El confinamiento ha trastocado nuestras vidas y ha impuesto nuevas normas en la decoración de la casa. Entre ellas hacer de nuestro hogar un refugio donde sentirse seguro y relajado y pensar que los espacios exteriores son clave para vivir más felices. Aunque no todos tenemos la suerte de contar con una terraza o, incluso, un balcón XS, sí podemos crear un rincón donde relajarnos y desconectar, tanto dentro como fuera. Estas ideas de decoración te dan las pautas para montar un ‘chill out’ o un ‘chill in’ o ambos, para que disfrutes de la agradable sensación de estar de vacaciones en pleno mayo y sin salir de la ciudad. Además, en el del interior se puede prolongar todo el año.
No sin mis cojines
Porque no hay sensación más placentera, incluso visual, que ver un sofá o el suelo lleno de cojines. A la hora de elegirlos, desde Muy mucho lo tienen claro “Los espacios ‘chill out’ suelen asociarse al blanco por su influencia isleña, pero un poco de color en los cojines sobre la base neutra de las colchonetas dará un toque muy actual y permitirá adaptar el espacio a la decoración del resto de la vivienda. Las flores pequeñas con rayas son imprescindibles en la temporada. Aunque si hablamos de un espacio exterior, hay que ir con cuidado con el desgaste de los colores por la exposición al sol. Para un buen mantenimiento, usa textiles desenfundables”.
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El lugar ideal
Lo primero que debes hacer es buscar el sitio perfecto, que dependerá tanto de la distribución de tu vivienda como de los metros en el interior y de la orientación en el exterior, para que no pases frío ni demasiado calor. Eso sí, tanto fuera como dentro, resulta muy recomendable que tenga buenas vistas. Tampoco hace falta que mire al mar, aunque no hay mejor estampa paradisiaca, pero sí que se pueda contemplar la piscina, que veas el parque de enfrente, la ciudad dormida o, incluso, el balcón de tu vecina lleno de flores.
Colores amigos
Para crear la atmósfera de relajación que buscas, necesitas tonalidades que transmitan paz, calmen tu estrés y te den buen rollo, porque para que la relación con los colores funcione, deben gustarte lo suficiente. Evidentemente el blanco es una opción, pero en lugar de puro y aséptico es mejor apostar por cremas y huesos, mucho más cálidos y agradables. Los colores tierra también son una buena opción, al igual que el azul infinito del mar, que te permite viajar sin salir de casa, o el verde (uno de los tonos de este 2022) que te trae la frescura de la naturaleza. En el exterior, úsalos en los complementos y accesorios, mientras que dentro puedes recurrir a una pared de acento que, además, delimite tu ‘chill in’, usarlo en las piezas principales o en cojines, adornos y mantitas.
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Una o más alfombras
No solo hacen la pisada mullida y agradable, sino que también elevan la temperatura, que no los grados, favorecen un ambiente distendido y pueden actuar como ‘elemento barrera’, estableciendo los límites visuales entre tu rincón de relax y el resto de la casa y el mundo. Entre todas las opciones veraniegas, las de fibras vegetales son nuestras preferidas y funcionan igual de bien dentro que fuera. Según los metros disponibles o el efecto que quieras crear, puedes optar por situar una grande que ocupe todo, lograr el mismo resultado con varias pequeñas o poner la de mayor tamaño de base y el resto en modo asiento sobre ella.
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Más plantas, por favor
Las necesitamos en la terraza o el jardín porque sin ellas es imposible diseñar un espacio fresco y relajado, ya que son capaces de recrear un ambiente paradisiaco al instante, y dentro porque son la mejor manera de atrapar el exterior dentro de casa y, de paso, lograr un plus de frescura, aire puro, color y agradables aromas. "En el el interior, apuesta por plantas naturales o artificiales altas combinadas con otras más bajas para crear volúmenes que acompañen y envuelvan. Además, ayudarán también a proporcionar intimidad. En el exterior, puedes utilizar la misma fórmula o aprovechar el verde natural y complementarlo con especies más pequeñas que den un toque acogedor al conjunto", aconsejan desde Muy mucho.
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Una buena y cálida luz
Que no solo nos deje vernos las caras mientras conversamos o leemos, sino que también cree una atmósfera envolvente y agradable. Las velas y las lámparas de pie o de sobremesa son buenas alternativas tanto fuera como dentro de casa. En el exterior, las guirnaldas de bombillas nos proporcionarán también un encantador toque de fiesta campestre. No olvides que los modelos portátiles y los solares son tus mejores y más eficientes aliados lumínicos.
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Un asiento muy cómodo
La mayor parte de la responsabilidad a la hora de crear tu rincón de relax recae en los asientos, ya que tienen la tarea de brindar un lugar donde estar cómodos durante mucho tiempo, sin que eches de menos el sofá del salón. Piensa que quien dice un asiento dice un sofá, una ‘chaise longue’, un sillón, una hamaca colgante o colchonetas en el suelo. Si te decides por estas últimas, recuerda que si las colocas pegadas a la pared, los cojines harán de respaldo.
Muebles de fibras vegetales
Capaces de recrear esa atmósfera ‘boho’ que tanto te gusta, las fibras vegatales son las mejores aliadas para crear un rincón de relax, tranquilo y cálido. Mimbre, ratán, esparto o bambú son perfectas tanto en las piezas principales como en los complementos, incluidas las lámparas y las alfombras. Aunque bien cuidadas pueden resistir las (duras) condiciones del exterior, ten presente que hay sintéticas que parecen naturales y harán que puedas despreocuparte del parte metereológico.
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Un plaid o una mantita
Que te ayude a ‘vestir’ tu rincón, aporte calidez o frescura en función del momento y proporcione un plus de confort. Evidentemente deben adecuarse a la temporada, más abrigaditos en invierno y frescos en verano, al lugar en el que vives, ya que las noches en el norte de España no tienen nada que ver con las de Madrid, y a tus propias necesidades, si eres muy friolera, por ejemplo, no podrás pasar sin una mantita fina en pleno agosto. En verano, algodones y linos son los tejidos más aconsejables. Ponlos a juego con los cojines y el resto de complementos.
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Un punto ‘deco’
Los accesorios decorativos son el broche perfecto de todo ‘chill out’ que se precie. Por eso, no deben faltar velas, jarrones con flores, cestos de mimbre y todo aquello que aporte encanto y calidez. Para que realmente su poder funcione, debes jugar con el exceso y superponer y recargar el lugar, de manera que reine el espíritu bohemio que nos ayuda a desconectar y relajarse. Están invitados tanto los de aire japonés, perfectos para una atmósfera zen, como los exóticos, más libres y aventureros.