Es mucho más que un estilo decorativo: es toda una filosofía de vida. El estilo zen, cuando lo aplicamos a la decoración de un espacio, se basa en la búsqueda del equilibrio y la armonía a través del uso de los colores, de los materiales y de elementos ornamentales como las flores. El resultado será un dormitorio sereno en el que relajarse te resultará fácil y natural.
La esencia del relax
Si el estilo zen representa para ti la esencia de los espacios serenos y relajantes, entonces seguro que deseas seguir sus premisas para convertir tu dormitorio en un refugio de paz y tranquilidad.
Más que seguir al pie de la letra las propuestas decorativas del estilo, la clave está en apostar por un espacio claro y ordenado en el que reine la armonía. Para conseguirlo tenemos muchas herramientas a nuestro alcance, empezando por el color.
Podemos, además, imprimir a la decoración del dormitorio un punto minimalista poniendo el foco en lo importante y eliminando lo accesorio. Poner en marcha diferentes acciones, aunque te parezcan pequeñas, logrará al final un gran recorrido.
Leer: 9 Ideas para convertir tu casa en un santuario de descanso y bienestar
Simplifica tu dormitorio
No es necesario remodelar por completo un dormitorio para convertirlo en un espacio zen, pero sí hay que tener claros algunos conceptos básicos que son los que van a ayudarte a darle ese cambio que buscas. Comienza por simplificar: es una de las claves para lograr paz y tranquilidad.
Tu dormitorio no es un lugar en el que almacenar cosas, sino un espacio de descanso por lo que es buena idea empezar por eliminar todo lo que sobra. Las cosas que no son esenciales solo provocan ruido visual.
En lo que a los muebles se refiere, el estilo zen apuesta por formas lineales y rectas, sin artificio. Elige camas bajas y aparadores sencillos. No debes abusar tampoco de los adornos. Estos han de ser moderados y bien elegidos, de forma que el resultado sea sobrio y sereno.
Leer: Aprende a hacer la cama como un profesional y duerme de lujo
Huye del desorden
El desorden y el caos no tienen cabida en un dormitorio relajante, ya que solo provocan desazón y malestar, justo lo opuesto a lo que tú quieres conseguir. Para crear ese espacio tranquilo en el que descansar y recargar la energía, necesitas un cuarto ordenado.
Por eso, en cuanto adviertas que el desorden amenaza con romper la armonía del dormitorio dedica un tiempo a acabar con él y a restablecer la organización de cada espacio. Habrá llegado el momento de hacer una revisión de tus cosas para deshacerte de todo lo sobrante, y así poder organizar lo que sí debes guardar. No lo dejes para otro día porque, si lo haces, al final te costará más esfuerzo y tiempo.
Un consejo: presta especial atención al armario o al vestidor, ya que es fácil tratar de guardar en ellos más cosas de las que caben y se convierte fácilmente en un foco de desorden. Persevera hasta dar con la fórmula para mantenerlo organizado y siempre a punto.
Leer: 9 consejos (que sí funcionan) para que ordenar tu casa te resulte mucho más fácil
Elige la mejor paleta de colores
Los colores estrella del estilo zen son los tonos neutros y relajantes: desde el blanco hasta el negro, pasando por toda la gama de grises, además del beige y los tonos arena. Serenos, nada estridentes, estas gamas cromáticas te ayudarán a crear un dormitorio tranquilo, ya que es un hecho que los colores inciden en nuestro estado de ánimo y nos provocan emociones diferentes.
Elige, además de los tonos neutros propios del estilo zen, tonos cálidos como el rosa o el amarillo claros, capaces de aportar serenidad. Combínalos con colores fríos como el verde o el azul en sus versiones más pálidas y delicadas. Termina por poner una nota que destaque con un color intenso (el rojo, por ejemplo), siempre utilizado con moderación.
Leer: Esta es la paleta de colores para las paredes que triunfa en 2022
Textura, además de color
Ya hemos hablado de los colores que conviene elegir a la hora de cambiar el dormitorio para transformarlo en un espacio zen. Además, existen otros recursos para crear serenidad sin perder interés visual.
No se trata de apostar sin más por el blanco u otros tonos neutros, y dejar el espacio plano y sin gracia. Para evitar esto podemos emplear las texturas de los materiales, mezclándolas con acierto.
- Puedes utilizar materiales naturales con personalidad como las fibras vegetales: en una lámpara de techo, en un mueble auxiliar, para los frentes de los cajones en una cómoda… Hay cientos de ideas para conseguirlo.
- También es buena idea mezclar texturas diferentes con los textiles: la ropa de cama, los almohadones y cojines, los plaids, etc. Elige una alfombra mullida que añada más interés al conjunto.
- Elige estampados que te ayuden a crear patrones distintos capaces de añadir dinamismo al conjunto.
Leer: 9 ideas para añadir texturas diferentes a la decoración de una habitación
Haz que la iluminación juegue a tu favor
La luz todo lo puede. Es capaz de ayudarte a crear un ambiente de lo más relajante que mitigue algunos aspectos menos serenos del espacio, o todo lo contrario: conseguir que un dormitorio sencillo se convierta en un espacio hostil.
Para lograr más relax a través de la iluminación es importante elegir luces moderadas, con una luz ambiental suave y tenue sin que queden zonas a oscuras ni sombras incómodas. Es importante añadir una luz en las mesillas a ambos lados de la cama, ya se trate de una lámpara de mesa o de un apique de pared, para poder leer con comodidad.
Un consejo: opta por luces cálidas, que no sean frías, para conseguir una atmósfera más acogedora.
Leer: ¿Sabes cómo elegir la mejor iluminación para el dormitorio?
La magia de las flores frescas
Los arreglos florales son un elemento muy característico de los espacios de estilo zen. A la hora de tratar de añadir paz y serenidad al dormitorio podemos emplear las flores como un recurso genial creando ramos naturales para añadir frescor a la decoración. Elige las flores en función de la temporada y colócalas en un jarrón en las mesillas o sobre una cómoda.
Un consejo: no hace falta gastar mucho dinero en la floristería; puedes cultivar las flores tú mismo en el jardín, en macetas en la terraza o, incluso, en el interior. Hay muchas especies de flor que crecen de maravilla dentro de casa.
Leer: Así puedes crear los ramos de flores primaverales perfectos para decorar tu casa
Aromas que traigan la paz
Si necesitas una ayuda para relajarte en el dormitorio puedes utilizar esencias que favorezcan el relax y la serenidad. Algunos aromas resultan relajantes como, por ejemplo, la lavanda, por lo que es buena idea tener algunas velas aromáticas y encenderlas cuando sientas que necesitas aplacar el ritmo para poder conciliar el sueño.
Solo hay una cosa importante a tener en cuenta: hay que manejar las velas con seguridad y nunca dejarlas desatendidas. En caso de duda, mejor utilizar otros sistemas como los difusores de aceites esenciales o mikados.
Leer: ¿Sabes cómo limpiar a fondo el dormitorio y dejarlo impecable?
No solo para dormir
Crear un rincón acogedor y confortable en tu dormitorio es una buena idea para hacer de él un espacio más zen. Si tienes espacio suficiente añade una butaca o una chaise-longue como la de la imagen donde puedas relajarte leyendo un libro, meditando o simplemente hacer la revisión de tu día.
Agrega los elementos necesarios para conseguir ese rincón especial: una mantita para abrigarte, una buena lámpara si quieres leer, etc. Lo importante es crear ese espacio de relax que buscas y necesitas.
Leer: Estas son las claves para montar un rincón de lectura de lo más acogedor