¿Te imaginas una fusión entre la casa de tu abuela y la tuya? Pues eso es más o menos lo que propone la tendencia de decoración que arrasa entre los hogares de los jóvenes. Concretamente, en las casas de los millennials: aquellas personas nacidas entre entre 1981 y 1996. Y no sabemos si se debe a un sentimiento de nostalgia o a la necesidad de aprovechar muebles antiguos para no tener que comprar nuevos, pero el caso es que el resultado es una fusión de estilos que, sorprendentemente, queda bien.
Como habrás podido intuir, en el propio nombre de esta tendencia reside su esencia: se trata de una mezcla de la palabra grandparents (abuelos) con millennial. Es decir, que en tu casa pueden convivir estilos minimalistas como la decoración nórdica, con elementos propios de la casa de tu abuela: papel pintado, almohadas bordadas, pantallas de lámparas con borlas...
Un buen ejemplo lo encontramos en estas cortinas de estampado floral (un must en este tipo de decoración), que encajan perfectamente con un ambiente joven y actual.
Si a ti también te tiene fascinada esta fusión de estilos, has llegado al mejor lugar para encontrar inspiración. Te damos todas las claves del estilo grandmillennial para que lo apliques sin fallar. ¡Toma nota!
Muebles antiguos sí, pero no te molestes en reformarlos
No desperdicies tu tiempo lijando o dando una capa de pintura blanca a los muebles que hayas heredado o comprado en algún mercadillo de segunda mano. En la decoración grandmillennial se integran tal y como los ha dejado el paso del tiempo. ¡Y lo cierto es que tienen mucho encanto!
Sillones tapizados para darle color al salón
Puede que pienses que tapizar muebles es algo pasado de moda, ¡pero en la decoración grandmillennial no! De hecho, este tipo de sillones forrados con telas vistosas pueden ser una opción estupenda para aportarle un toque distintivo a tu salón. Combinar un sofá liso de Ikea con un sillón tapizado de estilo retro como este define a la perfección la esencia de esta tendencia.
El mimbre vuelve a recuperar protagonismo
¿Recuerdas esas sillas de mimbre que nuestros abuelos tenían en el salón? Pues se cuelan en las casas de los grandmillennial para dar contraste a las estancias. Eso sí, la idea no es comprarse nuevos muebles de mimbre, sino aprovechar los antiguos, con su pintura oscura y el barniz clásico incluidos.
Las chimeneas ya no son solo para la casa del pueblo
En esta decoración también hay lugar para ellas. Si te estás preguntando cómo elegir una chimenea para tu salón, la recomendación más práctica es optar por chimeneas decorativas como esta. ¿Funcionan? No. Es complicado (y peligroso) encender leña en un piso. Pero son estupendas para lograr ese efecto clásico y vintage que buscamos.
La porcelana china va más allá de la vajilla
Este tipo de cerámica con dibujos inspirados en el país de la Gran Muralla, no solo está presente en platos, tazas o cuencos. La porcelana china conquista también macetas y jarrones en este estilo, transformando así el espacio con toques orientales en color azul. Queda especialmente bien sobre muebles blancos, la clave para que no resulte muy recargado.
Ropa camilla... ¿también en el baño?
¡Pues sí! Este elemento del estilo rústico 'chic' se recupera en los cuartos de baño de la decoración grandmillennial. La idea es cubrir la superficie que queda bajo el lavabo con telas similares a las de las mesas camillas, aquellas del comedor de nuestros abuelos. ¿La ventaja? Siempre puedes guardar cosas debajo sin que se vean.
Los cuadros antiguos tampoco pueden faltar
La tendencia ahora es decorar las paredes con láminas enmarcadas, lo sabemos. Pero siempre puede haber espacio para un retrato familiar o de un paisaje, pintados como antiguamente, al óleo. Pueden quedar muy bien en rincones como estos.
Espejos ornamentados que no pasan desapercibidos
Este cuarto de baño es la representación más certera del concepto grandmillennial, ¡lo tiene todo! Papel pintado con motivos florales, grifería antigua en tonos dorados, un lavabo de mármol... y, por supuesto, el elemento que no puede faltar: un espejo ornamentado al más puro estilo vintage.
Papel pintado en los pasillos
Si tu estilo es algo más discreto, esta forma de incluir el papel pintado en tus paredes puede resultarte práctica, puesto que se coloca solo hasta la mitad, el resto puede pintarse de un solo color. ¿No te parece que da armonía a la estancia?
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