trepadoras: un plus de verde

Para que la decoración de un balcón con plantas funcione, deben combinarse distintas especies y, a ser posible, contar con una trepadora, como la hiedra o la buganvilla. Fácil de cultivar, la hiedra no precisa mucha agua (solo cuando el sustrato esté seco) ni sol directo, por lo que se dará genial en espacios pequeños y poco iluminados. Sin olvidar que aguanta las bajas temperaturas, por lo que también disfrutaremos de ella durante el invierno. La bungavilla es una explosión de color, piensa en los patios o las terrazas andaluzas. Rosa o morada, sus flores toman la barandilla o las paredes ofreciendo tanto belleza como una inyección de energía positiva. Eso sí, necesita mucho, pero mucho sol, y una maceta XL para tener espacio para crecer. Si se te da bien, controla su tamaño porque puede que os tengáis que ir todos de casa.

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Geranio: un clásico que se reinventa

Otra esencial para las jardineras del balcón es el geranio. Una planta de moda que muchos paisajistas no dudan en incluir en sus proyectos. No solo es fácil de cultivar y requiere muy poco mantenimiento, sino que, además, su floración es generosa y duradera y sus flores duran hasta el otoño. Es una especie resistente que se desarrolla bien a pleno sol y que, con los cuidados necesarios, puede vencer al frío y durar de un año para otro. Durante el verano necesita mucha luz y riego constante. Si quieres potenciar su floración, usa un abono específico y sorpréndete del resultado.

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Aromáticas: tu huerto urbano

Infalibles en la cocina, en el balcón también son grandes aliadas, ya que, a pesar de no tener flor, proporcionan un agradable olor y son perfectas para condimentar nuestros platos o cócteles veraniegos. Tomillo, lavanda y romero son tres básicas, ¿Cómo hacer que luzcan perfectas? Con una exposición solar directa y un riego abundante. Te sorprenderá lo bien que se dan al aire libre.

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Toques de color

Pon una alegría o un tagete (clavel moro) y tendrás el colorido que necesitas. La alegría es un clásico de los balcones y, especialmente, de aquellos en los que no sale el sol. Además, es una planta fácil de cultivar que solo precisa un riego abundante y regular para lucir bonita y colorida. La de Nueva Guinea es una de las más solicitada por sus flores más grandes y estilizadas. El clavel moro no solo da color y un agradable aroma sino que, además, lo hace durante muchos meses, ya que su floración es constante y larga (hasta el mes de septiembre). Sus tonos naranjas y amarillos proporcionan un toque de calidez a la decoración de exterior, que invitan a la calma.