El termómetro nos recuerda que comienzan los días de calor y sol y el calendario, que avanzamos hacia la estación de las flores. Ya casi tenemos aquí la primavera y las labores de jardinería que hagamos ahora van a afectar muy favorablemente a cómo lucirá nuestro pedacito de naturaleza a lo largo de los próximos meses, donde disfrutamos más del aire libre. Así que, manos a la obra y no descuides esta lista de tareas imprescindibles, de ello dependerá que tu jardín luzca con todo su esplendor como el de la propuesta, un proyecto del paisajista Pablo Vidal de estilo new perennial.
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Plan de acción completo
Aquí nos referiremos a las regiones de la España peninsular y las Islas Baleares, pues en Canarias su clima es bien distinto y no padecen fríos invernales acentuados. Pues bien, el invierno es una estación que puede causar estragos en nuestro jardín, y no nos referimos solo a las plantas, sino incluso a los sistemas de riego. Es hora de la puesta a punto completa con podas, abonados y, también, la plantación de nuevas especies si lo deseas. Lo vemos todo punto por punto y así conseguirás un jardín como el de la imagen, un proyecto de paisajismo de Ábaton fotografiado en primavera.
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Momento de podar
Para disfrutar de tu jardín esplendoroso será necesario podar las plantas, los arbustos y los árboles. ¡Con poco esfuerzo tus exteriores se verán más cuidados y bonitos!
Precisamente el mejor momento para realizar esta tarea de mantenimiento es cuando la planta se encuentra en el periodo de receso vegetativo, es decir en invierno o finales de esta estación, todo dependerá del clima. En zonas con heladas que puedan dañar a las plantas, es mejor esperar a que el invierno esté llegando a su fin para ponerse a cortar ramas viejas y secas.
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Toca abonar
El frío puede afectar a tus plantas, pero las bajas temperaturas también dañan al terreno, muchas veces dejándolo bajo de nutrientes. No hay que preocuparse, no es nada que un buen fertilizante no puede solucionar, así que proporciona a la tierra un abonado de fondo, para aportar a las plantas esos alimentos necesarios para que rebroten y se encuentren en plena salud durante la primavera y el verano. Pero ten en cuenta también esta recomendación: ¡No hay que pasarse con el abono! El exceso comporta un crecimiento debilitado de las plantas.
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Pasa revista al riego
Si has jubilado tu regadera y has preferido automatizar el riego (con aspersores o por goteo), ahora debes comprobar que los sistemas funcionan correctamente, en ocasiones el frío invernal puede estropearlos. Algo común es que se encuentre bloqueada la salida del agua en los aspersores o goteros, mira si es el caso para repararlo.
En la imagen, una estampa primaveral de hortensias regadas por aspersión.
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Gana la batalla a las malas hierbas
Lo sabes por experiencia, si has descuidado el jardín durante semanas las malas hierbas se habrán adueñado de él. ¿Por qué hay que eliminarlas? Pues la razón principal no es que resulten antiestéticas, sino que afectan al crecimiento normal de nuestras plantas. La recompensa será por ejemplo tener en primavera un bello camino flanqueado por tulipanes, como el de la foto.
Si vas a retirar a estos incómodos huéspedes personalmente con una pala o azada, es recomendable que el suelo esté húmedo porque así las raíces salen con mayor facilidad. En todo caso, si te parece un trabajo arduo, siempre puedes contratar a un profesional de la jardinería.
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Recupera la preciosa pradera
Si tienes césped es muy probable que haya acumulado una capa fina de 1 o 2 cm de espesor en la superficie, es lo que se conoce como fieltro, que hace que el agua no filtre. Igual que algunas especies que pueden provocar una imagen asalvajada de la pradera. En la propuesta, un proyecto del estudio La Paisajista comandado por Monique Briones, un jardín completamente saneado y con un césped bien segado.
En esta primera siega previa a la entrada de la primavera resulta vital hacer el proceso en dos fases: para comenzar, pon la máquina en un valor medio y, tras terminar o al día siguiente, siega una segunda vez a la altura que te guste, aunque por regla general no debes cortar más de un tercio de su altura. ¿Más cosas? Evita realizar esta tarea cuando la hierba está recién regada o si ha llovido, porque la humedad podría provocar que le salgan hongos.
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Ocúpate de tus trepadoras
Por si no lo sabías, la mayoría de trepadoras han entrado en parada vegetativa durante el invierno, entre otras consecuencias verás que presentan pocas hoja. Ello quiere decir que no hay un momento en el que te resultará más fácil guiarlas como en marzo. Aprovecha también para podarlas y sanearlas.
Este techo lo conforman glicinas, que desde finales del invierno florecen regalándonos toda su belleza en forma de racimos colgantes.
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Nuevas plantaciones
Las anteriores tareas son, aunque muy necesarias, más arduas. Por último, es hora del disfrute plantando nuevas especies que alegren el jardín. Esta época es idónea para incorporar bulbosas y plantas de temporada (anuales) o de ciclo de vida perenne (también conocidas como vivaces). Consulta en tu vivero qué especies tendrán más probabilidades de arraigar bien y ponte manos a la obra.
Como existen plantas y flores que pueden crear irritaciones en la piel, lo mejor es que emplees guantes durante el proceso.
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