Ideas que funcionan para aprovechar al máximo los cajones de la cocina

A no ser que tengas la suerte de contar con una cocina muy amplia, los problemas de espacio en esta estancia están a la orden del día. A todos nos gustaría tener una cocina más grande, con muchas soluciones de almacenaje.

Sin embargo, la realidad suele ser otra y la mayoría de nosotros tenemos que lidiar con armarios pequeños y pocos cajones. Aprovecharlos al máximo es una prioridad.

Un cajón para cada cosa

Si estás pensando en reformar tu cocina, en algún momento tendrás que pararte a pensar qué tipo de mobiliario vas a necesitar: armario, cajones, etc. Puede que antes la solución más frecuente fuesen los armarios con puertas, pero ahora hay otras posibilidades, y los cajones adquieren relevancia. Los puedes poner de diferentes tamaños, son perfectos para guardar todo tipo de utensilios y ofrecen un mayor acceso al interior.

Una vez tengas claro que los cajones van a desempeñar un papel importante en tu cocina, piensa en todo lo que tienes que guardar. Necesitarás un cajón para los cubiertos, otro para la vajilla, otro más para las cazuelas, etc.

Además, todos ellos han de estar bien ubicados, cerca del lugar donde se usa su contenido. Así, por ejemplo, el cajón de las cazuelas debe estar cerca de la placa de cocción. Existen muchos tipos de cajones de cocina, de distintas medidas y con complementos que te ayudan a organizar el interior.

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¡Empieza de cero!

Si has decidido reorganizar el interior de los cajones de la cocina porque son un caos, comienza por vaciarlos totalmente. Saca todos los objetos y utensilios que guardas y haz una selección de lo que debes guardar y de lo que debe salir de tu cocina, bien porque nunca lo usas, o bien porque está estropeado.

A continuación tendrás que calificar en grupos el resto, todo lo que se queda, según el uso. Cada grupo de utensilios del mismo tipo irán guardados en un cajón.

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Organízalos por niveles

En el primer cajón, en la parte superior, se colocan los cubiertos. Así los tendrás siempre a mano cuando los necesites. En el segundo cajón puedes colocar los utensilios más grandes: cucharones, tenedores de madera, paletas para cocinar, etc.

El tercer cajón, el de la parte inferior, debe ser el más grande y está destinado a las ollas, cazuelas y sartenes. Es el cajón cacerolero, muy práctico para guardar la batería de cocina.

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Un cajón para los cubiertos

Un organizador para el cajón de los cubiertos es un elemento imprescindible que conseguirá mantenerlos en orden evitando que se mezclen entre sí. Será la forma más fácil de tenerlos a mano y de encontrar lo que buscas a la primera.

Lo mejor es emplear uno para los cubiertos habituales: cucharas, tenedores, cuchillos y cucharas de postre. Después puedes tener otro para los utensilios más grandes, como los cucharones y otras piezas para cocinar y servir. Encuentras organizadores de diferentes tamaños y medidas de ancho, que se adaptan a todos los cajones. En cuanto a los materiales, suelen ser de plástico o de madera lo que evita que se rayen los cubiertos.

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La vajilla, siempre a mano

Existen diferentes soluciones para guardar la vajilla en la cocina, y los cajones son una de ellas. La clave está en que sea accesible, ya que tendrás que abrirlo y cerrarlo muchas veces al día para sacar y meter platos.

Es importante equiparlo con soportes para los platos, de forma que no se descoloquen ni se muevan. Elígelos flexibles, para que puedas utilizarlos en función de tus necesidades: para colocar platos grandes o pequeños, cuencos, etc. Aunque hay varios tipos, los que permiten colocar los platos apilados son muy prácticos.

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Para las cazuelas y sartenes

Contra con un cajón cacerolero resulta muy práctico en cualquier cocina. Te servirá para guardar ollas, cazuelas y sartenes. Debe ser de gran tamaño y, además, con una altura considerable. Ha de ofrecer espacio suficiente para guardar utensilios voluminosos como las cazuelas o las ollas.

Además, es necesario utilizar separadores que dividan el espacio. Sirven para retener los elementos para que no se muevan al abrir y cerrar el cajón. Con estos separadores puedes diseñar el interior del cajón en función de tus necesidades para optimizar el espacio al máximo.

Por otro lado, si vas a apilar las sartenes, por ejemplo, conviene que utilices protectores de silicona entre ellas para evitar que se deterioren y se levante el teflón del interior.

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Un espacio para el reciclaje

Montar un cajón especial para almacenar los residuos hasta que llegue el momento de deshacerse de ellos es buena idea. Puedes ubicarlo debajo del fregadero, cerca de la zona de trabajo, poniendo un cajón grande en lugar de un armario con puerta.

Dentro, coloca al menos tres cubos diferenciados para clasificar la basura: restos orgánicos, envases y plásticos y para el papel. Hay una gran oferta de modelos diferentes, con tamaños y medidas diversas para que puedas encontrar un modelo que se adapte a lo que buscas. Si es posible, haz un hueco para almacenar el vidrio. De esta forma reciclar resulta mucho más sencillo.

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Otros elementos que tendrás que guardar

Además de cubiertos, vajilla, cazuelas y cubos de reciclaje, existen otros elementos de la cocina que necesitan guardarse en un cajón. Existen accesorios para todos estos objetos, lo que te permitirá tenerlos ordenados y a mano.

- Frascos de especias: hay elementos que se colocan en un cajón y permiten guardar los botes de forma ordenada.

- Cuchillos de cocina: coloca un soporte mantenerlos ordenados dentro del cajón.

- Las tapas de ollas y cazuelas: utiliza separadores para que no se descoloquen.

- Utensilios para guardar las sartenes en posición vertical. Ocupan menos y no se desordenan.

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Protege tus cajones

Antes de organizar el interior es importante proteger los cajones para que no se ensucien ni se deterioren. Una buena alternativa es colocar una lámina de material plástico, antideslizante, que te ayuda a mantener el interior más limpio y a prueba de arañazos.

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