Igual de importante que amueblar la vivenda con piezas sostenibles y ecológicas es vestir la casa con tejidos naturales, pues son los más saludables. Para abordar en profundidad este tema nos asesoran dos expertas: Eva Santos, el alma de la empresa de diseño de espacios saludables Hörn Studio, e Iratxe Ojembarrena, diseñadora de interiores especializada en biointeriorismo y fundadora de Iröq Homes.
Tras leer sus consejos acerca de las telas para la casa, seguro que te apuntas a la tendencia nature. Una tendencia para nada temporal, sino un reclamo que la sociedad hace cada vez más suya dentro y fuera del hogar.
En la propuesta vemos la colección Nara de Gancedo, realizada en sisal, rafia… y fabricada de manera totalmente artesanal.
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Naturales y (a poder ser) orgánicos
Los tejidos visten y decoran nuestros hogares y muchas veces también son nuestra segunda piel. De este modo, como apunta Eva, “es muy importante elegir telas naturales y asegurarnos, asimismo, de que no se hayan utilizado sustancias químicas ni durante su cultivo ni en su fabricación y procesado. De este modo, podremos tener la garantía de que están libres de sustancias químicas y que estas no pueden transmitirse a nuestro organismo por contacto directo con la piel o por inhalación”.
Además de naturales, Iratxe recomienda que sean tejidos orgánicos, “ya que están libres de sustancias químicas que en muchas ocasiones se utilizan para blanquear o teñir tejidos, impermeabilizarlos o evitar las arrugas. Algunos de estos productos pueden ser perjudiciales para nuestra salud y, en el caso de contacto directo con la piel, como es el caso de la ropa de cama, pueden producir alergias, irritaciones cutáneas o dermatitis”. Respecto al algodón orgánico, por ejemplo, cuenta que “gracias a certificaciones independientes como GOTS (Global Organic Textile Standard), podemos saber que el algodón que consumimos cumple con unos estrictos requisitos a lo largo de todas las fases de procesamiento, incluyendo criterios ambientales y sociales (como el trabajo digno) además de ciertos parámetros técnicos que nos aseguran su calidad”.
El tejido tapicero para este sofá lleva una composición de lino, yute y algodón. Se trata del modelo Jarapa, de la firma Lizzo, disponible en Pepe Peñalver.
¡Todo son ventajas!
Desde Iröq Homes señalan que las propiedades de los textiles naturales y orgánicos contribuyen al aislamiento térmico y acústico de nuestra vivienda al tiempo que ayudan a mejorar la ventilación y limpieza de nuestras casas. Nos lo resumen en estos puntos:
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Una vivienda sana debe ser limpia, sin olores, y libre de suciedad, polvo o ácaros. Contar con una buena ventilación es por tanto fundamental. Las cortinas de tejidos orgánicos permiten una mejor ventilación: proporcionan frescura, ajustan los niveles de humedad interior y evitan la acumulación de ácaros. En este caso, una de las mejores opciones son las cortinas de algodón, ya que permiten la circulación del aire a través de él.
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Los tejidos naturales tienen la capacidad de almacenar el calor de los espacios, por lo que contribuyen a regular la temperatura del interior y mejorar el confort térmico.
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Por último, mediante el uso de estos tejidos podemos mejorar el aislamiento acústico ya que son buenos absorbentes del ruido. Podemos utilizar para ello cortinas, alfombras, tapices que decoren la pared…
En la propuesta vemos linos de Gastón y Daniela.
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Atención con la ropa de cama
Los mejores tejidos para la casa serán los naturales y orgánicos, siendo los más comunes el algodón y el lino. Y prestando especial atención a la ropa de cama pues, como afirman desde Hörn Studio, “durante el sueño, el cuerpo realiza sus funciones de descanso y regeneración, y estar expuestos a sustancias químicas durante estas horas tiene un impacto negativo en nuestra salud”.
La lana orgánica es una muy buena opción para vestir la casa y, por supuesto, la cama. Desde el estudio prosiguen dándonos estos argumentos: “aporta calor, suavidad y confort, porque permite respirar a la piel y buscar una temperatura adecuada. Tiene capacidad natural de repeler los hongos y las bacterias y, en términos de biohabitabilidad, puede ayudar a crear un ambiente sano y natural. Su origen natural hace que sea una fibra biodegradable totalmente inofensiva para nuestros ecosistemas”.
La ropa de cama, de la firma Teixidors, es 100% lana merina.
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Alternativas al algodón y al lino
La elección de un material ecológico y sostenible siempre nos aporta ventajas y beneficios y no solo en la salud de las personas, como comenta Eva, “también para el medio ambiente, que todos tenemos de cuidar y proteger”.
La experta pasa a relatarnos el sinfín de alternativas que existen al algodón, al lino e incluso a la lana de la que ya hemos hablado. Son estos:
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El ramio: procede de una planta de la familia de las ortigas, suave, duradero y con un tacto similar al lino.
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Tejido de bambú: obtenido de esta maravillosa planta natural, sostenible, de crecimiento rápido y que no necesita ni fertilizantes ni pesticidas, los tejidos de bambú son muy suaves, con un tacto agradable y fresco y, sobre todo, como no irritan la piel son muy recomendados para las pieles más delicadas. Es ideal para los niños y los bebés. Entre los beneficios que nos aporta este tejido, hay que tener en cuenta que las fibras de bambú mantienen ciertas propiedades antibacterianas y antimicóticas de la propia planta para evitar los ataques de los hongos, razón por la que este tejido es perfecto para las sábanas y las toallas.
