Las sillas de cocina son un básico de la vida en el hogar, tanto durante las comidas como para hacer los deberes, trabajar e, incluso, durante las fiestas, donde forman parte de la ‘reserva’ de asientos de la mesa de comedor. Por eso, no solo tienen que ser cómodas y fáciles de limpiar, sino que también deben adaptarse a los metros disponibles y a la decoración de la cocina y ser tan bonitas que puedan lucir en toda la casa. Si tienes que renovar las tuyas o quieres aumentar su número, estas claves te ayudarán a elegir el modelo ideal.
A imagen y semejanza de la cocina
Antes de elegir el modelo, material y color, debes preguntarte qué estilo tiene tu cocina (retro, escandinavo, ‘shabby chic’, industrial…) y buscar un diseño que se integre en el ambiente. Así, un modelo metálico es perfecto para una cocina industrial, las de formas redondeadas y materiales actuales para una de diseño, las de madera clara para una nórdica y las de rejilla (el ‘cannage’ es tendencia de decoración) para una ‘vintage’ sin complejos de época.
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Muy, muy cómodas
Dado que la cocina es el centro de la vida familiar, necesitas que sean tan cómodas que permitan alargar las sobremesas sin necesidad de ir al salón, ofrezcan un asiento cómodo para hacer los deberes o valgan como sillas de oficina. La Next de Andreu World reúne todas las condiciones. Realizada en termopolímero Eco (100% reciclado), un material resistente y fácil de limpiar, sus formas ergonómicas con brazos ofrecen un plus de confort en cualquier situación. Además, puedes elegirla con ruedas y regulable en altura, con la carcasa tapizada o el asiento plafonado. ¡A tu medida!
Pequeñas y apilables para cocinas de pocos metros
La silla debe dar mucho juego y adaptarse al espacio disponible. Por este motivo, en cocinas de pocos metros la mejor opción son los modelos visualmente ligeros, sin brazos, apilables, para que cuando no las usas tampoco resten hueco e, incluso, plegables para ‘ocultarlas’ en un rincón cuando lo necesites. Este diseño de Bailen es perfecto, ya que no ocupa ni cuando se usa ni cuando se mete bajo la mesa. Por cierto, la mesa con el frontal extensible es otra idea para copiar.
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Grandes y con reposabrazos para las XL
Si tienes la suerte de tener una gran cocina con 'office' o está abierta al salón, como esta de Mobalpa, déjate llevar por las sillas que te gusten: grandes e imponentes, con reposabrazos, con respaldo alto, de formas voluminosas, en colores oscuros… También en espacios XL es preciso que se adapten a las dimensiones, ya que se corre el peligro de que queden algo ‘ridículas’ en medio de la estancia y en lugar de aportar, resten estilo. Otro aspecto a tener en cuenta es el número de asientos que precisas. Calcula que para seis comensales necesitarás una mesa de unos 245 cm de largo y unos 138 cm de ancho.
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Taburetes para mesas tipo barra
Son un básico en las cocinas con barra o con mesa alta, ya que ofrecen un asiento cómodo sin recargar el espacio y se pueden mover de un sitio a otro, de la mesa a la isla, fácilmente. Versátiles y muy funcionales, existen en una gran variedad de diseños y acabados para todos los gustos y estilos. Así, los puedes encontrar con y sin respaldo, regulables en altura, giratorios, con espacio para poner los pies… A la hora de elegirlo, ten en cuenta qué uso vas a darle y cómo encajarlo en la cocina. De manera que, si va a ser el asiento para todo, mejor que lleve respaldo, mientras que, si quieres que entre bajo la isla o la barra, mejor sin él, como en esta propuesta de Cult Furniture.
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De diseño en cocinas abiertas
Las cocinas abiertas son una de las distribuciones más habituales en las casas actuales. Sinónimo de luz, amplitud y comunicación, para que luzcan deben siempre mantenerse en orden y contar con muebles tan bonitos y estilosos como los que lucen en el salón o el comedor. En este ambiente de Kvik, las sillas de cocina no tienen problemas de integración, gracias a su diseño minimalista y atemporal, capaz de plantar cara al resto de la decoración del salón.
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¿Todas Iguales?
A la hora de adquirir las sillas de cocina, una de las grandes dudas es elegirlas iguales o distintas, una de las tendencias de decoración preferidas por los diseñadores y decoradores. Ambas opciones son igual de válidas y funcionan bien, la mezcla añade una nota original y llena de estilo al ambiente, siempre que se haga bien. Y ahí estaría el quid de la cuestión: mezclar con acierto para no caer en el caos estético. Para no equivocarte, combina el mismo modelo en distintos colores; pon las ajenas al conjunto en la cabecera de la mesa; repite varios modelos si van muchas o coloca solo un elemento discordante. Esta propuesta de Vitra con las icónicas Plastic Chair de los Eames es toda una lección de estilo.
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Fáciles de limpiar
La cocina es uno de las estancias de la casa más expuesta a la suciedad, los olores y la grasa. Por lo tanto, es conveniente elegir un diseño, como este de Mesinor, de un material resistente y fácil de limpiar que evite tener que poner una funda para protegerla. Por eso, si te gusta trastear con tus hijos entre fogones, tienes mascota con garras o no quieres estar todo el día con la bayeta eliminando manchas, lo mejor es que evites el cuero y los asientos tapizados y optes por madera, metal, polipropileno o policarbonato. Además, ten en cuenta que la madera es la menos resistente al impacto, mientras que el policarbonato y el polipropileno son los más resistentes.
Para los más pequeños de la casa
La elección de la silla ideal depende de muchos aspectos, incluso de si tienes hijos pequeños. Para ellos, por ejemplo, es mejor elegir un modelo con cuatro patas, que ofrece mayor estabilidad, que uno con pata central pivotante, ideal para una mesa tipo barra y para ¡adultos! Y, por supuesto, siempre en materiales a prueba de manchas y golpes. La trona de Stokke, que crece con ellos y vale para pequeños y mayores, es una buena opción en una casa con niños. Además, su diseño y sus diferentes colores permiten integrarla fácilmente con otros modelos.
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En versión banco
Para que ocupe menos y entren más. Los bancos son una de las opciones más versátiles y prácticas para aumentar el número de asientos, sin tener que llenar la estancia de sillas. Puedes comprarlo o hacerlo a medida del espacio para que se integre mejor, incorporarle un contenedor, ofreciendo también capacidad de almacenaje extra, y colocarlo solo o combinado con sillas, según tus necesidades. ¿Su sitio ideal? Bajo la ventana.
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