La falta de metros no está reñida con el buen gusto, así que no hay excusas para que no le des a tu piso pequeño el cariño que se merece. Vale que puede que no puedas tener un comedor individual y separado de la cocina o el salón, un dormitorio con baño en suite o una superterraza en la que desconectar en verano. Pero eso no significa que no haya muchos recursos que puedas emplear para que los metros que tienes se luzcan como se merecen. Pon en práctica este manual y empieza a disfrutar de tu casa, ¡por muy pequeña que sea!
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Valora el uso de los muebles con varias funciones
Puffs o bancos que cuentan con almacenaje (como el de la imagen), camas con arcón, escritorios plegables que salen de la estantería… Hay muchísimos muebles multifuncionales que te ayudarán a decorar tu casa, pero sobre todo han de ser piezas prácticas y útiles. Así, huye de muebles que, para darles uso, tengas que mover la otra mitad de los muebles de casa, como mesas plegables –que acaban en el olvido– o sofás cama que no pueden abrirse por falta de espacio. En estas situaciones es mejor decantarse por piezas más sencillas (también serán más baratas) y que sigan cumpliendo con tus preferencias deco, como un sofá plegable (tipo clic clac) o una mesa extensible, que siempre tendrá su lugar en tu comedor y le darás uso tanto abierta como cerrada.
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Alíate con los muebles a medida
Aunque puedan resultar una inversión inicial algo elevada, con el tiempo agradecerás haberla hecho. Y es que, además de que un mueble a medida responderá a todas las necesidades que tengas, podrás encargarlo con los acabados que más te gusten y no tendrás que conformarte con un mueble que no termina de encajar del todo con tu decoración. Pero, sin duda, su gran ventaja es que no malgastan ni un solo centímetro del espacio.
Cierto que, si te mudas, tal vez no encaje con tu próxima casa; pero si tienes intención de quedarte indefinidamente en un piso pequeño, cuanto más cómodo y estiloso sea, más te gustará vivir en él.
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Menos paredes y paredes de cristal
Eliminar las barreras visuales hará que tu piso se perciba mucho más grande. Cierto que prácticamente no estarás ganando metros reales, pero engañarás al ojo y te sentirás más cómodo. Por eso, si vas a hacer una reforma, plantéate tirar algún tabique uniendo la cocina y el salón, por ejemplo, o cambiando las paredes que separan el pasillo por un cerramiento acristalado, que dejarán pasar la luz cómodamente y el entorno parecerá más grande. En el caso de que no tengas pensado hacer una gran reforma, tan solo quitando las puertas podrás ganar casi un metro cuadrado del espacio. Para que el acabado sea perfecto, elimina las bisagras del marco de la puerta, rellena los agujeros de los tornillos o del resbalón y, después, píntalos de blanco. Verás cómo tu casa parece más grande.
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Menos muebles pero con presencia
Tener un piso pequeño no implica que tengas que llenarlo de mini piezas que te den todo tipo de servicios. Es mejor prescindir de algunos muebles auxiliares y decantarse por piezas con presencia. Para que no renunciar a la personalidad, añade muebles con texturas o diseños originales, intentando que todo el piso responda al mismo estilo decorativo, cuente con los mismos acabados o una gama cromática determinada. Si mezclas demasiadas piezas o colores, el resultado será un batiburrillo sin sentido y parecerá más lleno de lo que en realidad está.
Decora con muebles ligeros y de poco fondo para aligerar el espacio
Hay ciertas áreas de tu casa que, por falta de metros, no permiten un mueble con presencia o demasiadas texturas. Es en estos casos, en los que debes recurrir a piezas ligeras y de poco fondo. Por ejemplo, no renuncies a decorar el recibidor con una consola. Solo tienes que elegir un modelo con estructura de metal y poco fondo (las hay de tan solo miden 30 cm de fondo). Después añade piezas que sean las que marcan el estilo: un jarrón, un espejo o un cuadro para decorar la pared, una lámpara…
Cuida la distribución
En un piso pequeño, las posibilidades para colocar tus muebles se reducen muchísimo. Y, sí, aunque te encantaría tener el sofá en medio del salón, seamos realistas: si lo colocas contra la pared ganarás espacio para el paso. Y no solo eso. La estancia también se percibirá más amplia. Evita también tapar las ventanas y, con ello, la entrada de la luz. Lo mejor es dejar las ventanas despejadas y vestidas con cortinas o estores con tejido tipo visillo (mejor si tiene un pequeño porcentaje de tejido sintético para mejorar la caída), que te darán privacidad sin tapar del todo la entrada de la luz.
Para no equivocarte, antes de empezar a colocar muebles por aquí y por allá, haz un plano de tu casa y mide bien dónde irá cada mueble. De esta manera sabrás de qué piezas debes prescindir y de cuánto espacio dispones.
Abusa de los colores claros
Utiliza colores neutros claros, como el blanco, el beige o el greige como base para decorar, después puedes utilizar tonos más oscuros para añadir la nota de color, pero en pequeñas dosis. Lo ideal es huir de tonos demasiado saturados que puedan resultar estridentes. Las tonalidades deslavadas o plomizas son buena opción.
Y es que los tonos claros son una apuesta segura que te ayudarán a que el espacio se vea más grande y luminoso. Además, son tan versátiles que quedarán estupendamente con cualquier color y revestimiento para pared que quieras, un recurso que puede ayudarte a dar profundidad, pero que también decora.
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Suelos continuos para ampliar el espacio
Una fantástica idea para decorar un piso pequeño y ampliar el espacio es renovar los suelos por otros continuos. Tener un modelo de suelo distinto en cada estancia –o al menos en la cocina y el baño– hace que el espacio se vea más pequeño debido a que, además, hay que añadir tapajuntas para que la transición entre suelos sea más ‘decorativa’. Por eso, al hacer reforma, recuerda que hay muchos tipos de suelo que pueden ponerse en toda la casa, incluso en las estancias húmedas. Así, si te decantas por un porcelánico, ahora los hay con unos acabados muy logrados que imitan madera, mármol o cualquier otro material. Y lo mismo si te decantas por un laminado: los hay con tratamiento hidrófugo que pueden instalarse en el baño y en la cocina sin miedo a que se estropeen con la humedad.
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Confía en los espejos para multiplicar la luz
No hace falta que coloques un espejo en cada esquina de tu casa. Pero si añades uno en el recibidor y otro en el salón verás cómo la luz se multiplica, el espacio parece más amplio y realzan la profundidad. Ahora, elige bien su ubicación, de manera que refleje un espacio que aporten armonía. Así que evita colocarlos frente a puertas o paredes donde no digan nada o espacios desordenados.
Y no escatimes con el tamaño del espejo. Uno pequeño resultará ridículo en una pared completamente blanca y sin más adornos. Cuanto más grande sea el espejo, mayor será su efecto decorativo.
Sube el almacenaje hasta el techo
Y no solo en los armarios empotrados o los que elijas exentos para ganar almacenaje en el dormitorio. Al planificar tu cocina, elige muebles que lleguen hasta el techo de manera que te regalen todo el espacio de almacenaje que sea posible. De esa manera, la imagen de la cocina será mucho más armoniosa y unificada y ganarás unos valiosísimos centímetros a los que darás mucho valor cuando empieces a guardar todas tus cosas, aunque sea utensilios que empleas esporádicamente. Además, así te ahorrarás tener que limpiar la parte superior del armario.
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