Para disfrutar de tener una palmera en el jardín no hace falta una gran extensión de terreno, ni tampoco es necesario vivir en una zona de clima tropical. La variedad de palmeras de exterior es amplia y siempre podrás encontrar una especie que se ajuste a tus necesidades.
Hay palmeras de crecimiento lento y tamaño reducido perfectas para jardines pequeños, y otras que soportan bien las bajas temperaturas. Elige bien tu palmera de exterior y disfruta de su porte elegante y exótico.
En tu jardín, en el suelo o en maceta
Alta y estilizada o más bajita, contar con una palmera en el jardín será un detalle muy especial para decorar el exterior de tu casa. Puedes plantarla directamente en el suelo o cultivarla en un contenedor de grandes dimensiones. Todo depende del tipo de palmera que elijas.
La primera opción, la de plantarla en el terreno, resulta más adecuada si quieres un árbol grande y tienes espacio suficiente. Si, por el contrario, tu jardín es pequeño, elige una palmera de crecimiento lento y cultívala en una maceta. También crecerá preciosa.
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Variedades muy resistentes
Puede que pienses que las palmeras de exterior son adecuadas únicamente para climas cálidos en los que las temperaturas, tanto en invierno como en verano, son suaves y templadas. Si bien esto es así, ya que se trata de plantas originarias de lugares tropicales, eso no significa que no existan palmeras adecuadas para otro tipo de climas.
Hay variedades que se adaptan perfectamente a las condiciones climatológicas de nuestro país, y no solamente a las de la zona mediterránea. También hay especies que soportan el frío y las bajas temperaturas. Algunas pueden aguantar heladas considerables y temperaturas de hasta -15ºC.
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Búscale el mejor lugar
Hay dos cuestiones fundamentales que debes tener en cuenta si quieres cultivar una palmera de exterior en tu jardín: la variedad que más te conviene y el lugar perfecto para plantarla. Ambos aspectos están relacionados.
Si vas a plantar tu palmera en el suelo es importante acertar con la ubicación. Deberás pensar en la cantidad de luz que necesitará (esto varía en función de la variedad), si tiene espacio suficiente para crecer (piensa que hay palmeras que pueden alcanzar una gran altura), etc.
Un consejo: no la plantes demasiado cerca de la casa o de otras construcciones. Hay palmeras capaces de alcanzar una gran altura.
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Claves para regar las palmeras de jardín
Esta cuestión siempre es peliaguda, cuando se trata de cultivar plantas de exterior (y de interior). De hecho, los errores al regar las plantas son los que más suelen cometer con jardineros principiantes. Por eso es fundamental que te informes bien de las exigencias en cuanto al riego que pueda tener la palmera elegida.
La mayoría de las variedades requieren de un riego moderado que evite los encharcamientos del terreno, ya que son muy mal tolerados por las palmeras. Por eso, el sustrato ha de tener un buen drenaje.
Si cultivas tu palmera en maceta, debes vigilar el riego en los meses más calurosos del año. En verano tendrás que hacer dos aportes de agua por semana si tu palmera crece en contenedor, y bastará con uno si está plantada directamente en el suelo.
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Cómo y cuándo podar tus palmeras
Aunque se trata de un procedimiento que no es imprescindible a la hora de cuidar una palmera, puede que a la tuya le venga bien que podes sus hojas de vez en cuando. Es buena idea retirar las hojas secas o dañadas cortándolas al ras del tronco, ya que algunas de ellas podrían desprenderse y causar accidentes si la palmera es alta. Quitar esas hojas estropeadas le dará a tu palmera un aspecto más saludable.
Puedes podar tu palmera en cualquier época del año, excepto en invierno, aunque no tienes que hacerlo todos los años.
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Que no le falten nutrientes
Para que tu palmera crezca saludable y con energía es importante que pueda obtener del terreno los nutrientes que necesita. Por eso conviene abonarla en determinados momentos, sobre todo durante los meses de mayor crecimiento y desarrollo. Hazlo a principios de la primavera, a mediados de verano y también a principios de otoño.
Lo mejor es utilizar un abono específico para palmeras de liberación lenta, rico en nitrógeno, fosfato y potasio, y que contenga también magnesio.
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Washingtonia, una palmera para zonas frías
¿Estás buscando un ejemplar capaz de soportar las bajas temperaturas del invierno? Entonces la Washingtonia (Washingtonia filifera) puede ser la opción que necesitas. Se trata de una palmera muy habitual en jardines de zonas frías, ya que es resistente y soporta temperaturas de hasta -10ºC.
Además, le pondrá un toque muy exótico y bello a tu jardín gracias a su tronco estilizado que le confiere un porte elegante, y a sus hojas que crecen en abanico.
Puedes ubicarla a pleno sol, en un terreno con buen drenaje para que no se encharque cuando riegues. Mezclar turba con arena para el sustrato puede ser una opción que mejore el drenaje.
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Palmera canaria, exótica y decorativa
La palmera canaria (Phoenix canariensis) es un árbol muy típico en el archipiélago y también en muchas zonas del mediterráneo. Le gusta estar a pleno sol, aunque soporta el frío de forma moderada (se mantiene bien con temperaturas de hasta -8ºC).
Posee un tronco fuerte y robusto y unas hojas palmeadas muy decorativas. Si te gusta y quieres plantarla en tu jardín deberás tener en cuenta que es una palmera que crece rápidamente y que puede alcanzar una altura considerable (en torno a 10 metros). A la hora de regarla hazlo una vez a la semana en invierno y unas tres veces semanales en verano.
Palmera enana, para jardines pequeños
Que tu jardín no tenga demasiada extensión no es razón para renunciar a tener una palmera, ya que existen algunas variedades de tamaño reducido perfectas para estos casos. Una de ellas es la palmera enana (Phoenix roebelenii) que, como su propio nombre indica, es pequeña y alcanza poca altura (unos 4 metros como máximo).
De tronco robusto y forma achatada, le podrá encanto y exotismo a tu jardín. Le gustan los climas cálidos, aunque es capaz de aguantar el frío de forma puntual (hasta -3ºC). Si vives en una zona muy calurosa plántala en semisombra. A la hora de regarla, como pasa con el resto de las palmeras, es importante no encharcar el terreno.
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