Nos trasladamos al valle de la Cerdaña, a una casa de montaña de obra nueva que una familia usa como segunda residencia. Los propietarios han confiado el diseño de su bucólica y amplia vivienda con vistas a la sierra del Cadí a Altointeriorismo (www.altointeriorismo.com), quienes han apostado por una arquitectura interior serena y cálida.
La casa, que cuenta con un extenso jardín, disfruta de un porche con un agradable salón al aire libre equipado con un banco de obra de piedra integrado con los materiales usados en la casa. Se escogieron tonos para el textil que coordinaran con los grises de la piedra de la fachada. Además, “la mesa de centro es una chimenea hecha en roble y hierro ideal para poder disfrutar del salón exterior durante todo el año”, revelan los artífices del proyecto de interiorismo.
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Salón panorámico
La vivienda tiene 250 metros². Nos encontramos en el salón, que se abre a toda la sierra del Cadí con un ventanal, por lo que desde Altointeriorismo han bautizado la estancia como 'la pecera'. Esta apertura genera un espacio agradable para pasar largos momentos de desconexión, lectura...
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Acogedor rincón
Junto a la cristalera se ha creado un rincón más juvenil e informal colocado un cojín tipo colchoneta y configurando así un banco muy especial con, insistimos, unas vistas únicas. Para vestir ese paño de fachada acristalado se apuesta por unas persianas venecianas que tamizan la luz de una vivienda muy soleada.
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Serenidad pura
El salón lo configuran dos sofás en ‘L’ y unas mesas de centro acompañada de pufs, además de un estante donde se apoyan cuadros. Respecto a los textiles, se han utilizado linos en tonos naturales y grises en diferentes texturas. Estas cromáticas combinan a la perfección con los materiales naturales de todo el mobiliario, generando una formidable sensación de paz y armonía.
Los textiles empleados son lisos, con juegos de texturas como sedosos y acanalados, creando un conjunto rico en matices.
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No podía faltar la chimenea
El interiorismo es muy cálido para contrarrestar la gran altura de los techos. Aquí el techo se forra en madera, un paño de pared se reviste en piedra y, además se apuesta por una chimenea de leña, un método de calefacción típico en las casas de montaña. En conceto este elemento también sirve de divisor entre en salón y el comedor.
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La perfecta integración
El comedor se encuentra a un paso del salón y también de la cocina. El mobiliario lo conforma una gran mesa de madera rústica que contrasta con el hierro de las dos lámparas colgantes y con las sillas tapizadas, que toman los mismos tonos que la casa integrándose así con suma armonía en el diseño de interiores. Además, una alfombra aporta un plus de estilo y calidez al ambiente.
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Buenas conexiones
La cocina cuenta con una barra acompañada con taburetes para los desayunos, un rincón orientado al comedor y al jardín.
“Una de las piezas principales en una familia es la cocina, bajo esta premisa unificamos la zona del comedor con la de la cocina con una cristalera en hierro. Realizando este tabique transparente conseguíamos aislar de olores el resto de la casa, pero sin renunciar a tener la luz de sur en el comedor e integrarlo visualmente”, detallan desde Altointeriorismo.
¿La premisa? La calidez
El sello de Altointeriorismo es crear espacios acogedores y cálidos empleando materiales naturales y sin generar demasiados contrastes cromáticos. Buena muestra de ello es el dormitorio principal en el que la madera es gran protagonista no solo del mobiliario, sino incluso del techo y la pared principal.
La habitación es un espacio polivalente gracias a la multitud de asientos incorporados: un banco a los pies de la cama y un mullido sillón.
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Un baño de líneas modernas
Esta es una casa de montaña, por ello se usa mucho la madera. En el baño principal, por ejemplo, el mobiliario de líneas rectas y actuales es de roble. En consonancia se apuesta por un suelo continuo, un microcemento.
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Una encantadora buhardilla
El desván se utiliza como dormitorio de invitados. “Es un espacio amplio, pero limitado por la altura que va decreciendo a causa de los techos inclinados. La zona más alta se aprovechó para ubicar la cama, orientada hacia la ventana para así aprovechar al máximo la luz y disfrutar de las vistas”, detalla el estudio de interiorismo.
Para ganar en sensación de calidez (y eso que los techos en madera ya aportan mucha), se emplea una gran profusión de textiles. La hornacina iluminada también contribuye a abrigar esta elegante estancia.
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