La decoración de esta cocina destaca por varios motivos: el primero y más llamativo es el diseño curvilíneo de muchos de los elementos y muebles que componen el espacio. Líneas sinuosas que hace confortable y extremadamente original el espacio. La cocina no solo se suma a la tendencia bold, sino que parece sacada de un cuento. Y es gracias al uso del Laminex. Pero además, no deja indiferente el uso de tonalidades muy engamadas en arenas y neutros. No falta ningún elemento, cuenta con espacio para preparar alimentos, para cocinar, guardar y reunirse.
Un proyecto diferente: la celebración de las líneas curvas
Kennedy Nolan (www.kennedynolan.com.au) es un estudio de arquitectura afincado en Australia y el responsable de este proyecto realizado para la firma Laminex (www.laminex.com.au) y que cuenta con estilismo de Natalie James. Superficies curvas casi escultóricas y colores orgánicos apagados con la calidez de la madera son las claves de esta cocina diseñada para Laminex Colour Collection. Rachel Nolan detalla cómo se inició el proyecto: “empezamos pensando realmente en lo que puede hacer ese material. Hablamos sobre la idea de que se puede cortar, que se pueden juntar dos colores para hacer un patrón, que se le puede dar diferentes formas…” y así fue posible crear una cocina original, estética y funcional, que parece sacada de un cuento o de un mundo onírico.
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Una isla central protagonista y curvilínea
Todas esas ideas tienen un elemento central en el que convergen: la gran isla central. La superficie de encimera con diseño de patrón semicircular en un color contrastado con el resto de la encimera, se asienta sobre un par de patas en forma de tambor también semicirculares, creadas por Laminex Paper Bark. Son dos semicírculos que apenas se tocan entre sí.
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Un diseño inteligente que busca el confort
El diseño de la isla central, a medio camino entre mesa de cocina y mueble, deja espacio para ser usada cómodamente con taburetes. Las patas en forma de tambor se ahuecan en los extremos para dejar espacio a las piernas cuando se sienta alguien a la mesa. Este elemento central, además de muy visual y organizativo en la planta de la cocina, es al mismo tiempo espacio para preparar platos y para reunirse a degustarlos.
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Una actualización de la tradición
Toda la cocina es una actualización de los diseños tradicionales, de esa tendencia contemporánea de usar blancos y neutros; pero llevado aquí a otro nivel con el matiz de los colores utilizados (que siguen siendo suaves y están inspirados en las tonalidades de los paisajes australianos) y con la técnica que permite un material como el Laminex -un laminado polivalente- a la hora de diseñar y crear. No falta la madera, que aparece discreta en elementos para aportar su calidez. La mezcla de materiales enriquece y el resultado es original y natural.
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El elemento que todo lo une
Las generosas dimensiones de la planta permitieron diseñar la isla central de manera imponente en tamaño y estética. Para los responsables del proyecto, Kennedy Nolan, "lo que a menudo necesita una buena cocina familiar es una hermosa pieza central donde todo se une", indican. "Es fácil imaginar aquí a tres personas preparando una comida juntas, tomando una copa de vino o trabajando desde casa".
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El frente de trabajo
"No hacemos cocinas que se parezcan entre sí. Estamos más interesados en cómo podemos obtener un poco de magia, o algún tipo de elemento escultórico, de algo que es una necesidad", insisten desde el estudio Kennedy Nolan. Y esta idea se plasma a la perfección en este diseño de cocina. El frente de trabajo juega en perfecto equilibrio con materiales, elementos y diseños, sin renunciar al objetivo principal de comodidad en el uso de la cocina. Fregadero y placa de cocción se suceden en un mismo frente lineal con encimera de trabajo.
La cocina en detalle
Sobre la zona del fregadero encastrado, de diseño rectangular, se instalan una balda y una barra. El objetivo es colocar a mano los utensilios de cocina y menaje que más se usen. Estas "dos líneas" horizontales amplían visualmente el frente. El guiño a lo curvo es la barra sobre el estante, de diseño tubular. Mientras, en la cocina de cocción, la pared queda delimitada por un revestimiento que aporta volumen en esa zona. Se trata de baldosas cerámicas japonesas con juntas blanqueadas. Allí se superponen dos campanas extractoras cilíndricas gemelas y verticales -creadas con Laminex French Cream- que en esta ocasión prolongan la vista hacia el techo.
Una distribución de mobiliario en forma de L
Con muebles adosados a las paredes en una disposición en L. Al frente de trabajo se suma un lineal de muebles de almacenaje que aporta un extra de capacidad. Las puertas superiores están festoneadas y se abren sobre bisagras de 180º. En el interior de los muebles el espacio se organiza en estantes.
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Con un gran frente de almacenaje
La funcionalidad de la cocina no dejó a un lado las necesidades de almacenaje de una familia real. Pero es posible diseñar una solución a modo de despensa y más que no desentone en el conjunto onírico de líneas curvas creado. Para ello se unificaron los armarios es un lineal que cuenta con dos puertas: una superior de diseño vertical rematada en la parte inferior en curva (en acabado greige Paper Bark) y otra puerta rectilínea más convencional en madera (acabado Laminex Whitewashed Oak) que queda en un segundo plano y que solo se abre si la puerta de arriba está a su vez abierta.
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