Aunque lo solemos utilizar tan solo para limpiar el suelo o las alfombras, un aspirador puede ayudarte en muchas otras tareas de limpieza de la casa. Y es normal, son una herramienta rápida, efectiva y que recoge la suciedad con tan solo un par de pasadas. Pero los usos de este pequeño electrodoméstico no solo debe hacernos mirar al suelo. Si levantas la mirada verás que hay otros muchos lugares de tu casa por los que puedes pasar el aspirador. Te contamos cuáles son algunos de ellos y cómo hacerlo bien.
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Antes de limpiar el sofá, aspíralo
Este paso será fundamental si quieres limpiar el sofá y dejarlo como nuevo y no tener que pasarlo varias veces. Coloca el cabezal para tapicerías y aspira el sofá para eliminar posibles migas, polvo o suciedad. Para ello, quita todos los cojines del sofá, tanto los decorativos como los de asiento. Pasa la superficie del sofá por todas partes, también la trasera, que si está contra la pared es normal que coja polvo. Puedes aspirar también los cojines de asiento antes de limpiarlos, bien con una solución específica para tapicerías o con una mezcla de un litro de agua, un vaso de vinagre y un par de cucharadas de bicarbonato, que puedes aplicar con un pulverizados en las manchas.
Utiliza el aspirador no solo para la tapicería del sofá. También te puede ayudar con un sillón, un cabecero o el colchón.
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Quita las migas de mesas y encimeras
Si tienes un aspirador de mano, sabrás que es tremendamente útil y puede ayudarte a limpiar varias superficies de la cocina. Entre ellas la mesa del comedor y la encimera de la cocina, así como cualquier superficie que puede mancharse de migas de pan, café, sal, hierbas… Incluso si tu aspirador es de escoba, puedes retirar los tubos extensibles y emplearla para ayudarte a limpiar tanto los recovecos de la encimera, detrás de la cafetera o debajo del tostador.
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Ayúdate del aspirador para limpiar las zonas a las que no llegas
Utiliza el aspirador para limpiar el polvo y eliminar las posibles telarañas del techo, las esquinas de las paredes y estas mismas. Asimismo, es muy útil para pasar la parte de arriba de los armarios, estantes altos, lámparas, ventiladores de techo… Sirve incluso para limpiar los marcos de puertas y ventanas o los conductos de ventilación, donde suele acumularse mucho polvo. Para este último caso, para limpiar bien entre las rendijas puedes coger un vaso de plástico y una pajita. Haz un agujero en el fondo del vaso y encaja la pajita, fijándola con cinta adhesiva. Después, aspira.
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Deja tu zona de estudio impecable
Es habitual que la zona de estudio de tus hijos termine llena de desorden y suciedad después de una tarde de deberes y tareas. Para limpiarla, ayúdales a recoger primero bien todos los papeles y objetos que puedan tener por el medio. Si son mayores, pueden hacerlo solos. Despeja la mesa y aspírala. Esto será perfecto para eliminar los restos de goma de borrar o de sacar punta a las pinturas y trozos de papel pequeños que surgen al arrancar las hojas de los cuaderno. Pero también te puede ayudar a limpiar el teclado. Para hacerlo, coge el tubo de un rollo de papel higiénico y asegúralo al aspirador con un poco de cinta adhesiva. Después, pásala entre las teclas y retira toda la suciedad.
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Una ayudita con las ventanas
Las rendijas de las ventanas son lugares de difícil acceso en los que siempre, hagamos lo que hagamos, suele quedar algo de suciedad. Pero un aspirador puede ayudarte a deshacerte de esos desechos casi sin esfuerzo. Igual que antes, para que sea más eficaz y puesto que es posible que el tubo del aspirador no llegue a todos los rincones, puedes poner el cartón de un rollo de papel higiénico un poco doblado, de manera que se adapte a la rendija. Sujétalo con cinta de adhesiva o de pintor para que pueda aspirar toda la suciedad.
Después, para dejar las rendijas bien limpias de suciedad, coge un estropajo y ponlo encima de las rendijas. Con un rotulador, marca por dónde va cada raíl y corta con un cúter. De esta manera, cada trozo encajará a la perfección en cada uno de los huecos. Humedece el estropajo, echa un poco de jabón y pasa las rendilas. Después, aclara. Finalemente, limpia los cristales de las ventanas como haces habitualmente.
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Limpia el pelo de tus mascotas
El aspirador puede ayudarte también a eliminar el pelo de tu perro o gato de cualquier superficie, ¡no solo el suelo! Con el aspirador puedes limpiar también su rascador, la cama en la que duermen o las alfombras. Además de eliminar los pelos, retirarás toda la arena y tierra que suelen traer de la calle. Te recomendamos que lo hagas con frecuencia, ya que los pelos de las mascotas pueden engancharse con la tapicería. Si ves que ha quedado alguno, utiliza un rollo adhesivo o cinta de embalar por las superficies. Así terminarás con todos los pelos.
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Otras cosas que tu aspirador puede hacer por ti
Además de limpiar, un aspirador puede ayudarte a recuperar un pendiente o un anillo caído bajo la cama sin dificultad. Para ello coloca una media vieja en el tubo del aspirador y sujétalo con una goma o cinta adhesiva para que no se escurra. Después pasa el aspirador por debajo de la cama y recupera tu joya perdida: la tela evitará que se cuele en el interior del aparato.
También puedes utilizar el aspirador para dar buen olor a tu casa. ¿Cómo? Es sencillo. Empapa un algodón o disco desmaquillante en un aceite esencial que te guste en el depósito del aparato. Cada vez que lo enciendas, el ventilador impregnará tu casa de un agradable aroma.
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Cómo utilizar bien el aspirador
Cuando vayas a limpiar, si sigues todos los consejos que te hemos dado, pasa el aspirador de arriba a abajo. Es decir, comienza con las zonas altas, continúa con las encimeras y, finalmente, pasa el suelo y las alfombras. Para este último paso, previamente, retira todos los pequeños objetos que puedan atascar el aparato, así como los muebles que te estorben. Al limpiar las alfombras, lo ideal es pasarla hacia atrás para aspirar y hacia delante para colocarla o reposicionarla. Asimismo, hazlo primero en una dirección y después en perpendicular, para llegar correctamente al fondo de todas las fibras y conseguir una mayor limpieza.
Para una total eficiencia, vacía el depósito antes de cada limpieza y comprueba que los filtros no están sucios, obstruidos o dañados.
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