Amueblar una habitación infantil tiene su dificultad, en especial si es muy pequeña. Cuando los metros cuadrados escasean se nos plantea el dilema de cómo encajar todos los elementos que debe incluir este espacio: la cama, el armario, un escritorio, espacio para guardar, etc. Sin embargo, existen trucos muy efectivos para lograrlo sin sacrificar por ello la estética. ¡Toma nota!
¿Problemas de espacio?
Si decorar un dormitorio infantil puede ser una aventura apasionante, cuando el espacio brilla por su ausencia se convierte, además, en todo un reto. No es fácil incorporar a la habitación todos y cada uno de los elementos que resultan imprescindibles. Pero la tarea resultará más sencilla si observamos ciertas normas que ayudan.
- Para empezar procura dejar libre la zona central del dormitorio. Así la sensación de amplitud será mayor y no saturaremos en exceso el ambiente.
- Utiliza, si es posible, muebles modulares. Un proyecto a la medida con este tipo de elementos es lo más efectivo a la hora de aprovechar al máximo cada hueco.
- Apuesta por los elementos abatibles, desde las camas hasta los escritorios.
- Establece rutinas diarias de orden y trata de que los peques las sigan a rajatabla: un espacio pequeño desordenado se convierte en el caos.
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¡Que triunfe la claridad!
Aunque seguro que ya tienes en mente esta recomendación, no está de más recordarla: los espacios decorados en blanco y otros tonos claros ayudan a aumentar la sensación de amplitud.
Por eso, y aunque te parezca que el verde oscuro o el azul profundo son realmente atractivos para pintar las paredes en los cuartos infantiles, si estos son pequeños será mejor elegir colores más luminosos.
Y eso sirve también para los muebles: en habitaciones pequeñas el blanco es el rey para armarios, camas y cajoneras.
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Camas abatibles: una solución certera
Las camas abatibles ya no son lo que eran… ¡por suerte! Así que si al pensar en ellas te vienen a la cabeza aquellos muebles aparatosos y bastante poco estéticos que escondían en su interior una cama un tanto incómoda, olvídate de ellos. Hoy las camas abatibles son modernas y fáciles de abrir, además de decorativas.
Están disponibles en un montón de colores y acabados y, además, se equipan con colchones de medida estándar de lo más confortables. Si la habitación de tu hijo es pequeña, una cama abatible le regalará un espacio extra considerable durante el día.
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Más sitio para guardar
Otra solución a tener en cuenta son las camas con espacio de almacenaje en la parte inferior. Pueden ser con los tradicionales canapés o pueden llevar grandes cajones. Sea como sea, son un desahogo para almacenar todo aquello que no usamos a diario pero que nos roba espacio en el armario principal: prendas de otras temporadas, calzado, ropa de cama, mantas, edredones, etc. Si en lugar de un cajón muy grande tienen varios más pequeños serán más fáciles de abrir y cerrar.
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Dormir en las alturas
Rescatar el concepto de las literas para utilizarlo en un dormitorio individual es una buena idea. La clave está en aprovechar la parte más alta de la habitación colocando una cama elevada y habilitando el espacio de abajo para crear un rincón de estudio, por ejemplo.
En otras ocasiones se puede colocar debajo de la cama un sistema de almacenaje con armario o cajoneras. Es un truco muy práctico para duplicar los metros de uso.
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Baldas y estanterías en las paredes
El aprovechamiento de la pared es esencial en los dormitorios pequeños. Tienes varias alternativas para conseguirlo entre las que destacan las estanterías y las baldas voladas.
Si apuestas por estructuras livianas y de colores claros evitarás un resultado muy abigarrado. Las estanterías sin trasera aportan mayor ligereza al conjunto.
Otra idea para aprovechar las paredes es instalar paneles con colgadores (como los perforados o pegboard) o percheros de diferentes estilos. Tienes muchísimos modelos para elegir.
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Un escritorio de poco fondo
Que tu niño necesitará un escritorio para hacer los deberes y estudiar es un hecho indiscutible, pero también lo es que no le hará falta una mesa muy amplia: bastará con una encimera estrecha, por lo que puedes aprovechar un hueco de la habitación. En la imagen se ha instalado un escritorio de Ikea para aprovechar un espacio abuhardillado del dormitorio.
Otra idea que te puede servir es instalar en la pared una tabla abatible que haga las veces de escritorio. Se puede recoger cuando el niño no lo esté utilizando, lo que le obligará, además, a recogerlo cada día fomentando rutinas de orden.
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Que no falten cajoneras y módulos de almacenaje
Abiertas, cerradas, con cestas extraíbles, con o sin ruedas… Las cajoneras y los módulos de almacenaje son un imprescindible en cualquier cuarto infantil. Ten en cuenta que los niños tienen muchísimas cosas que guardar y necesitan soluciones prácticas accesibles para ellos.
Este tipo de elementos a su altura les permiten organizar sus juguetes y demás pertenencias para que puedan cogerlos cuando los necesiten y recogerlos después.
Si van equipados con ruedas serán más prácticos para espacios reducidos, ya que podrán llevárselos donde deseen y recogerlos en un rincón al final del día.
Como tienes un amplísimo repertorio de modelos y sistemas entre los que elegir seguro que encuentras el sistema perfecto para ti. En la foto, se han instalado bajo la ventana dos módulos con el sistema de cestas extraíbles Trofast de Ikea.
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Un armario a la medida
Aunque la mejor solución es disponer de un armario empotrado en la habitación, esto no siempre es posible, ya que se necesita contar con el hueco de la pared para poder instalarlo. La alternativa es configurar un armario grande de suelo a techo que nos ayude a aprovechar al máximo el espacio disponible.
Si la habitación es muy pequeña puedes elegir un modelo con puertas correderas. Aunque son más incómodas, ya que solo dejan acceso libre a la mitad del interior, no se necesita tener mucho espacio delante del armario como sucede con las puertas abatibles.
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