Igual que, cuando llega la primavera, haces el cambio de armario, tu dormitorio también necesita una renovación deco que te ayude a que las noches de verano sean más frescas más llevaderas y te permitan descansar. Por eso, ha llegado el momento de cambiar la ropa de cama, dar una vuelta a la decoración del dormitorio y dar a la habitación ese toque veraniego tan necesario. Hay materiales, textiles, colores y complementos que son clave para que tu dormitorio sea más fresco sin la necesidad de una gran inversión.
Da la vuelta al colchón
Puede que, cuando lo compraras, ni te fijaras. Pero hay colchones que tienen un lado de verano y otro de invierno. Si el tuyo es uno de esos, vendrá indicado en uno de los laterales. El lado de invierno cuenta con unos tejidos y materiales más cálidos, como lada de cachemira y seda, microfibra, lana… Mientras, el de verano suelen estar confeccionados con materiales más frescos para favorecer la ventilación. Suelen ser de algodón, seda, microfibra o lino.
Si tu colchón no tiene lado de invierno y verano y pasas calor en la cama, una opción es hacerte con un topper de colchón reversible invierno-verano, que podrás colocar en función de la época del año, proporcionándote un gran confort.
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Hazte con un ventilador de techo
Aunque para esta idea tendrás que hacer una pequeña inversión, con el tiempo lo agradecerás. Utilizar el aire acondicionado durante toda la noche, además de costoso, puede resecar el ambiente y tu garganta. Por eso, una buena opción es instalar un ventilador de techo con luz que os dé frescor durante la noche. Los hay, además, supersilenciosos y con modo noche con un bajísimo nivel de decibelios que no hacen ruido y no interferirán en tu descanso. Si lo eliges con función invierno/verano (la dirección en la que giran las aspas cambian) os ayudará a rentabilizar también el consumo que hacéis de la calefacción.
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Lino y algodón, los mejores textiles para el verano
Si durante el invierno la lana y el terciopelo son los tejidos más adecuados para proporcionarte calidez, ahora es el momento del lino y el algodón. Y no solo en las colchas. También en las sábanas. Estos tejidos naturales son traspirables y mucho más agradables al tacto. A estas características se suma que son capaces de retener la temperatura, por lo que en verano serán más frescas y en invierno más cálidas (sí, también son la mejor opción para el invierno). Además, ayudan a mantener el cuerpo seco, ya que se secan más rápido y expulsan la humedad con mayor facilidad. Entre sus desventajas, que se arrugan con más facilidad.
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Las sábanas, mejor blancas
¿Te has fijado que las sábanas de los hoteles siempre son blancas? Esto es por la sensación de pureza y limpieza que transmiten, lo que favorece el descanso (está demostrado que las altas temperaturas de las noches de verano interfieren en nuestro descanso). Pero también son una gran opción para los meses más calurosos porque son más frescas visualmente y lo mejor es que combinan con todo. Además, ¿sabías que unas sábanas de color blanco suelen ser más baratas que el mismo modelo con tintes o estampados? ¡Son todo ventajas!
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Acierta con la combinación cromática
Una de las claves para que tu dormitorio se sienta más fresco durante los meses de más calor es la combinación de colores que elijas para la ropa de cama. Si te gusta el mar, piensa en añadir algún complemento en verde, aguamarina o azul, que aportarán frescura y son colores que, además, trasmiten calma y tranquilidad. Combinados con blanco harán que tu dormitorio se sienta relajado y preparado para las calurosas noches.
Si quieres añadir un toque de energía puedes incluir en los textiles de la decoración algún tono más vivo, como el mostaza o el naranja. Pero huye de los colores oscuros, más relacionados con la época invernal.
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Cambia la alfombra por una más fresca
Guarda las alfombras de lana y pelo largo y cámbialas por otras más frescas, bien de algodón o bien de fibras naturales, como de yute, sisal o coco, que trasmiten una sensación más veraniega no solo al tacto, sino también visual. Si no tienes espacio para guardar las alfombras de invierno, puedes colocar unas sobre otras. Entre las características de las alfombras de fibras naturales destaca que traspiran y ayudan a regular la humedad ambiental.
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Pon unas cortinas que impidan el paso de la luz
Con la llegada del verano, los días son más largos y, en consecuencia, las noches mucho más cortas. Además, dormir con la ventana abierta es muchas veces la única opción para que el frescor de la noche entre en casa. Pero, para evitar que la luz nos despierte por la mañana, apuesta por cambiar las cortinas por unas un poco más opacas. Las hay que, además, ayudan a regular la temperatura interior, actuando como aislante del calor dentro de casa.
Puedes combinarlas con unos visillos, de manera que, durante el día, dejen pasar la luz sin perder intimidad.
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Añade objetos decorativos con sabor a verano
Uno de los materiales que más relacionamos con el verano son las fibras naturales. Por eso, la llegada del buen tiempo invita a decorar el dormitorio con piezas que nos recuerdan que estamos en la época del año en la que más nos relajamos. Adornos, lámparas, alfombras (como ya hemos comentado) o muebles con detalles con fibras naturales son grandes aliados para transmitir frescura en el dormitorio. Además, su aspecto ligero contribuye a que el peso visual de la estancia disminuya, se adaptan a cualquier estilo decorativo y son ecológicas.
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Suma frescura con plantas
Las plantas son otro recurso fantástico para dar frescura a tu dormitorio en verano. En contra de la creencia popular, tener plantas en el dormitorio no está reñido con el descanso ni nos roban el oxígeno ni emiten tanto dióxido de carbono como para afectar a nuestra salud, como mucha gente piensa. De hecho son una opción genial para la estancia en la que descansamos, ya que oxigenan el ambiente, nos ayudan a respirar mejor y aumentan los niveles de humedad. Hay incluso algunas, plantas como las medicinales o aromáticas que contribuyen a mejorar la calidad del sueño.
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Y añade alegría con estampados florales
Si hay unos estampados que aportan frescura y vitalidad, son los florales. Ya sea mediante la ropa de cama, empapelando la pared del cabecero o añadiendo unas láminas decorativas en la pared, los dibujos de flores y de la naturaleza son una forma estupenda de aportar frescura al dormitorio. Ahora, para que los estampados florales se luzcan y el ambiente no resulta recargado, te recomendamos que el resto de textiles y paredes los dejes en un color liso, preferiblemente blanco. Dejará que se luzcan sin robarles protagonismo y concediendo luminosidad y frescura al espacio.
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