Entramos en la paradisíaca casa de Julio Iglesias Jr. en los Cayos de Florida

Playas de aguas cristalinas y arena blanca hacen de los Cayos de Florida un destino paradisíaco. En esta exclusiva localización, la naturaleza cobra una gran importancia, y esa conexión con el entorno impregna la vivienda de Julio Iglesias Jr., una beach house (casa de la playa), como bien dice el cartel de la entrada, donde se respira un estilo relajado.

Como se comentaba anteriormente, la ubicación de la casa, próxima al mar, juega un papel fundamental. De ahí que se encuentren numerosos detalles que hacen referencia al mismo como, por ejemplo, la ballena tallada en madera que se apoya sobre las ramas de un árbol que no emerge de la tierra, sino de un conjunto de rocas y piedras. Y, entre ellas, ‘se cuelan’ algunas estrellas de mar.

El slow life se traslada al universo decorativo en lo que se conoce como slow deco. Una tendencia de decoración que apuesta por la sencillez y lo natural, lo que, sin lugar a dudas, se puede apreciar en la zona exterior de la casa. Prueba de ello es esta rudimentaria fuente, compuesta por dos cubos de madera, que hacen caer el agua en una pequeña cascada.

Tomando como inspiración el estilo nórdico, en la casa de Julio Iglesias Jr. encontramos una combinación ganadora, la formada por el color blanco (que cubre las paredes y los techos) y la madera (presente, sobre todo, en la escalera y el parqué). Esta ‘pareja’ ganadora consigue dar un toque sofisticado a la estancia y es muy fácil de combinar. En este caso, se han incluido algunos elementos decorativos como un cuadro.

Otra de las ventajas de la combinación que forman el blanco y la madera es que nos ayuda a ganar metros y luminosidad. Algo que también se ha conseguido gracias a los ventanales que rodean a la vivienda. En la imagen, se puede apreciar la zona de descanso del salón, compuesta por un sofá alargado, en forma de ‘L’, y un sillón, en tonalidad neutra. El toque final lo dan los cojines, de diferentes colores. En el centro, sobre una alfombra de material natural, una mesa baja que, también, parece de madera.

Con permiso de los sofás, los pufs pueden convertirse en los ‘reyes’ del salón. En este caso, Julio se ha decantado por uno de tonalidad gris, que no desentona con el resto de la decoración de la casa. En la esquina, encontramos una tabla de surf de madera. Un detalle ‘surfero’ que nos descubre una de las grandes pasiones de Julio: los deportes acuáticos.

La llamativa cocina ‘rompe’ con el resto de la decoración de la casa. Los tonos neutros dejan paso a otros más llamativos, de la mano de varios electrodomésticos turquesa. Para dar más sensación de amplitud, se ha abierto la estancia. En vez de separarla del resto con paredes, se ha instalado una barra con encimera de madera. Un truco muy utilizado para ganar más metros. A su alrededor se han colocado varios taburetes altos, también de madera.

Además de su llamativo color turquesa, en la cocina nos encontramos con unos electrodomésticos (los fogones y la nevera) de estilo vintage. Y, de nuevo, haciendo un guiño al mar, bajo la campana extractora, se han dibujado sobre los azulejos unas olas. Un detalle decorativo que se antoja como una pequeña ‘ventana’ al exterior.

En el refugio de Julio Iglesias Jr. la máxima es la sencillez, lo que también se nota en la parte externa. Aquí encontramos rincones que invitan a la relajación, como este sofá improvisado, que cuelga con unas cuerdas del techo.

Bajo el porche de madera, hallamos un nuevo espacio en pleno contacto con el exótico exterior. Para disfrutar del mismo, se ha colocado una mecedora de madera, acompañada de una mesita auxiliar, del mismo material.

Los sillones y hamacas colgantes han llegado para quedarse. Son, sin lugar a duda, los muebles estrella del verano, puesto que aportan un toque ‘chic’ y zen a cualquier rincón del hogar.

De nuevo, siguiendo la tendencia decorativa que impera en la casa, la ducha al aire libre de Julio Iglesias Jr. está hecha en madera, que combina a la perfección con la ducha de un tono dorado envejecido y los colgadores que se encuentran en una de sus paredes, perfectos para dejar una toalla o cualquier otra prenda.