Si resides en una región con fríos inviernos, la elección de los árboles que van a adornar tu jardín debe ser muy cuidadosa para no tenerte que preocupar por ellos en la época en la que el termómetro incluso pase a temperaturas bajo cero.
¿Por qué especies decidirte? En general, podrás escoger entre todas las coníferas y la mayor parte de los árboles caducos españoles, no así los introducidos de climas subtropicales. En este reportaje destacamos algunos de ellos, ¡no te pierdas la selección!
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Abeto
El abeto común (Abies alba) es una conífera perennifolia originaria de las regiones montañosas de Europa y, por este motivo, soporta heladas de hasta los -18º C. Estos árboles son muy elegantes por su porte piramidal, y pese a que crecen lentamente, alcanzan alturas de 20 a 50 metros. En los jardines domésticos, lo más habitual es utilizarlos como elementos decorativos aislados.
De la familia de las coníferas, es decir, arbustos y árboles con ramas que se presentan en forma cónica, también son resistentes a las bajas temperaturas los cedros (Cedrus), las secuoyas (Sequoiadendron giganteum) y los pinsapos (Abies pinsapo).
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Pino
El pino piñonero (Pinus pinea) es un árbol exclusivamente del mediterráneo y español que no tiene un origen específico; se caracteriza por tener un tronco más o menos recto, con placas de color grisáceo separadas por grietas rojizas y por presentar una copa redondeada y achatada. Produce los preciados piñones y, como en el caso del abeto, sus hojas son acículas, en forma de aguijones.
El pino soporta bien temperaturas bajas, llegando a sobrevivir a -20° C, aunque a partir de -10° C comienza a sufrir daños. Al mismo tiempo, tolera las altas temperaturas. Puede superar hasta los 50 metros, aunque su altura más típica se encuentra en la horquilla de entre 12 y 20 metros.
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Si en lugar de jardín cuentas con una terraza, ten en cuenta que puedes plantar pino enano (Pinus pumila), una especie de crecimiento lento que es apta en maceta y que no suele alcanzar más de 3 metros de altura y que también da piñones.
Además, por si no lo sabías, la corteza de pino es uno de los materiales más usados en el jardín para conformar un acolchado. Uno de los beneficios es que ayuda reducir las necesidades de riego, pues este material para el acolchado conserva la humedad, impidiendo que el suelo se caliente mucho.
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Cerezo
El cerezo (Prunus cerasus) es un hermoso árbol frutal que en primavera luce espectacular con sus preciosas flores, pero también tiene una fabulosa otoñada, momento en el que presenta unas hojas anaranjadas. Se trata de un árbol que incluso puedes plantar en maceta y ten en cuenta que deberás esperar entre dos y cuatro años para poder comenzar a recolectar cerezas, pues es el tiempo que tarda en producir frutos.
Originario de Grecia, es un frutal tolerante al frío que aguanta hasta los -20º C y que es poco exigente en cuanto a riegos se refiere, aguantando bien tiempos de sequía.
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Sauce
El sauce llorón o de Babilonia (Salix babylonica) es un árbol muy ornamental que se caracteriza por sus ramas colgantes, largas y flexibles que pueden caer hasta el suelo. Su altura promedio es de unos 12 metros, y se le considera de hoja caduca, aunque algunos ejemplares son casi perennes y conservan al menos parte de su follaje a lo largo de todo el año. De crecimiento rápido, vive de media 60 años.
Por su llamativa estética en el jardín se suele plantar en solitario, convirtiéndose en un punto focal. Si vas a crear una agrupación, mantenlos a una distancia entre ellos de unos 10 metros y alejados de la vivienda o la piscina, pues sus raíces son muy invasivas. El sauce es un árbol rústico que resiste bien las bajas temperaturas invernales, soportando nevadas de hasta -10º C. Además, se reproduce fácilmente por esquejes.
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Gran variedad de arces
El arce de Montpellier (Acer monspessulanum) es un árbol caducifolio de follaje frondoso y tamaño mediano, por lo que resulta perfecto para aportar sombra en jardines incluso de tamaño pequeño. Habitualmente alcanza una altura de unos 10 metros y solo de forma excepcional llega incluso a doblar esa estatura.
Originario de Europa occidental y Asia meridional, tiene una copa ramificada y muy densa y, al igual que por ejemplo el cerezo, florece unos meses del año aunque sus flores son menos vistosas. El arce de Montpellier soporta muy bien las heladas moderadas, aguantando hasta los -20º C. También resiste bien la sequía.
Por cierto, del género acer también puedes plantar en tu jardín sin preocuparte por el frío el arce campestre o menor (Acer campestre), el arce sacarino (Acer saccharinum), el arce real (Acer platanoides) y el negundo (Acer negundo).
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Avellano
El avellano (Corylus avellana) es un frutal de poca estatura (entre 3 y 8 metros), típico de Europa y Asia que produce un preciado fruto seco: la avellana. Sus hojas caducas tienen forma redonda en la punta y con el borde dentado y, antes de que se le caigan, se vuelven de un luminoso color amarillo.
Se caracteriza por ser un árbol de climas templados con necesidad de temperaturas medias entre 12 y 20º C que, sin embargo, puede soportar temperaturas mínimas de invierno hasta los -8º C. Ojo, porque cuando está en floración, soporta bastante menos el frío, estando su resistencia en torno a -1º C. Y en verano no ama que la temperatura sobrepase los 30º C a la sombra y sufre mucho por ello.
Olmo
El olmo común (Ulmus minor) es un árbol de sombra que puede llegar a hacerse muy corpulento, con copa densa, en forma de huevo y muy poblada. De hoja caducifolia, los árboles viejos poseen un tronco grueso, bastante tortuoso y curiosamente, ahuecado en el centro. En dicho tronco se aprecian muchos surcos verticales realmente pronunciados.
Los ejemplares de esta especie pueden llegar a alcanzar gran altura (hasta 40 metros). Resulta un árbol muy versátil por su tolerancia a los fríos invernales y a los calores del verano.
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Otras opciones
Otras especies de árboles alternativas las encontramos en el ciprés (Cupressus), uno de los árboles más resistentes a los diferentes climas y fenómenos meteorológicos; el abedul blanco (Betula alba), que resulta muy decorativo por su corteza de color blanco que se desprende en tiras y el castaño de Indias (Aesculus hippocastanum), un magnífico caducifolio que soporta temperaturas de hasta los -18ºC.
En el reportaje ya hemos hablado de algunos frutales, a los que podríamos añadir el manzano (Malus domestica), el peral (Pyrus communis), el albaricoque (Prunus armeniaca) y el ciruelo (Prunus domestica), “si bien heladas tardías pueden acabar con la flor, y por consiguiente el fruto”, apuntan desde Fernando Nájera Paisajista. Y añaden: “hay lugares con heladas fuertes y escasas precipitaciones como zonas de Albacete, o de veranos secos y largos como en las dos Castillas, que presentan dificultades para todos estos árboles, salvo algunos pinos y encinas. En estas zonas además de pensar en árboles resistentes al hielo deberemos proporcionar riego o un entorno húmedo en riberas de ríos o zonas húmedas”.
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