Especie vegetal milenaria con múltiples usos en el ámbito de la arquitectura y la construcción en todo el mundo, el bambú se perfila como una solución ideal para disfrutar de tarimas de exterior tan bellas y naturales como resistentes y sostenibles. Te explicamos todo lo que puede ofrecer a tu terraza o jardín este material extraído de la planta más ecológica del planeta, en estos tiempos de emergencia climática.
El de la imagen es el suelo Bamboo X-treme, de Moso Bamboo, para el que ofrece 25 años de garantía dada su alta durabilidad. Compite en belleza hasta con la piscina infinita a la que rodea.
Leer más: Estos son los suelos más ecológicos, según los expertos
¿Conoces las ventajas del bambú?
Aunque compite en prestaciones con las mejores maderas nobles en cuanto a dureza, estética y confort, el bambú, en realidad, no es ni siquiera un árbol, sino una planta herbácea con unas características excepcionales: puede llegar a crecer hasta 1 metro al día y alcanzar los 40 de altura. Si a ello le añadimos que las plantas no mueren cuando se cosechan los tallos para realizar productos como las tarimas de exteriores, sino que se regeneran tras la poda, no solo se convierte en una materia prima respetuosa con el medio ambiente, sino altamente versátil. Y es que, además de emplearse incluso en estructuras de viviendas en todo el mundo, ¿sabías que ya es posible imprimir bambú en 3D, combinarlo en la mayoría de los textiles o sustituir un buen número de cosas que hasta ahora se hacían de plástico? El límite es la imaginación.
El jardín de estilo japonés de la imagen se pavimenta parcialmente con suelo de la firma Rebo (distribuido en nuestro país por Valenciana de Molduras Alto Turia) y, como guiño, se ornamenta con la planta de bambú natural.
Leer más: ¿Sabes cuáles son los cuidados que debes darle al bambú?
Así se fabrican las tarimas de bambú
A diferencia de las lamas de madera maciza, las de bambú destinadas a su uso en exteriores están realizadas a partir de las fibras resultantes de triturar las cañas. Estas se someten a procedimientos de prensado a altas presiones (combinadas con resinas o adhesivos) y tratamientos térmicos, todo lo cual les aporta extraordinarias características en términos de dureza, resistencia y estabilidad.
Se trata de un tratamiento complejo, que requiere tanto una buena materia prima como rigor en el proceso, para garantizar una perfecta instalación y un nivel de humedad final óptimo. El resultado son suelos que apenas muestran diferencias con los de madera maciza, en diferentes tonalidades que van desde las doradas a las más intensas, como el de esta tarima realizada por D3Parket en torno a una piscina.
Leer más: Descubre los mejores suelos de exterior para renovar la terraza
Sostenibilidad a toda prueba
Además de costosas, las maderas tropicales que suelen emplearse en tarimas para exteriores no siempre proceden de explotaciones sostenibles, con los consiguientes perjuicios para el medio ambiente que ello conlleva. En contraposición, el bambú no solo se postula como una solución a la deforestación, ya que su rápido crecimiento (un 30% más rápido que cualquier variedad de árbol maderero) permite reforestar fácilmente vastas extensiones de terreno, sino que se posiciona como un material neutro en carbono, ya que absorbe más C02 del que emite durante su producción y transporte (por no hablar de que una hectárea de esta planta silvestre captura hasta un 40% más de C02 que la misma superficie de pinos).
Si a ello le añadimos sus bajas emisiones de Componentes Orgánicos Volátiles (COVs, dañinos para la salud) y sus características antiestáticas e hipoalergénicas, queda claro que las tarimas de bambú para exteriores son una de las opciones más saludables y ecológicas (y no solo en suelo, también en otras muchas aplicaciones, como en fachadas, paredes, muebles y complementos). En la imagen la tarima pertenece a la serie Panorama, de la firma italiana Déco.
Leer más: Tendencia ‘raw’, el triunfo de lo natural sin estridencias para crear ambientes acogedores
Suelos de exterior duros y estables
Conocido popularmente como el ‘acero vegetal’, ya que tiene la misma relación resistencia-peso que ese metal, el bambú permite crear suelos de exterior con una extremada dureza, aptos incluso para su colocación en zonas de tránsito tan intenso como paseos públicos o aeropuertos. De ahí que los distintos fabricantes de este tipo de tarimas ofrezcan garantías de hasta 25 años, que nos da la tranquilidad de que tendremos suelo en nuestra terraza o jardín para largo.
