Tu perro o tu gato son un miembro más de tu familia. Y no porque lo diga la ley (desde el 5 de enero de 2022 las mascotas han pasado a considerarse legalmente “seres vivos con sensibilidad” y miembros de la unidad familiar), sino porque así lo sientes tú y porque en tu casa queréis de verdad a vuestro animal de compañía.
Sin embargo, y a pesar del amor incondicional que te regalan las mascotas, es inevitable que ensucien el entorno en el que viven. Por eso, lo mejor es establecer ciertas rutinas de limpieza que funcionen. ¡Toma nota!
Más trabajo en casa
Si tienes mascota ya lo sabrás. Pero si no la tienes y estás pensando en adoptar un peludo para que viva contigo, lo primero de lo que debes ser consciente es del trabajo extra que va a implicar.
Es cierto que perros y gatos nos aportan un sinfín de cosas buenas, pero también tendrás que ocuparte de muchas cosas relativas a su salud y mantenimiento, además de limpiar todo lo que ellos ensucian (que es bastante). La higiene de tu casa se va a convertir en un tema prioritario en tu vida, y tendrás que acometerlo de la mejor manera posible.
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1. Ventilar la casa a diario
Uno de los inconvenientes que tiene, por ejemplo, convivir con un perro es el olor. Estos animales poseen un olor más fuerte e intenso al que tendrás que acostumbrarte. Para tratar de minimizar su efecto es clave ventilar a fondo la casa todos los días e, incluso, varias veces al día.
Desde hace dos años, y a causa de la pandemia, nos hemos acostumbrado a abrir las ventanas sin miedo y, si vas a vivir con un perro, tendrás que seguir haciéndolo. Así renovarás el aire del interior de la casa y minimizarás el olor de tu mascota.
Si este sigue dominando tu casa, piensa en alguna solución específica para acabar con el mal olor: usar un ambientador adecuado o, mejor, un neutralizador de malos olores puede ser la solución.
Un truco: utiliza vinagre de manzana para limpiar la casa. Además de ser un potente limpiador es perfecto para acabar con los malos olores.
2. Mantener a tu mascota en perfecto estado de revista
Si quieres que tu casa esté limpia, antes debes extremar la higiene de tu perro. Como norma general puedes bañar a tu perro una vez al mes con productos específicos para él, aunque tendrás que limpiarlo más a menudo, cada vez que se ensucie, se meta en un charco o se llene de barro correteando por el parque.
Si lo tuyo son los gatos ya sabrás que ellos se limpian solos, aunque no está de más que vigilemos su higiene y los lavemos si ellos no lo hacen adecuadamente.
Ambos, perros y gatos, necesitarán que los cepilles a fondo con frecuencia. Esta es la manera de evitar que lo llenen todo de pelos o, al menos, de tratar de minimizar el problema.
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3. Equipa adecuadamente el recibidor
Además de una consola, un perchero y un zapatero, ahora tendrás que buscar un hueco en el recibidor para colocar las cosas que tu perro necesitará cada vez que vuelva a casa después del paseo. En invierno, con la lluvia y el barro de los charcos, los perros vuelven a casa llenos de barro, de polvo y tierra y se hace imprescindible una puesta a punto antes de dejar que entren y se suban al sofá.
Prepara un kit con una toalla para limpiar a tu perro o secarle si se ha mojado y un pulverizador con agua y jabón para quitarle el barro de las patas.
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4. Declara la guerra a los pelos
Por mucho que cepilles a tu mascota a fondo todos los días, será inevitable que no suelten pelo que irá a parar a tu sofá, al suelo y a cualquier superficie de tu casa. Por eso es imprescindible contar con un buen aspirador, potente y efectivo. Tendrás que pasarlo con mucha frecuencia por suelos y alfombras.
A la hora de elegir el mejor tipo de aspirador, puede que te interese un robot aspirador que haga todo el trabajo por ti, o un modelo tipo escoba sin cable, más cómoda de usar y de guardar. También es buena idea tener siempre cerca y listo para entrar en acción un aspirador de mano que elimine los pelos del sofá en un momento.
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5. Busca un rinconcito solo para él
Si te esfuerzas en que tu perro o gato tenga un espacio para él en el que se encuentre a gusto, verás como no invade tanto el resto del entorno, de forma que ensuciará mucho menos estas otras zonas de la casa. Hazte con una colchoneta cómoda para él, donde pueda descansar durante el día. También necesitará un rincón para comer y, en el caso de los gatos, una zona para la caja de arena. Busca un accesorio para gatos, para que lo pueda arañar y no se dedique a buscar otras superficies en las que afilarse las uñas.
A la hora de elegir la cama para tu mascota, puedes optar por una que sea antibacteriana. Llevan un tratamiento que aumenta la higiene y combate los malos olores.
6. Protege las superficies
Si resulta que tu perro o tu gato son muy familiares y amigables y les encanta estar junto a ti en todo momento, será difícil que se queden en su rincón por muy agradable que se lo pongas. En caso de que no puedas convencerle, lo mejor es aceptarlo y proteger esas zonas de estar para que se ensucien lo menos posible.
Coloca una funda o una manta en el sofá para evitar que la tapicería se deteriore. Procura sacudirla a diario y lavarla todas las semanas. En cuanto al suelo, también puedes colocar una esterilla en el espacio donde se tumba tu perro.
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7. Cuidado especial para las alfombras
En las casas en las que viven mascotas, ya sean perros o gatos, las alfombras sufren bastante. Cuando los animales son todavía cachorros tienen que aprender a controlarse para poder hacer sus necesidades donde corresponde y, mientras aprenden, puedes suceder accidentes, especialmente en las alfombras de la casa.
Por eso, retira temporalmente de tus suelos aquellas alfombras especiales que no te gustaría que se echaran a perder. En pocos meses podrás volver a lucir en los suelos tus kilim turcos o las alfombras bereberes de las que estás tan orgullosa (y con razón).
Para mantener cualquier alfombra perfecta a pesar de las mascotas es importante que las aspires a menudo. Además, tendrás que limpiarlas cada tres o cuatro semanas con una mezcla de agua y amoniaco, insistiendo en las manchas.
¿Necesitas eliminar el mal olor? Espolvorea tu alfombra con bicarbonato de sodio y deja que actúe toda la noche. Aspira al día siguiente y listo.
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8. Ten sus cosas siempre a punto
Además de vigilar la higiene de tu mascota, de limpiar su entorno y el resto de la casa, deberás mantener en perfecto estado todas las cosas que utiliza, empezando por la cama donde duerme y los almohadones o cojines si es que los usa.
Elige textiles resistentes para estos elementos que puedan lavarse a máquina a 40ºC. Tendrás que hacerlo una o dos veces al mes, utilizando solo detergente, sin poner suavizante en el cajetín de la lavadora.
Los juguetes de plástico y el comedero se lavan con agua y jabón, sin desinfectantes ni productos químicos que puedan perjudicar a los animales. Mantén en buen estado el collar y la correa de paseo, así como otros complementos si los tiene.
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