Ponemos la casa en femenino con los trucos de cuatro interioristas… ¡mujeres!

Rebuelta Domecq: pasión por el detalle

Desde el estudio Rebuelta Domecq lo tienen claro: los detalles suman puntos de estilo, lo que se traduce en “encontrar la belleza en todas partes. De manera que cada elemento que utilizamos tiene importancia para que el conjunto funcione”, afirman. En este dormitorio, la colcha y la butaca comparten color, al igual que la alfombra y la manta. Detalles que pueden pasar desapercibidos, pero que no se han dejado al azar.

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Soledad Ordoñez: sensibilidad natural

Sensibles desde pequeñas, o al menos eso dicen, el punto de mira de nuestra sensibilidad se pone ahora en la naturaleza y en su capacidad para dar vida y recordarnos de dónde venimos. Esa reinterpretación se traduce, según la interiorista, “en el uso de materiales nobles que nos acercan a la naturaleza y nos recuerdan el origen”.

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Soledad Ordoñez Giordano: personalidad propia

Si hay un rasgo que comparten decoradoras y decoradores es la búsqueda de crear una decoración de interiores hecha a la medida de los moradores de la casa. Para conseguir este objetivo, entra en juego la “empatía con el cliente. De manera que podamos zambullirnos en sus gustos y costumbres y entregarles una vivienda que sea su reflejo”, asegura.

4. Soledad Ordoñez Giordano: el poder de la luz

Soledad Ordoñez Giordano apuesta por un estilo ecléctico y osado que, sin embargo, resulta también atemporal. En este universo moderno, la luz se convierte en protagonista principal: “Tanto la natural como la artificial del proyecto lumínico aportan calidez al espacio, haciendo especial cada momento del día”, apunta. Este baño ‘white’ es una declaración de intenciones y de cómo hacer más luminoso y especial un ambiente.

El 8 de marzo nos sirve de excusa para repasar la decoración de interiores que se hace en nuestro país por decoradoras, demostrando que, aunque el estilo no es cuestión de sexo, sino de trabajo y talento, el toque femenino está presente en todos ellos de forma sutil o empoderada. Estas cuatro interioristas nos desvelan sus claves, prioridades y forma de hacer las cosas para crear hogares donde todos se sientan a gusto. Por cierto, ni todas ven la vida en rosa ni todos sus espacios son suaves y delicados.

1. Virginia Gasch: emoción a color

Alma mater del estudio VG Living, Virginia Gasch usa el color como forma para transmitir emociones: “Me encanta aportar color a mis proyectos y crear una atmosfera positiva y alegre”, señala. Entre las tonalidades que suele incluir no puede faltar el rosa, uno de los tonos del universo femenino que ahora es tendencia de decoración. Este salón sin género es una prueba de su personalidad y de su espíritu vitalista y colorido.

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Rebuelta Domecq: minimalismo cálido

El minimalismo cálido se ha hecho un hueco en la decoración de interiores, por su capacidad de simplificar y hacer la vida más fácil, sin renunciar a la calidez. Tres rasgos de la mujer actual que las hermanas Rebuelta Domecq han incorporado a sus proyectos. “Nos gustan los espacios sin añadidos, ni excesos. Nos movemos en una estética minimalista casi esencial, que respeta la singularidad de cada ambiente, pero es capaz al mismo tiempo de aportar calidez a todo con la idea de transmitir confort y bienestar”.

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3. Rebuelta Domecq: cuestión de armonía

Las hermanas Rebuelta Domecq ofrecen una mirada joven, actual y colorida, definida, sin embargo, por la armonía y el equilibrio. “Nos gusta jugar tanto con colores como con texturas y combinar, así, tonos neutros que contrastan con otros mas vibrantes, y diferentes acabados que van desde brillos y mates hasta textiles o piedras”, afirman. Este salón limpio y sencillo es una clara demostración de cómo usar el color para lograr estilo.

Adriana Nicolau: pura alegría

En un mundo donde las noticias malas, incluso terribles, superan a las buenas, las mujeres nunca pierden la esperanza. Por eso, los espacios de Adriana Nicolau están cargados de luz, osadía, alegría y vida. Se trata de salones, dormitorios, despachos o recibidores diseñados para disfrutar, para sentirse a gusto y empezar cada día con nuevas energías.

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Adriana Nicolau: elegancia personal

Su estilo, sofisticado y ponible al mismo tiempo, destila elegancia gracias, en parte, a la presencia de un matrimonio 'deco' bien avenido como el que forma el diseño contemporáneo y las piezas antiguas. Por eso, es habitual encontrar en ellos alguna antigüedad rescatada del olvido en el Rastro de Madrid, derribos o en el Marché aux puces de París. El resultado de esta unión son espacios acogedores y elegantes, con pinceladas personales como esas butacas rosas o la lámpara palmera.

2. Adriana Nicolau: empatía femenina

Adriana Nicolau dice que persiguió en sueños esta profesión durante años y que cuando despertó, ya era una realidad. Una de sus premisas es la empatía con el cliente y es justo en este aspecto donde se manifiesta su condición de mujer porque “por mi parte femenina capto rápidamente lo que buscan, incluso sin que ellos lo sepan definir”, asegura. La decoración de este salón es una muestra de sus habilidades.

Virginia Gasch: poder de adaptación

Además de reflejar las tendencias de decoración del momento, la interiorista diseña casas para ser vividas “cercanas y que respondan a sus necesidades y momento de vida”. El papel pintado es otro de sus ‘básicos’ y una de las maneras de crear un punto de atención en el ambiente.

Virginia Gasch: con alma

Dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer y en el caso de Virginia, detrás de cada proyecto hay una historia. “Mis espacios cuentan historias y reflejan la personalidad de mis clientes. Soy muy empática y me encanta que sean únicos y personales”. Por este motivo, muchas de las piezas que visten sus ambientes son diseños del estudio. Así, en este rincón, cada detalle, cada elemento juega un papel importante y tiene una razón de ser. No podemos apartar la mirada del mueble, la lámpara de sobremesa…