Menor gasto. Es una de las máximas en cualquier hogar, y más ahora que los precios de la luz siguen alcanzando cada día sus máximos históricos. Este ahorro comienza con un consumo más responsable: apagando las luces que no necesitamos, no abriendo las ventanas innecesariamente, empleando las horas valle para poner la lavadora o el lavavajillas, etc. Pero también hay varias cosas que puedes hacer en casa y que te ayudarán a consumir menos y lograr cierto ahorro en la factura de la luz. Las repasamos.
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1. Protege puertas y ventanas
Las ventanas y las puertas al exterior es por donde más energía derrocha una casa. Aunque puedes cambiarlas por otras más eficientes, que impidan una menor fuga del calor, esto supone una alta inversión y una obra que no siempre es viable. Empieza a notar el ahorro colocando burletes en los marcos de las ventanas y las puertas. Los de silicona son los más resistentes (pueden aguantar hasta 15 años) y los que más aíslan. Colócalos también en las puertas. Pueden ser adhesivos, basculantes o de doble rollo.
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2. Limpia las bombillas y las lámparas
Aunque parezca algo muy simple, unas bombillas y unas lámparas llenas de polvo son menos eficientes y ofrecen hasta un 50% menos de luz. Así que, de vez en cuando, límpialas con un paño seco y un poco de alcohol y amoniaco, con agua podrían estropearse. Y siempre cuando estén apagadas.
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3. Sé más eficiente en la cocina
La vitrocerámica, el horno y el microondas son electrodomésticos que nos vemos obligados a usar a diario, pero también son de los que más gastan. Para reducir el consumo, emplea siempre ollas y sartenes del mismo diámetro que el fuego de la vitro, con un ahorro de hasta un 20% de energía, y aprovecha el calor residual (excepto en cocinas de inducción). Apaga el fuego entre 2 y 5 minutos antes de que el plato termine de cocinarse y deja que termine con el calor acumulado. ¿Otro consejo? Utiliza las cazuelas y sartenes con tapa para reducir los tiempos de cocción, así como la olla de vapor siempre que sea posible.
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4. El frigorífico también puede gastar menos
Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el frigorífico es el responsable del 31% del consumo eléctrico en un hogar español. Y es que suele ser el único electrodoméstico de toda la casa que está encendido las 24 horas del día. Pero hay varias cosas que puedes hacer para reducir su consumo.
- Empieza por poner los selectores de temperatura del frigorífico y del congelador a 5 °C y 18 °C, respectivamente. A esas temperaturas será suficiente para conservar los alimentos.
- Evita mantener la puerta abierta innecesariamente.
- Descongela el congelador periódicamente. Según la OCU, “tres milímetros de escarcha pueden aumentar el consumo un 30%”.
- No lo coloques cerca de fuentes de calor, como el horno.
- Limpia la parte trasera, evitando la acumulación de polvo, y deja un par de centímetros entre el aparato y la pared para que el aire circule libremente por detrás del frigorífico.
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5. Lavadoras y lavavajillas, mejor en modo 'eco'
Los modelos más actuales de lavadoras y lavavajillas tienen una opción llamada ‘modo eco’. Siempre que sea posible, selecciona este programa para conseguir un ahorro de energía. Y es que estos programas suponen un importante ahorro económico, ya que emplean menos agua y, además, fría. Aunque no lo creas, un programa corto utiliza mucha más agua que uno más largo. Según la OCU, “si en lugar de usar el programa normal de algodón, se opta por el programa ECO, el consumo energético por ciclo completo de lavado se reduce de media un 33% y un 36% en el consumo de agua”. Ahora, son programas más largos, así que nuestra recomendación es que los uses, pero en horarios valle cuando la luz es más barata.
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6. Domótica: una pequeña inversión que conlleva un gran ahorro
Termostatos inteligentes, radiadores eléctricos con sensores de movimiento, enchufes inteligentes… todo vale para ayudarte a reducir el consumo eléctrico. Los termostatos inteligentes pueden conocer tu ubicación y encender la calefacción si estás yendo hacia tu casa, aprenden de tus hábitos y algunos pueden controlarse mediante un asistente de voz.
Otra opción son los emisores eléctricos con detector de presencia, que encienden y apagan la calefacción según haya personas en la estancia o no. Incluso puedes conectar cualquier aparato a un enchufe inteligente y programarlo para que se encienda y apague cuando quieras. Y lo mejor es que, sea el aparato que sea, podrás controlarlo fácilmente desde el teléfono móvil.
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7. Declárale la guerra al stand-by
Lo has oído miles de veces y, seguramente, aún no hayas tomado cartas en el asunto. El stand-by o consumo fantasma de algunos aparatos electrónicos puede llegar a suponer 5 euros al mes, lo que se traduce en 60 euros anuales (a los que hay que sumar los impuestos). El decodificador de la televisión, el teléfono inalámbrico, las videoconsolas, la cafetera y hasta los cargadores del móvil (aunque son los que menos consumen de esta lista) engordan tu factura de la luz, incluso estando apagados. Para evitarlo, conecta este tipo de aparatos a una regleta con interruptor. Podrás encenderlos y apagarlos todos desde el mismo lugar y notarás el ahorro.
8. Incluye en tu casa textiles que impidan fugas de calor
Hay dos básicos que impedirán las fugas de calor en tu casa. Por un lado las alfombras, no solo protegerán la pisada, sino que también actúan como aislante térmico. Por eso, y especialmente en suelos de gres y porcelánicos, las alfombras ayudarán a que el calor se mantenga dentro de tu casa y hará que la pisada sea también más cálida.
El segundo elemento son las cortinas. Y es que un tejido con más cuerpo, como el terciopelo o el algodón actuarán contra la entrada de frío en tu casa. Incluso existen cortinas térmicas que cuentan con varias capas (entre 2 y 4) que bloquean mejor la temperatura. La capa exterior suele ser de algodón o terciopelo, la intermedia de fieltro, espuma o un algodón grueso y la tercera actúan como revestimiento para impedir la entrada de la luz.
9. Multiplica el calor con paneles reflectantes
Todo suma para evitar que el calor se escape. Según la OCU, “colocar un panel reflectante entre el radiador y la pared ayuda a aprovechar y distribuir mejor el calor, recuperando entre un 10-20% del calor que se pierde hacia el muro”. Son especialmente eficientes en radiadores colocados en muros exteriores y viviendas con escaso aislamiento.
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