Vuelven las lámparas de papel: un básico con estilo y, casi siempre, a buen precio

¿Quién no ha tenido una? Atemporales, llenas de encanto, fáciles de montar y baratas, hay modelos de menos de 20 euros, aunque también hay otros que llegan a los 1.000 euros, la lámpara de papel se reinventa siguiendo la estela de algunas de las tendencias de decoración del momento como son la búsqueda de la naturalidad, las formas orgánicas o el gusto por los tamaños XXL. Que no te despiste su apariencia sencilla, entre nuestra selección hay auténticos iconos de diseño.

Una reinterpretación actual

Oriente se encuentra con Occidente en este divertido diseño que Jaime Hayon hace para &Tradition. Formakami convierte el típico farolillo asiático tradicional en una expresión contemporánea, que prescinde de las formalidades culturales a favor de la elegancia, la belleza y la funcionalidad. De color blanco y hecha a mano con papel de arroz y detalles en roble teñido de negro, adopta distintas formas y tamaños, en versión techo o sobremesa.

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Un clásico con muchas versiones

La Akari de Isamu Noguchi es, quizás, la ‘madre’ de las lámparas de papel en la decoración de interiores. En 1951, durante un viaje a Japón, el diseñador estadounidense se quedó impactado por los farolillos y las sombrillas de papel washi (un material flexible y resistente) y empezó el diseño de las Akari, un término que significa luz y ligereza. Su fascinación por ellas le duró toda su vida, durante la que realizó más de 100 versiones de la misma. Hoy las edita Vitra y están hechas a mano por artesanos. “La crudeza de la luz eléctrica se transforma, gracias a la magia del papel, en la luz de nuestros orígenes: el sol”, decía de ellas Noguchi. Totalmente de acuerdo, maestro.

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De techo y en versión XLL

¡Como si tuvieras una nube en el comedor de tu casa! Tan espectacular como ligera, a pesar de su tamaño, Strand de Muuto apuesta por un diseño moderno que combina formas suaves con un toque de diversión. El resultado es una lámpara que ofrece tanto iluminación difusa como directa, esta a través de su apertura superior e inferior. Su compleja estructura formada por diminutos hilos, que parece flotar suavemente en el espacio, proporciona un brillo cálido y confortable a la estancia.

Capacidad de adaptación

Aunque posee un innegable aire oriental, que le abre las puertas de la decoración japandi, como en esta propuesta de Fredericia, no chirría en otros estilos decorativos, como el nórdico, el moderno o el natural, donde por material, diseño y sutileza se hace con un hueco de honor. Su halo misterioso y la magia de su luz son dos de los rasgos de identidad que la hacen ganar puntos en cualquier estilismo ‘deco’.

Para toda la casa

En primer lugar, invade los dormitorios con la típica lámpara colgante de bola de papel, pero luego, una vez coge confianza en la casa moderna, se la invita a entrar en otras estancias como el salón y el comedor para configurar el espacio de manera diferente gracias a su calidez innata. El papel de arroz y los detalles de chapa de abedul claro dan un aspecto natural y elegante a la lámpara Risbyn de Ikea. Al encenderla, la doble capa crea profundidad y un bonito motivo decorativo, y difunde una luz uniforme y suave.

Escultura suspendida

Más que una luminaria, la colgante Lamella, diseñada por Johan Takagi para Le Klint (en Nedgis) es una auténtica obra de arte que no pasa desapercibida y llama la atención de todos. Inspirada en los delicados pliegues de las setas y fabricada usando una antigua técnica, esta lámpara decora tanto como participa en la iluminación gracias a una luz eficaz, pero no deslumbrante, que aporta frescura y carácter. Idónea como luz general en el salón, el dormitorio o la cocina, en rincones de lectura o en despachos también se encuentra muy cómoda como punto de apoyo.

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Una bola que da mucho juego

Esta luminaria te sacará de más de un apuro, ya que cumple a rajatabla la premisa de ‘bueno, bonito y barato’ (vale 25 €). Con un diseño de farol circular clásico en papel y un marco de bambú acanalado, la Rice de HAY emite una luz suave que se puede usar en cualquier lugar de la casa. Además, está disponible en tres tamaños para que elijas según las dimensiones del espacio. Eso sí, en formato XL gana muchos puntos ‘deco’.

Juntas y 'revueltas'

La Bidar de House Doctor está fabricada en un material sencillo y ligero que crea una luz suave y natural en el hogar. Como cuenta con un precio asequible (22 euros de 36 cm de diámetro), deja que hable por sí misma, colgándola sola sobre la mesa de comedor o colocando varias juntas en un rincón de la habitación para crear un mayor volumen y un diseño escultural. Como si se tratase de una lámpara de araña… ¡de papel!

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De sobremesa

Este diseño orgánico y ovalado de papel y con acabados hechos a mano, recrea de manera muy actual la lámpara japonesa tradicional. El modelo de sobremesa Shiro de Habitat es perfecto para crear atmósfera en un rincón de tus estancias y dar un encantador toque a la decoración. Además, ahora está rebajada y cuesta menos de 14 euros. Tener estilo nunca había sido tan barato.

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Solares en el exterior

Es un básico de las fiestas al aire libre y la manera más personal, bonita y económica de iluminar la terraza o el jardín. Pueden ir solas o combinadas con guirnaldas de luces (otro clásico del exterior) y velas led ‘waterproof’, como en esta propuesta de Lights4fun. Ligeras y de gran tamaño, las Miami se colocan durante el día en un lugar estratégico para que brillen durante la noche. Como son muy fáciles de montar, te permiten crear las composiciones que quieras colgándolas en diferentes niveles y combinando tamaños y formas.