Uno de los cultivos más populares del huerto urbano son las fresas: no son demasiado difíciles de cuidar, ocupan poco espacio y son sabrosísimas Las fresas son una de las frutas favoritas de niños y adultos, de manera que cultivarlas en el huerto, ya sea en la ciudad o en el campo, es la manera perfecta de iniciarse en la horticultura. Además, se trata de una fruta que está deliciosa se coma como se coma, ya sea cruda, en postres o en mermelada. Descubre cómo se cultivan fresas en maceta.
Características de las fresas
Las fresas (cuyo nombre científico es Fragaria), también llamadas morangos o frutillas, son unas plantas herbácesas de la familia de las rosáceas (también lo son otros cultivos como las manzanas, los melocotones, las frambuesas o las cerezas). Son uno de los cultivos estrella del huerto urbano gracias a la facilidad de sus cuidados, su delicioso sabor y el poco espacio que ocupan. Además, al ser un cultivo que crece en horizontal, no necesitan de grandes contenedores, sino que pueden cultivarse en jardineras, así como en cualquier tipo de maceta. Aunque también las hay especiales para su cultivo.
Hay muchas especies de fresas y las que se cultivan en huerto urbano suelen ser híbridos cuyo origen encontramos en las fresas silvestres (Fragaria vesca). Las más comunes para el huerto son las Fragarias x ananassa.
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Propiedades de las fresas
Las fresas son unos frutos muy ricos en vitamina A, B, C (de hecho, 100 gr de fresas tienen más vitamina C que una naranja), E y K, entre otras. Además, también cuenta con una alta concentración en azufre, calcio, hierro, magnesio y potasio. Otras de sus propiedades son que favorece el crecimiento óseo, refuerzan el sistema inmunológico y potencian la formación de anticuerpos.
Pero, además, son antioxidantes, tienen efecto inflamatorio, ayudan a perder peso y regular el tránsito intestinal, refuerzan las defensas y son depurativas y diuréticas.
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Cuándo sembrar las fresas
El mejor momento para plantar las fresas desde semillas es entre noviembre y marzo, aunque debes tener en cuenta que es complicado cultivar fresas desde semillas, ya que la mayoría de semillas que se venden en viveros o grandes superficies son híbridos, que tienden a no germinar adecuadamente.
Por eso es habitual adquirir los plantones ya germinados, de manera que solo tendrás que dedicarles ciertos cuidados para que prosperen y den frutos. El mejor mes para comprarlos es a finales de primavera y principios del verano. Si lo haces antes, lo recomendable es cortar todas las flores para que la planta crezca más fuerte.
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¿Cómo se cultiva la fresa?
Para cultivar las fresas en casa vale cualquier maceta, siempre que cuente con un buen drenaje. Es decir, la maceta que elijas ha de tener agujeros de drenaje. Además, al ser plantas rastreras, no es necesario que tengan gran profundidad, con unos 20 cm será suficiente. Si eliges una jardinera grande, tendrás que dejar unos 20 cm entre un plantón u otro.
Una de las claves para el cultivo de las fresas es que la tierra cuente siempre con algo de humedad, pero sin encharcarlo. Un exceso de agua es uno de los mayores problemas de este cultivo. Por eso, es importante elegir el sustrato adecuado, que no retenga el agua y que tenga propiedades drenantes. Lo más adecuado es que sea ligero y arenoso.
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Cuidados de la fresa
Aunque los cuidados de la fresa son muy sencillos, es importante prestar especial atención a la luz que reciben y la cantidad de agua que les proporcionas.
- Luz: una de las condiciones indispensables de las fresas para prosperar es que reciban entre 6 y 8 horas de sol directo todos los días. Por eso, ya las plantes en el huerto o las cultives en tu terraza o balcón en una maceta, colócalas en una zona bien soleada y protegidas de los fuertes vientos.
- Riego: otro de los factores fundamentales para que las fresas den fruto es cuidar los riegos. Mientras que si tienes los plantones en tierra, lo más adecuado es el riego por goteo, cuando están en maceta en la terraza esto es algo más complicado, por lo que se aconsejan riegos moderados, de manera que la tierra siempre esté húmeda, pero sin encharcamientos. Lo ideal es regarlas cuando la capa superior del sustrato esté un poco seca y, si la tienes en maceta, eliminando el agua sobrante del plato tras regarla.
- Abono: es importante que el abono que le proporciones a las fresas sea de origen 100% orgánico. Es clave que el sustrato cuente con una buena cantidad de nitrógeno en el momento de la siempre o del trasplante del plantón.
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Cuándo recolectar las fresas
El momento idóneo para recolectar las fresas es cuando veas que han alcanzado un buen tamaño y que presumen de un color rojo intenso, momento en el que hay que recoger las fresas con rapidez para que conserven su frescura y agradable sabor.
Plagas más comunes de las fresas
Al igual que todas las plantas, las fresas también son susceptibles a verse atacadas por ciertas enfermedades y plagas. Las más comunes son:
- Pulgón: verás que aparecen pequeños insectos negros o verdes en el envés y tallos de las hojas. Lo habitual es que hagan su aparición cuando empiezan a subir las temperaturas. Puedes combatirlo con una infusión de ajo. Aplícalo a primera o última del día y durante unas cinco jornadas. Echa 5 dientes de ajo machacados en un litro de agua y déjalo reposar durante 24 horas. Después ponlo 20 minutos a fuego lento. A continuación, solo tendrás que colarlo, esperar a que se enfríe y fumigarlo en tus plantas afectadas.
- Escarabajo del fresal: verás que está afectada por esta enfermedad si ves las hojas marchitas o enrojecidas, raíces sueltas y presencia de gusanos si escarbas un poco en el suelo. Para solucionarlo, puedes hacer un picadillo de cebolla. Pica 100 gr de cebolla por cada planta afectada y colócala alrededor de cada planta.
- Araña roja: verás que el crecimiento de tu planta se ralentiza y las hojas empiezan a coger un tono bronceado. Para solucionarlo puedes utilizar jabón potásico (una cucharada disuelta en agua y pulverizada sobre las zonas afectadas) o aceite de neem.
Las fresas también puede verse afectadas por hongos como el mildiu o el moho gris, en cuyo caso recomendamos un fungicida de origen ecológico.
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