Una de las tareas claves en el cuidado de tus plantas, ya sean de exterior y estén plantadas en el jardín o se trate de plantas de interior cultivadas en maceta, es abonarlas adecuadamente para darles los nutrientes que necesitan. Mediante el fertilizante les aportas un plus de energía para que puedan afrontar mejor la floración, los períodos de crecimiento o, en el caso del huerto, la formación de frutos.
Entre las muchas clases de abono que existen, el compost tiene la ventaja de ser totalmente natural. Además, puedes fabricarlo tú mismo en casa de una forma sencilla.
¿Qué es el compost?
Es un abono natural 100 % que se obtiene a partir de la descomposición de materia orgánica como restos de frutas y verduras, de hojas secas, restos de poda, etc. Toda esta materia orgánica se descompone por la acción de microorganismos, bacterias, hongos, etc.
El resultado del proceso es un fertilizante de alta calidad que resulta un alimento perfecto para tus plantas, ya que regenera el terreno y le devuelve los nutrientes que pierde con el paso del tiempo.
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¿Cuáles son las ventajas de emplear compost?
El compost es solamente una de las muchas posibilidades que tenemos para abonar nuestras plantas. En el mercado encontrarás numerosos fertilizantes químicos y, aunque algunas veces es adecuado emplear uno de estos productos específicos, siempre es más natural apostar por el compost. Estas son algunas de las ventajas de su utilización:
- Es un abono perfecto para las plantas, especialmente para las del huerto. Al ser totalmente natural los frutos se pueden consumir sin problemas desde el primer momento.
- Es totalmente sostenible y su producción no consume apenas recursos. Es más respetuoso con el medioambiente.
- Nos ayuda a recuperar suelos pobres convirtiéndolos en terrenos más fértiles.
- Es una forma de reciclar la basura orgánica que se genera en casa, lo que supone una mejor gestión de los residuos.
- Supone un ahorro en la compra de abonos y fertilizantes químicos, más contaminantes.
- En definitiva, es una buena manera de practicar una jardinería más ecológica.
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¿Qué necesitamos para hacer compost en casa?
En realidad, se necesitan pocas cosas para hacer tu propio compost: una compostadora, la materia orgánica y tiempo.
La compostadora es un recipiente cerrado pensado especialmente para este fin en el que puedes descomponer restos orgánicos de forma sencilla. En el mercado encontrarás diferentes modelos con mayor o menor capacidad, en función de tus necesidades, aunque también puedes reciclar unas cajas de madera para construir tu propia compostadora.
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¿Dónde puedo ubicar la compostadora?
El lugar elegido para colocar la compostadora tiene su importancia. Búscale un lugar liso en el jardín, que no esté en pendiente, a salvo del viento para que no se seque demasiado la materia orgánica. Por la misma razón, es mejor que esté a la sombra o en semisombra que a pleno sol.
Coloca la compostadora directamente sobre la tierra, para que los microorganismos que están en el terreno puedan ayudar en el proceso de descomposición. Tu compostadora debe presentar un buen drenaje para que el agua no quede acumulada dentro, lo que sería perjudicial.
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¿Qué tipo de restos puedo utilizar?
El compost se consigue a partir de materia orgánica, pero no todos los restos de este tipo son válidos para producirlo.
Puedes emplear restos vegetales: de verduras, frutas y hortalizas. También plantas (evitando siempre las que estén enfermas, atacadas por las plagas o por hongos), hierba recién cortada, restos de poda, ramas y hojas secas, etc.
En cuanto a la basura doméstica te sirven también las cáscaras de huevo, los posos de café o té, las cáscaras de nueces, las servilletas de papel o el papel de cocina, restos de cartón, etc.
En el grupo de los residuos que no sirven, además de todo lo que no sea orgánico, tampoco debes utilizar restos de productos lácteos, grasas o aceites. Ni sobras de pescado o carne, excrementos de mascotas o colillas de cigarrillos.
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¿Cómo conseguir el mejor compost?
La calidad del compost dependerá del tipo de residuos que hayas empleado. Es importante utilizar una proporción adecuada de restos vegetales, mezclando restos húmedos muy ricos en nitrógeno, con restos secos que contienen más carbono.
Los primeros son las hojas frescas y la hierba recién cortada, los restos de verduras y frutas, las plantas que no estén secas, etc. En el segundo grupo estarían las hojas y ramas secas, la paja, etc.
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¿Cuál es el proceso paso a paso?
El proceso de fabricación del compost no puede ser más sencillo. Basta con seguir estos pasos:
- Una vez tengas instalada la compostadora en el lugar adecuado, tendrás que colocar una primera capa de tierra de jardín que será la base para el compost. Puedes añadir también hojas y ramas.
- A continuación añade la capa de residuos: restos de frutas y verduras, posos de café, restos de poda, etc. Prepara una buena mezcla de residuos húmedos y secos, para lograr un compost de mayor calidad. Es importante que las capas de residuos no sean muy gruesas para que pueda llegar bien el oxígeno, necesario para el proceso.
- El compost debe estar siempre húmedo, aunque no demasiado. Hay que vigilar esto especialmente en verano y si vives en una zona de clima seco y caluroso.
- Es necesario revolver el compost de vez en cuando con una pala o con un aireador, una herramienta específica.
- Por último, y después de tener en cuenta estas tareas, ya solo queda esperar a que pase el tiempo. Para un compost de calidad han de pasar de 6 a 12 meses, aunque esto depende del clima y del tipo de residuos empleados.
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¿Cómo hay que airearlo?
Si durante el proceso de descomposición el compost no está bien aireado se pueden producir malos olores. Para evitarlo es fundamental remover las capas de residuos al menos una vez a la semana.
Para ello puedes emplear una pala o un aireador, una herramienta específica con forma de muelle que se introduce en la compostadora y se va girando, removiendo la mezcla de forma efectiva. De esta forma, el compost no se apelmaza y los microorganismos responsables de la descomposición tienen el oxígeno que necesitan.
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¿Es posible acelerar el proceso?
Para que el compost esté preparado antes y no haya que esperar tantos meses se pueden emplear aceleradores de compostaje. Son productos que favorecen el aumento de los microorganismos que realizan la descomposición, logrando así que el proceso sea más rápido.
Los aceleradores incluyen en su composición bacterias y nitrógeno. Los hay de origen orgánico o mixtos (llevan sustancias orgánicas e inorgánicas). Cuando acabe el proceso habrás conseguido un abono de color marrón oscuro, de aspecto homogéneo, fino y suelto y con olor a tierra.
Un consejo: si pones en la compostadora los restos orgánicos bastante troceados el proceso de descomposición será más rápido.
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