Este piso de 120 metros² ubicado en el bohemio barrio de Santa Catalina, en la ciudad de Palma de Mallorca, es la segunda residencia para una pareja extranjera. Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo (salvarq.com) fue el estudio encargado de remodelarlo.
En el momento de aceptar el encargo, la vivienda se encontraba totalmente vacía, pues se habían realizado trabajos de demolición del estado original. Los trabajos siguieron la premisa de “conseguir unos espacios funcionales y con una sensibilidad especial por el diseño”, relata Jaime.
El proyecto de reforma integral lo firma el arquitecto Jaime Salvá, mientras que el interiorismo ha sido llevado a cabo por él en colaboración con el diseñador de interiores Ondrej Zdercik. Ambos se han encargado de escoger mobiliario e iluminación muy cuidadosamente, siguiendo con la línea de mezclar lo chic con lo industrial.
Concepción abierta
La cocina se unifica y se reúne con el comedor y el salón, logrando optimizar el espacio y una sensación espacial lo más amplia posible. Otra ventaja cuando no se cuenta con tabiques divisores es que la luz se cuela hasta el último rincón.
En concreto vemos en primer plano la isla, realizada en una piedra gris zarci, con un ligero veteado. Este módulo central sirve de divisor entre la cocina y el comedor contiguo.
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Ambiente ‘arty’
El arte juega un papel importante en la decoración de interiores. Jaime considera que “se ha colocado un arte atrevido y descarado, que ayuda a entender la mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo”. En concreto en el comedor se apuesta por las obras Bubblegum Portrait y The Pink Pencil, de los diseñadores Young & Battaglia.
El mobiliario es todo de fractura moderna, como la mesa de comedor modelo Ana, de Fredericia, las sillas de línas curvas Brooklyn, de Porus Studio y la lámpara suspendida metálica Meshmatics, de Moooi.
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Al calor del hogar
El salón cuenta con una decorativa chimenea de leña (el modelo Paxfocus, de Focus) que se sitúa junto a la columna, debido a que su gran peso necesita un elemento estructural para poder agarrase y, además,de este modo se unificaban los elementos verticales que hay en el centro de la estancia.
El piso está ubicado a escasos metros del mercado gastronómico y decenas de restaurantes y, como dijimos, se trata de una segunda residencia. Así, “como la cocina no va a ser utilizada en exceso, nos permitió tratarla como un elemento arquitectónico que se integra en el interiorismo y diseño de la estancia”, revela Jaime.
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Comunión de estilos
La arquitectura mezcla clasicismo con aires industriales. El motivo lo cuenta el arquitecto que ha comandado la reforma: “el entorno de la vivienda, un antiguo barrio de pescadores que se ha convertido en una zona de moda en la ciudad, conduce a crear un estilo contemporáneo, pero cálido y acogedor, con toques de la arquitectura más clásica, como pueden ser las molduras en ciertos puntos. Estos toques clásicos conviven con acabados más industriales, como puede ser un pilar estructural que se deja de hormigón visto o colocar un conducto de sección circular de acero galvanizado para el aire acondicionado”.
Por ejemplo, ciertas paredes aparecen ricamente decoradas. La razón es que se han trasdosado las paredes para separarse del muro existente, el cual carecía de aislamiento. Tras esta actuación se ha instalado un paramento con molduras. Aparte, esta diferencia de espesores se utiliza en algunos puntos concretos para colocar iluminación Led indirecta.
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Grandes reuniones
El área de salón ocupa la mayor parte de la zona de día porque a los propietarios les gusta realizar reuniones con un buen grupo de amigos. El mueble protagonista del ambiente es el sofá modular, en realidad se trata de dos enfrentados, para propiciar agradables conversaciones.
En esta zona los techos tienen gran altura y aparecen inclinados, para destacarlo y reforzar la estructura de la vivienda, se colocan vigas de madera.
Mezclas osadas
En el pasillo, se dejan a la vista los conductos del aire acondicionado. “A los clientes les gustó mucho la idea de combinar lo clásico con lo industrial. Y el conducto de acero galvanizado era una manera de resolver la climatización de la vivienda de la manera más funcional posible, ya que, al tratarse de un piso con vigas vistas, los conductos no podían quedar ocultos tras un falso techo”, comenta Jaime.
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Un dormitorio de ‘revista’
La sencillez estética no está reñida con la elegancia, al contrario, en el dormitorio principal se crea un ambiente óptimo para el descanso. Para comenzar, las paredes con molduras se pintan de un refrescante color verde y, a continuación, el cálido suelo de tarima en espiga se cubre en la zona de la cama con una alfombra (modelo Écume de Ligne Roset). Aunque, sin duda la pieza de mobiliario destacada es la cama con el cabecero envolvente, que proporciona una maravillosa sensación de privacidad; se trata de Low Dubois, de la firma De la Espada.
La estufa blanca, de Castellamonte, es el modelo Stack y pretendidamente ofrece una delicada imagen retro.
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A la conquista de la luz
Respecto al dormitorio, dispone de un secreto de almacenaje. La habitación cuenta con el baño en suite, conectado con un pequeño vestidor. Y al estar ubicado en una zona con altura de los techos cercana a los 4 metros, se aprovecha la zona sobre el baño para ubicar un pequeño altillo donde almacenar maletas.
Jaime explica que “con el objetivo de no cerrar espacios pequeños y que queden oscuros, el vestidor se trata como una pieza semiabierta, donde unas puertas correderas de cristal permiten abrir totalmente y conectarlo con el dormitorio, dejando entrar la luz natural”. En su interior, las baldas y zona de perchas no presentan puertas, para no entorpecer la circulación.
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Baño principal minimalista
En el baño en suite, como en el dormitorio, reina la sencillez, una apuesta perfecta dado que su tamaño es pequeño. Se busca reducir el número de materiales y así ganar sensación de amplitud. Para los revestimientos se escogió el acabado marble paint de la firma escandinava St. Leo, para que funcionen en las zonas húmedas. Una balda de madera y el cuidado diseño de la iluminación artificial aportan la calidez necesaria.
Este es el último ambiente que visitamos de una reforma integral que fue sencilla, pues no hubo sobresaltos significativos durante las obras, y dejó a los propietarios muy complacidos, tanto por los aspectos arquitectónicos como los de interiorismo. Jaime Salvá señala que “los clientes quedaron encantados con el diseño y no hicieron ningún cambio significativo respecto a la primera propuesta presentada”.
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