Además, las características propias del material y su proceso de fabricación hacen que las lamas para instalación al aire libre sean mucho más estables que las de madera tradicionales. Es decir, que no se ven afectadas por dilataciones y contracciones provocadas por los cambios de humedad y temperatura que, a la larga, pueden llegar a deformarlas o incluso romperlas. De ahí que también sean ideales para entarimados en torno a piscinas, como este que propone Bamboo Import Europe.
Leer más: Apuesta por estas ideas de paisajismo para la zona de la piscina
Estéticas variadas y para todos los gustos
¿No te convence el aspecto selvático y tropical del bambú? No hay problema, porque las tarimas realizadas con este material ofrecen diferentes acabados, que van desde el suave tono caramelo que se consigue al someterlas a la acción del vapor hasta el intenso marrón chocolate de las variedades carbonizadas (a temperaturas de hasta 200ºC). Se trata de suelos que se integran de forma armoniosa en cualquier entorno, desde un jardín silvestre de inspiración zen hasta una terraza urbana y actual.
Incluso encontrarás opciones respecto al disposición de las lamas tan singulares como la tarima Bamboo X-treme Chevrón, de Moso Bamboo (en la imagen), que permite reproducir el diseño elegante y exclusivo de este patrón clásico de los suelos de madera en el exterior, gracias a las lamas con ángulo de 45 grados y una herramienta específica que facilita su instalación.
Otro apunte, si te han gustado las esculturas de cabeza que flanquean el acceso a la piscina son Adan, un diseño inspirado en la geometría del origami de Teresa Sapey para la firma Vondom.
Leer más: Diseños de suelos de madera: un mundo de posibilidades a tus pies
Sencilla instalación, sin fijaciones visibles
La gran estabilidad dimensional de las lamas de bambú para exteriores tiene la ventaja añadida de permitir una instalación más rápida y sencilla que la de las tarimas de madera tradicionales. Esto da lugar a superficies sin fijaciones visibles, mediante sistemas de machihembrado y clips ocultos que, además de más atractivas visualmente, resultan más higiénicas y seguras.
Las lamas suelen ser reversibles, con una cara lisa y otra ranurada (esta última ideal en zonas húmedas como piscinas, ya que optimiza sus cualidades antideslizantes), lo que permite también una mayor libertad compositiva.
El sistema de instalación Magnet de la colección Exterpark Magnet Bambú, de Yvyra (en la imagen), no solo es un buen ejemplo de todo ello, sino que, además, permite abrir cualquier tabla con una simple herramienta de mano para acceder fácilmente al subsuelo o sustituir alguna lama dañada.
Leer más: Agua es vida: fuentes, estanques y piscinas para el jardín
¿Qué hay de su mantenimiento?
Al igual que pasa con el resto de las maderas sometidas a la intemperie, las tarimas para exterior de bambú ven modificados su color y apariencia por la exposición al sol. Y es que, al tratarse de un producto natural, la acción de los rayos UV acaba agrisando la superficie si no se realiza un mantenimiento que lo prevenga. No obstante, la aplicación periódica de productos específicos a base de aceites naturales permite tanto mantener como recuperar su tono original.
La tarima de bambú Dasso CTECH (en la fotografía), integrada en la serie Wood-Deck de Gabarró, viene pre-aceitada y cuenta con lamas reversibles, con una banda lisa y una rugosa, para ampliar las posibilidades de diseño.
Leer más: Cómo y dónde colocar las plantas en la terraza y que queden decorativas
Compra con garantías
Los suelos de bambú para exteriores no son nuevos, aunque su historia se remonta a apenas 20 años atrás. Una demanda al alza, combinada con el hecho de que la mayor parte de la producción se realice en países en los que no siempre garantizan los estándares de calidad mínimos, ha llevado a que, junto con producto de gran calidad, respaldado por firmas sólidas y comprometidas con el medio ambiente, también haya un gran intrusismo con producto de baja calidad. De ahí la importancia de confiar en firmas que avalen su producto con certificaciones de calidad, seguridad y sostenibilidad.
Así, entre otras, es importante elegir suelos que cuenten con certificación de una alta durabilidad (Clase 1, según la norma europea EN350), de resistencia al desgaste (Clase de uso 4 -EN 335), así como con la Certificación FSC, que acredita que se hace una recolección sostenible del bambú. Stoa distribuye las tarimas de exteriores Bamboo Touch, en la imagen.
Leer más: Ficha estos trucos para un diseño del jardín perfecto