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Jardinería

Azucena, una planta bulbosa de flores espectaculares y fragantes

Estos son los cuidados que debes darle


5 de enero de 2022 - 13:58 CET
cultivo azucena 1© Adobe Stock

¿Necesitas color en el interior de casa o en el jardín? Hazte con algunos ejemplares de azucena y alegrarás cualquier rincón. Esta planta bulbosa es fácil de cultivar y te regalará unas bellísimas flores muy perfumadas. Toma nota de los cuidados que debes darle.

 

Más de un centenar de especies diferentes

Aunque te puedan parecer la misma planta, en realidad existen más de 100 azucenas diferentes, todas ellas incluidas en el género Lilium spp. Si hablamos en conjunto de esta planta tan especial diremos que es una bulbosa que tiene su origen en Japón, en China y en ciertas zonas de Europa.

Se trata de una planta muy resistente y fácil de cultivar que no te exigirá cuidados excesivamente complicados. Sus bulbos se suelen sembrar, según la variedad, en otoño o en primavera (en el mes de marzo), y florecen en esta estación o en verano.

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Flores de alegres colores

Son, sin duda, su mayor encanto: unas flores grandes con forma de trompeta e intensos colores. Las puedes encontrar blancas, rosas, naranjas, rojas, amarillas y moradas, todo un repertorio muy variado y especial.

La azucena, además, presenta tallos muy largos que hacen de ella una planta muy elegante. ¿Sabías que se emplea mucho en ramos como flor cortada? Esto es, además de por su belleza, porque conserva durante mucho tiempo su frescor y su fragancia.

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Una planta dotada de significado

Las flores de la azucena eran muy apreciadas desde la antigüedad, en Egipto y en Grecia, donde se ofrecían a los dioses y divinidades dada su belleza y su perfume embriagador.

También han estado presentes en la historia del arte en multitud de manifestaciones, pintadas en cuadros o reflejadas en obras literarias.

Las azucenas de color blanco simbolizan la pureza y la inocencia, aunque su significado depende de la cultura en cuestión. En China, por ejemplo, simbolizan la abundancia y el amor.

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Dentro de casa o en el jardín

La azucena es una planta que crece perfectamente en entornos de interior y también al aire libre, aunque con ciertas consideraciones que debes tener en cuenta si quieres que esté feliz y saludable.

Necesita suelos bien drenados, que no se encharquen, y a ser posible con un pH neutro. Búscale un emplazamiento en semisombra ya que no soporta los rayos directos del sol. Si la vas a sembrar en el suelo del jardín, colócala cerca de algún árbol o arbusto para aprovechar su sombra.

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Cuidado con el frío extremo

A pesar de ser una planta capaz de soportar el frío y el calor, le encantan las temperaturas templadas (entre 18 y 24º C). Aunque puede cultivarse en el exterior, deberás protegerla del frío extremo y de las heladas fuertes.

Si la plantas en contenedor en el interior de casa estará a salvo en invierno. Debes procurar que la maceta sea lo suficientemente grande, ya que la azucena desarrolla un sistema de raíces profundas que necesitan espacio.

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Claves para regarla adecuadamente

Una de las pocas exigencias de la azucena es que necesita mucha humedad para brotar y para desarrollarse después.

Nada más sembrar el bulbo debes regar a diario durante al menos tres semanas hasta que la planta nazca. Vigila constantemente la tierra de la maceta o del suelo para que siempre esté húmeda.

Una vez haya botado la planta, el aporte de agua debe moderarse, con dos o tres riegos semanales, evitando encharcar el sustrato. Cuando tu azucena haya florecido deberás intensificar un poco el riego.

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¿Es necesario abonar?

Aunque no es imprescindible, ya que no necesita una gran cantidad de fertilizante, la azucena debe crecer en un suelo rico en nutrientes. Bastará con que hagas un aporte de materia orgánica al suelo durante la plantación y lo repitas una vez más en el año. Con este abonado natural será suficiente para que tus azucenas tengan energía para florecer perfectamente.

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Otros cuidados para tus azucenas

Cultivar azucenas, ya sea en el jardín o dentro de casa, no te exigirá más atenciones de las ya mencionadas (que son, por otra parte, muy fáciles y habituales). No tendrás que podar estas plantas, aunque sí conviene retirar las flores que se marchiten o las hojas secas o dañadas. Cuando las flores se hayan estropeado corta el tallo.

Una vez terminada la floración y secas las hojas de la planta, córtala a ras de suelo y deja el bulbo enterrado en el suelo. Volverá a crecer.

Además de esta poda de limpieza, hay otro cuidado que debes darle a la azucena. Se trata de entutorar los tallos más largos para evitar que el peso de las flores pueda doblar los tallos y provocar que se rompan. Clava en el suelo unos tutores y ata los tallos a los mismos.

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Plagas y enfermedades

Las azucenas son plantas sensibles al ataque de algunos insectos que le pueden provoicar importantes daños. Son, sobre todo, los pulgones, los trips y los ácaros de bulbo. Los dos primeros se comen las hojas y los botones florales, mientras que los ácaros atacan al bulbo y pueden afectar a las raíces. Para combatir estas plagas tendrás que recurrir a insecticidas adecuados.

En cuanto a las enfermedades que suelen sufrir las azucenas destacan las provocadas por hongos, como la botritis, que hacen que se pudran bulbos y raíces.

Otra enfermedad muy común es la que provoca el virus de las manchas necróticas de la azucena, que tiene como consecuencia manchas en las hojas y deformaciones en las flores.

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