Entramos en la nueva casa de María Teresa Campos, habitación por habitación

María Teresa Campos nos ha recibido en su casa junto a una acompañante de excepción: Lula, la perrita de Terelu, que ahora vive con ella. Para la presentadora era muy importante que su nuevo hogar le permitiese estar cerca de sus dos hijas, Terelu y Carmen, quienes han vuelto a tener una buena relación tras casi cuatro meses distanciadas.

Las primeras impresiones importan, y más si cabe en decoración. El recibidor puede que sea una de las partes más destacadas de la vivienda, puesto que es la encargada de dar la bienvenida a la misma. En el caso del hall de María Teresa, nos encontramos ante un espacio que anticipa la amplitud que reinará en el resto de la casa, que está conectado con varias estancias, y que ha sido adornado con muebles de corte clásico, que combinan la madera y el dorado.

La presentadora se ha mudado a una nueva vivienda, pero no por ello ha renunciado a su estilo decorativo. Tal y como se muestra en esta imagen, ha optado por seguir manteniendo la esencia de la anterior, adornándola con algunos muebles que se encontraban en la misma. Unas majestuosas piezas, de estilo clásico, como ésta, sentada sobre una base bañada en dorado, con unas patas engalanadas con motivos vegetales. Sobre ella, ha colocado algunas fotografías familiares, así como una vasija y un cuadro a juego.

La vida del salón discurre en torno a la mesa de centro. Una pieza baja, de madera y acristalada, lo que permite ganar una mayor sensación de amplitud. A su alrededor, se sitúan dos sofás clásicos, tapizados en colores muy similares, en crema, y una silla a juego. El resto de muebles encajan también a la perfección con el ambiente de la estancia: desde el pequeño bar de madera, con diferentes bebidas, hasta el cuadro principal (un bodegón). Al fondo, se divisa otro mueble repleto de fotos familiares y un gran ventanal que permite el paso de la luz natural.

Este otro rincón de la casa ha sido adornado, también, con piezas robustas. En esta ocasión con una mesa cuadrada, de madera, acompañada de varias sillas en color claro. Del techo cuelga una lámpara muy clásica, de araña, rodeada de velas y adornada con cristales. Pero aquí destaca, sobre todo, el aparador del fondo, donde guarda su vajilla. Un mueble especial para ella, puesto que, como detalla, se lo compró hace tiempo a un anticuario y tenía muy claro “que me lo iba a traer”. Un detalle vintage que le da un toque al espacio.

Las flores y plantas se han convertido en todo un reclamo decorativo. Son capaces de adornar cualquier estancia, y así lo demuestra la presentadora en este espacio. Además del ramo, situado en un jarrón transparente verde, se pueden apreciar otras piezas de gran valor, y un cuadro con motivos florales, detrás.

En esta imagen, la presentadora posa, feliz, a las puertas de su cocina. Un espacio en el que, una vez más, ha apostado sobre seguro, utilizando, sobre todo, muebles en color blanco. De nuevo, observamos el protagonismo que adquieren las flores y la naturaleza, presentes en toda la vivienda.

En cuanto a la decoración de su habitación principal, ha escogido tonos neutros y claros. El cabecero, de color rosa empolvado, va a juego con la ropa de cama, situada en el centro del espacio. A ambos lados, dos mesillas de noche (una con una lámpara y otra con una planta); y sobre ella, una lámpara cuyo estilo recuerda a la del salón. Al fondo, además de un pequeño mueble, destaca un secreter vintage, con detalles dorados.

Aunque se lamentaba de que no había podido traer su antiguo vestidor al completo, aún cuenta con dos vestidores. “La ropa me cabe toda, porque tengo varias habitaciones para mis trajes, mis camisas…”. Aquí, el material principal es la madera de estos armarios que dejan las prendas al descubierto, permitiendo así tener una visión general de todas sus prendas. Al fondo, para mantener todo en orden, también ha colocado un cómodo zapatero.

No es un secreto que María Teresa siente pasión por los zapatos (hasta fue nombrada la ‘mejor calzada’ de nuestro país en una ocasión). “Tengo un cuarto lleno de zapatos. Cada vez que viene alguien, le digo de regalarle algunos, pero el problema es que yo tengo el número treinta y seis y a nadie le valen (ríe)”. Como se puede ver en la fotografía, también dispone de armarios con puerta corredera para guardar sus preciados accesorios, lo que le permite acceder a ellos de una forma sencilla y práctica.

Una de las cosas que más aprecia de su nueva vivienda, además de su comodidad es su luminosidad. “Es muy importante”, destaca, “tenemos esta luz hasta que se pone el sol”. Algo que ha conseguido gracias, en gran parte, a los grandes ventanales que rodean el piso.