La decoración de una habitación infantil para dos hermanos implica que ambos compartan espacio, pero manteniendo cierta autonomía, que les permita expresar sus gustos. Debe, por lo tanto, armonizar, pero sin perder la personalidad de cada uno. También es importante tener en cuenta la edad, porque no es lo mismo un cuarto que comparten un niño pequeño y un adolescente que dos hermanos que tienen más o menos la misma edad, incluso si son niño y niña.
A la hora de elegir el color para las paredes, la mejor manera de no equivocarse es elegir uno neutro. De todas maneras, hace tiempo que se acabó lo del rosa para las chicas y azul para los chicos. La decoración unisex se ha impuesto y ha dejado entrar, además de al blanco, al verde y al gris. Es, por tanto, la ropa de cama, como en esta propuesta de La Redoute Interieurs, la que marcará la diferencia. Lo ideal es que cada uno tenga aquella con la que se identifique, en función de sus años y gustos. No te empeñes en que sean iguales: la mezcla es una buena opción.
Literas
Son un clásico y una de las mejores maneras de aprovechar los metros y la altura de la habitación. Sin olvidar que, especialmente para los más pequeños, suponen una alternativa divertida y llena de posibilidades, capaz de transformar su cuarto en un castillo. Es importante que en la cama de arriba duerma el mayor de los dos y que la escalera sea fija, ya que resulta más estable y evitará sustos. Además, para que no dé sensación de claustrofobia al que duerme abajo, la distancia entre ambas debe ser al menos de 60 cm. Esta solución resulta tremendamente versátil porque cuando cada uno tenga su propia habitación, la zona de abajo, a modo de sofá, se puede convertir en rincón de lectura y estar. El diseño en hierro negro de esta litera de Cuckooland resulta mucho más ligero que una en madera, por lo que es perfecto para dormitorios mini.
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Estructura alta
Los dormitorios con estructuras altas son una de las opciones que más posibilidades ofrecen, las tipo ‘loft’ con zona de escritorio o de relax en la parte inferior están muy de moda, ya que permiten combinar dos camas, sin restar metros útiles, y jugar al mismo tiempo con el diseño. En forma de castillo, barco pirata o, como esta creada a medida por Cartelle Design. Una auténtica fortaleza apta para habitaciones juveniles e infantiles, con zona de estantería, cajones para guardar y aplique en la pared para leer.
En línea
En habitaciones de pocos metros, donde poner dos camas en paralelo no es posible o en aquellas de planta estrecha y alargada, una buena idea es situarlas en línea una a continuación de la otra, como en esta propuesta de Isabel López Vilalta + Asociados. Así, ocupas solo una pared y dejas libre el centro para crear una zona de juegos o montar el escritorio. Puedes ponerlas seguidas y hacer una cama XL o situar entre ambas un mueble que divida y permita personalizar la decoración. Complétala con estanterías que actúen como mesitas de noche.
Cama nido
Este 'dos en uno' es un básico en habitaciones infantiles, aunque no es la mejor opción cuando hay que sacar a diario la cama inferior. Lo ideal es contemplarla como cama de invitados o para que cuando el hermano mayor que está estudiando fuera vuelve a casa a pasar unos días. A la hora de distribuir el cuarto, ten en cuenta que debes contar con suficiente espacio delante para sacar la cama inferior sin problema, como en esta propuesta de Cuckooland.
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Dos camas en paralelo
Esta distribución clásica es perfecta en habitaciones cuadradas o de tamaño mediano o grande. En función de los metros, la ubicación de la ventana y la planta de la estancia, puedes colocar las camas en el centro de la habitación, separadas de las paredes, dejando el resto del espacio para poner los escritorios, o adosadas a la pared con la mesita de noche en el centro, como en esta propuesta de Antipodream. Una buena idea para que estén ‘juntas, pero no revueltas’ es apostar por decoraciones diferentes, que establezcan límites visuales.
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Tipo tren
Esta solución que integra dos camas, una alta como si fuera una litera, y en línea, de ahí lo de tipo tren, es perfecta para hermanos que tienen más o menos la misma edad y gustos parecidos. Esta estructura permite, además, multitud de combinaciones. Así, puede incorporar una tercera cama, ideal para dormitorios múltiples o para celebrar fiestas de pijama, una zona de escritorio en uno de sus lados o, como en esta propuesta de Conforama, un armario y dos cajones para almacenar. Como la escalera es fija, los más pequeños estarán más seguros.
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Nido y en línea
Esta propuesta de Dearkids, que combina dos camas nido situadas en línea, es perfecta para habitaciones compartidas por dos o más hermanos o por niños que tengan siempre invitados en casa. Para que funcione, lo ideal es adosar ambas a una de las paredes y aprovechar las otras para colocar una estantería y una zona de escritorio doble. El espacio central del cuarto se ha dejado libre, lo que permite sacar las camas inferiores cuando se necesite, mientras que el resto del día es perfecto como zona de juegos.
Cuna y cama
Cuando uno de tus hijos no es un bebé, pero aún duerme en una cuna, y el otro es también de corta edad, una buena idea es que duerman juntos. Así, estarán acompañados, no tendrán miedo por la noche y ambos adaptarán sus hábitos de sueño. Eso sí, se trata de una opción temporal, a no ser que el cuarto tenga suficientes metros como para incluir dos camas o cualquier otra solución doble. En esta propuesta de Stokke se han puesto casi juntas la una de la otra y en paralelo, aunque también pueden situarse en extremos distintos de la habitación, para que el más pequeño, que suele despertarse durante la noche, no alborote a su hermano mayor.
Escritorio doble
Tan importante como la ubicación de las camas es la distribución de la habitación, para que haya espacio suficiente para establecer una zona de juegos, sitio de almacenaje y escritorio. Aunque depende de la planta, lo ideal en todos los casos es dejar el centro libre para permitir el paso o convertirlo en lugar de descanso. En esta propuesta de Tinda’s Project, las grandes dimensiones del cuarto han permitido diferenciar el área de estudio del resto. Así, aprovechando la planta alargada y estrecha se ha situado un escritorio doble, con mesa y baldas, y una parte para guardar con una estantería con compartimentos con cajas. Los dos pufs para leer o descansar son también una buena idea.
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