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Fibra de soja: recomendada para las personas con piel sensible, no daña el medio ambiente y es biodegradable. Tan suave como la seda y tan fresca como el algodón, tiene propiedades antibacterianas.
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Lyocell: esta fibra de origen vegetal, que se obtiene a partir de la pulpa de la madera mediante un proceso totalmente ecológico, se utiliza principalmente para ropa de cama por su tacto sedoso y su capacidad de absorber o liberar la humedad mejorando la calidad del sueño.
El terciopelo ecológico que tapiza el sillón es de Lizzo.
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La elección de las alfombras
Respecto a las alfombras, Iratxe señala que “el cáñamo, el yute, el sisal y tejidos a partir de fibra de coco son muy sólidos y resistentes, lo que los hace idóneos para la confección de alfombras y moquetas y resultan muy atractivas por su estética artesanal. Son, por tanto, una buena opción para zonas transitadas en las que además buscamos conseguir un impacto visual”.
En el mismo sentido se manifiesta Eva, quien destaca que “las fibras naturales son renovables y crean alfombras suaves y duraderas con una gran variedad de diseños y estilos y, lo más importante, sin retardantes de llama ni productos que tengan emisiones al aire perjudiciales (COV), que pueden acabar en nuestro organismo produciendo efectos negativos en nuestra salud”.
En el recibidor de la imagen, Nice Home Barcelona apuesta por una alfombra redonda de fibras naturales de la firma Dareels.
¿Qué hay de los tintes?
Las dos expertas coinciden en que los tintes también deben ser naturales. Iratxe explica por qué hay que prestar atención a los químicos: “cada vez son más las afecciones médicas conocidas a causa de nuestra exposición a las sustancias que contienen tintes químicos. Por eso, en la medida de lo posible, es mejor optar por tejidos con tintes orgánicos o, incluso, telas sin teñir, conservando las tonalidades naturales de las fibras”.
Eva añade que “la base de los tintes sintéticos son los productos químicos, que en su mayoría son perjudiciales tanto para la salud de las personas como para el medio ambiente. Su impacto para el planeta es muy negativo por la gran cantidad de agua necesaria para llevar a cabo los procesos químicos y los residuos que generan, y creo que esto también deberíamos tenerlo en cuenta en estos momentos”.
Vemos linos de alta gama de la colección Flax de Les Créations de la Maison, marca del editor textil Grupo Lamadrid.
Riqueza de texturas
Otro aspecto a tener en cuenta cuando seleccionamos las telas de nuestra casa son sus acabados: un suave aterciopelado, de tacto sedoso y delicado, en más bruto lino… “Estos diferentes tactos nos activan los sentidos provocando una mayor sensación de bienestar segregando hormonas que nos hacen sentir felices. La mayoría de los tejidos naturales de los que hemos hablado, tienen entre sus propiedades la suavidad y la calidez, pero no debemos olvidar que la percepción de estás sensaciones no es la misma para todos: debemos buscar los tejidos que más bienestar nos proporcionen a cada uno, siempre y cuando no nos olvidemos de lo más importante, que es que estos tejidos sean saludables y cuiden de nosotros”, afirma Eva.
En este caso Egue y Seta se decantan por una manta en tejido jacquard, de H&M Home y unos cojines de Maison du Monde, al igual que el cubrecamas.
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Vestir ventanas
El tipo de cortinas a elegir deberá variar en función de la ubicación de la vivienda, la climatología local, el grado de exposición a la luz solar de la vivienda e incluso en base a componentes culturales o gustos personales. Por tanto, para elegir las cortinas adecuadas, debemos tener en cuenta todos estos factores y seleccionar aquellas que mejor satisfagan nuestras necesidades, cuenta Iratxe. “Por ejemplo, si queremos utilizar las cortinas como un aislante del frío exterior, utilizaremos tejidos más gruesos, mientras que si lo que buscamos es únicamente tamizar ligeramente la luz para obtener intimidad y dar un aspecto más cálido a nuestra estancia, optaremos por tejidos más ligeros”.
En la imagen un comedor vestido con telas totalmente naturales de Alhambra, en lino. Las caídas de las cortinas en este caso son ligeras.
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Cortinas en el dormitorio
La luz natural en nuestros hogares aporta muchos beneficios a nuestra salud, sobre todo a nivel emocional. “En cambio, la entrada de luz nocturna, cuando se trata de contaminación lumínica, nos puede dar problemas puesto que altera nuestros ciclos circadianos, y puede dar lugar a trastornos del sueño, estrés, depresión o incluso patologías más graves. En el caso de vestir las ventanas del dormitorio, dependiendo de la ubicación y de la exposición a la luz exterior, habría que mirar qué sería lo más aconsejable, pero no podemos olvidar que para disfrutar de un buen descanso, tanto en calidad como en cantidad, nuestro cuerpo necesita oscuridad y poder estimular así la producción de melatonina, la hormona del sueño”. De este modo, aparte de las persianas no está de más apostar por unas cortinas tupidas o bien unos estores para vestir las ventanas.
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