Familiar, confortable, acogedora… Pero también elegante, original, diferente. En una casa en la que hay niños pequeños correteando por todas las habitaciones existen ciertas prioridades, sobre todo en materia de seguridad. Pero una vez te hayas asegurado de que tu casa es un entorno amable y seguro para ellos, ¿por qué no dar rienda suelta a tus deseos de interiorismo? No abandones tu pasión por el diseño y decora tu casa con estilo propio.
Tu casa después del 'tsunami'
Seguro que lo has oído muchas veces: un niño te cambia la vida. Y esa afirmación es absolutamente cierta. Sin embargo, no tiene por qué desaparecer tu interés por decorar tu casa, por querer que sea especial.
Es cierto que durante un tiempo las necesidades de tus vástagos serán la prioridad. Tendrás que retirar ciertos muebles y elementos que puedan suponer un riesgo para ellos, pero poco a poco puedes hacer que los espacios vuelvan a destilar elegancia y estilo, tu propio estilo.
A pesar de ello, hay ciertas concesiones que tendrás que hacer en cuanto a la elección de materiales y muebles, pero no por ello tu casa tiene que parecer una escuela infantil, con colores chillones y juguetes por todas partes, ¿no crees?
Una de las claves para lograrlo empieza por instaurar y mantener el orden, algo que cuando hay niños se complica bastante. Consíguelo poniendo en práctica algunos de los trucos que hoy te contamos.
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Nuevas ideas de almacenaje que te salvarán
Con niños en casa se multiplican las cosas que hay que guardar. Desde ropa a juguetes o libros, pronto te darás cuenta de que es esencial adoptar nuevas soluciones de almacenaje que te permitan mantener el orden. Y cuando digo nuevas, me refiero a que quizás las que tenías antes ya no te sirvan. Explora el universo del orden en casa hasta dar con los elementos que necesitas.
Pueden ser cajas o cestas de fibras vegetales, baúles, estanterías de diferente tamaño y concepto, cómodas de cajones para los dormitorios o el salón (¿por qué no?), un banco con almacenaje para el recibidor, etc. Sea cual sea el sistema que te ayuda, lo importante es que esté adaptado a su edad. Si ellos son capaces desde pequeños de abrir y cerrar puertas y cajones para guardar sus cosas, será más fácil que lo hagan por propia iniciativa (¡buena suerte!).
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Apuesta por espacios multifunción
Un espejo, una consola estilizada y una alfombra. Seguro que tu recibidor ideal no necesita mucho más, pero ahora las prioridades han cambiado y hay que multiplicar las funciones que cumplen los espacios. Además de estos elementos tendrás que poner un mueble con compartimentos donde todos encuentren sus cosas antes de salir de casa, desde los zapatos hasta la mochila o el abrigo.
Conseguir que, además de ordenado, el recibidor sea acogedor e interesante es la clave. Para lograrlo, apuesta por soluciones de almacenaje oculto que proporcionen limpieza visual.
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Abraza el minimalismo
Seas o no una apasionada de este estilo decorativo, lo cierto es que el minimalismo trae consigo ciertas ventajas de lo más interesantes. Líneas limpias y puras, superficies simples y espacios amplios y desahogados. ¿De verdad necesitas llenar el cuarto del bebé de muebles, de muñecos, de accesorios varios que apenas se usan? ¿Lo necesita tu hijo? Al final, te darás cuenta de que lo que sí es necesario es vivir en una casa ordenada y contar con los muebles imprescindibles en el dormitorio del bebé es una buena manera de conseguirlo.
También es importante pensar en el futuro y elegir muebles que evolucionen con el niño: cunas que se convierten en cama, cómodas que actúan como cambiadores, tronas que se transforman en sillas, etc.
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No renuncies a las piezas interesantes
Un mueble de herencia, un armario que encontraste en una tienda de segunda mano, un aparador vintage, una silla de cuando eras pequeña… Que no falten estos tesoros en tu casa si tienes la posibilidad de encontrarlos y conservarlos.
Decorar las habitaciones infantiles con este tipo de elementos le dará al espacio un toque personal realmente cautivador. Además, estos muebles, bien restaurados, cumplirán su función a la perfección.
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Acierta con los colores
¿Azul celeste? ¿Rosa bebé? ¿Verde manzana?... Huye de los típicos colores que tenemos en la mente cuando pensamos en habitaciones infantiles y da un paso más allá. Si te preocupaste por encontrar el matiz exacto de gris humo que querías para las paredes de tu casa y no paraste hasta dar con él, ¿por qué no hacer lo mismo con la pintura de su cuarto? Elige colores fríos, que pueden ser más oscuros si el dormitorio tiene suficiente luz natural: gris, azul profundo, verde aguamarina, etc.
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Textiles a prueba de niños
Cuando la familia crece solemos abandonar con buen criterio muchas de nuestras ideas de decoración, como la de poner un sofá blanco en el salón. Si te sumerges en el universo de tejidos para el hogar que te ofrece el mercado, descubrirás textiles de última generación con grandes prestaciones.
Son telas de alto rendimiento, que soportan sin inmutarse la acción de los más pequeños de la casa: tapicerías con tratamiento antimanchas, que se limpian sin problemas; telas que duran y duran en perfecto estado y que contribuyen a que tu casa se mantenga con un aspecto inmejorable. Elegir correctamente los textiles te ayuda a ahorrar, a limpiar menos y mejor, y a estar más tranquila. ¡Facilítate la vida!
Las alfombras: versátiles, decorativas y… lavables
A los niños les encanta estar en el suelo, por lo que es buena idea añadirle confort con unas buenas alfombras. Para su habitación o para el salón, elige modelos de tejidos naturales que aporten calidez y comodidad.
Puedes optar por colores oscuros para que resulten más sufridas, pero también tienes la posibilidad de elegir las alfombras que te gusten, aunque sean de tonalidades claras, siempre que se puedan limpiar sin problemas. La de la imagen es de Lorena Canals. Está confeccionada en algodón natural y se puede lavar a máquina.
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No pierdas tu estilo personal
En materia de decoración, los niños también implican cambios. Asumirlos sin perder tu estilo personal es el secreto del éxito. Hay muchas formas de lograrlo: con la elección de los colores, apostando por tus muebles favoritos, etc.
La clave está en conseguir espacios funcionales, perfectos para niños y mayores, pero sin perder por ello ese sello que te define.
Procura que haya cierta cohesión en toda la casa, también en las habitaciones infantiles. Y, sobre todo, apuesta por el confort: un sofá cómodo, textiles que te abracen, mesas grandes con superficies amplias, etc. Acompáñalos con complementos bien escogidos y con objetos que hablen de ti. ¡Ya lo tienes!
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La seguridad ante todo
Puede que parezca obvio pero conviene recordarlo porque a todos se nos puede olvidar una recomendación importante que acabe en un susto. Por eso debes estar vigilante para que la seguridad sea una constante en tu hogar, al margen de la decoración.
Ancla los muebles más altos a la pared, ten cuidado con los objetos de cristal que puedan romperse y provocar heridas y protege las esquinas de los muebles si tus niños son pequeños.
Un consejo: tampoco está de más proteger aquellos objetos frágiles que no quieres que se rompan poniéndolos fuera del alcance de los niños.
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